Slave. [Thorki lemon]

V. La segunda noche.

Segundo capítulo bien puerco. Perdón la tardanza, disfruten.

Gracias a CookieKarl2002 por los fanarts, gracias a ella los encontré.

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<<Por fin te descubro, debajo de todo ese ego.>>

[...]Me quitó las manos de encima...y escuché la hebilla que sujeta su pantalón caer el piso. Giré mi cabeza y me encontré de frente el miembro de Thor, casi sobre mi cara. ¿Ésto va a repetirse todos los días?...

Lo miré directo a los ojos mientras el solo sonreía esperando a ver mi siguiente acción. Me quedé un poco pasmado, pero no lo pensé más: me giré completamente y tomé aquél falo con mis manos. Lo metí todo a mi boca, esta vez lo sentí muy suave en mi paladar; miré con lujuria, lo admito, la reacción de Thor. El estaba complacido, me empujaba un poco la cabeza, ayudando al movimiento sobre su pene. Algo dentro de mí se encendió, mi pecho ardía. Mi cabeza era un caos, la voz de la razón, de mi cordura, era cada vez más silenciosa...mientras que había algo que me incitaba a continuar hasta el final. Después de todo, ya tenía su miembro en mi boca, no había vuelta atrás. ¡Todo ese vino!

Paré de hacer el vaivén un momento para respirar, escurrió un poco de mi saliva. Tragué, sin soltarlo, y lo volví a meter todo. ¡Tocó mi garganta! Sentía que podía hacer lo que sea. Miré hacia arriba cuándo soltó un suspiro que, francamente alguien podría haber escuchado, (y de hecho no me importó) solo para ver como volteaba al techo, sumiéndose en placer.

No sé cómo pasó, pero ahí estaba yo, haciendo una felación como nunca antes, metido en una tina ajena. Me sentía como esas damas de compañía que desean cumplir todo lo que les ordenan. Por alguna razón -probablemente el exagerado vino que tomé- quería reventarlo de pasión y éxtasis. Gemía mi nombre, y eso me prendía en demasía.

Debajo del agua también empezaba yo a tocarme, estaba erecto y ni lo sentí, ya que mi cuerpo solo se concentraba en el ligero mareo y en el falo delicioso en mi boca. Me tomó del cabello, tratando de empujarme más toda esa carne hasta el fondo; jamás perdí la concentración ni fue una tarea tan difícil...una habilidad que no esperaba tener.

Una voz dentro de mi pedía a gritos que me hiciera suyo (¡Por todos los dioses! ¿Le estaba haciendo caso?...), así que me separé y lo invité a la tina, sujetándome del extremo opuesto de espaldas hacia el. Por supuesto que se metió y sentí todo su pecho en mi. Me tomó suave la cadera y luego me acarició un poco la espalda. Yo suspiraba fuerte también, sentía todo mi cuerpo extrañamente caliente, en especial la cara. Mi aliento echaba un humo tibio, así como el suyo golpeaba en mi columna. Podía percibirlo. Me besó sobre la piel desnuda, había cierta ternura al contacto con sus labios. Su barba tupida también me acariciaba con suavidad, lo cual me hacía retorcer de excitación.

Por debajo del agua su grandioso pene rosaba mi trasero, como si tuviera vida propia. Yo me aferraba a la orilla de la tina, suspirando levemente algunas palabras (que ni siquiera puedo recordar).

Mecía con delicadeza su cadera contra mi cuerpo, casi parecía que bailara conmigo. Se separó un poco para colar una vez más sus dedos en mi cabellera y jalarla, a lo que yo respondí con un gemido que ni yo me creí. Se acercó a mi oído y me susurró.

"Quiero continuar sobre la cama"

-¡Por el Valhalla! ¡Sí! ¡Tómame!- pensé en ese momento.

El vino. Ese maldito elixir tiene la culpa.

Sonreí mientras me volteaba con brusquedad. Me besó, y yo lo besé de vuelta. Con una energía incontrolable; nuestras lenguas exploraron todo lo que pudieron hasta el fondo de nuestras gargantas. Se levantó, y con esos brazos tan fornidos que tiene, me cargó cual muñeca sobre su hombro. Admito que disfruté eso.