X.Libertad, solo a mi manera.

806 62 12
                                    

<<Mi libertad tiene un gran precio, pero lo puedo pagar, y estoy dispuesto a ello>>

Fui arrastrado por los pasillos hasta el salón del trono, y me tiraron de rodillas.

"Esperarás custodiado aquí hasta que llegue su majestad y decida tu destino", me dijo uno de ellos.

Yo reí bajo, así que me pateó. Y a mí seguía sin importarme nada de eso.

Me tuvieron en esa posición hasta después de un tiempo más o menos corto, en el que escuché los pesados pasos de alguien corpulento. Por supuesto que yo reconocía de quién se trataba. Levanté la cabeza solo para ver a Thor, irse sobre mi. Su cara tenía expresión fúrica, que pocas veces le había visto.

"Thor...", solo alcancé a decir su nombre, porque a pocos centímetros de mi, me soltó un puñetazo en la cara, tan fuerte que fui a dar de narices al piso.

La gente detrás de él, incluida Frigga, lo detuvieron porque probablemente me habría dado una paliza. Me incorporé como pude, con los guardias jalando mi cadena.

"Ah, supongo que ya la viste.", murmuré.

"¡IMBÉCIL!", gritó. "¿Cómo pudiste...?"

"Thor, basta. Esto lo tiene que arreglar la corte.", intervino Frigga. Y luego me miró.

Los ojos más tristes que haya visto en toda mi maldita existencia.

"Loki...¿qué haz hecho?", me preguntó con sus ojos desbordando en lágrimas. "No tenias que llegar a ésto"

Yo no me arrepentía de nada, pero ella no tenía que saberlo. Simplemente no pude sostenerle la mirada. Y cuándo ella me abrazó, llorando inconsolable, no pude evitarlo y también comencé a llorar.

"No puedo salvarte, no puedo hacer nada. Ésto está fuera de todo mi alcance. ¿Qué te ha pasado? ¿Dónde está mi tierno Loki? Mi hijo...", ella no paraba de llorar y decirme que ya no era el mismo.

Mis ojos estaban empapados. Si algo había que me debilitaba, era ella. Mi único arrepentimiento es haber lastimado a mi madre. Thor estaba molesto conmigo, sí, pero se daría cuenta que le había hecho un favor.

Finalmente, me dejó y salió de ahí, aún en llanto. Thor se veía muy molesto, daba vueltas con desesperación.

"Thor, yo..."

"¡No hables!", me gritó.

"Majestad, por favor diganos que haremos con el prisionero."

"Pedirán su cabeza, lo sabes", dijo Odín.

"Lo sé, necesito tiempo. Necesito...convocar a una reunión de la corte, tarde o temprano ésto va a saberse, la gente no estará contenta, van a querer estar en el funeral...hay mucho que pensar y qué hacer.", murmuraba de un lado a otro. "Llévenlo...llévenlo al calabozo. Bajo las serpientes.", terminó por fin.

Las serpientes. Era una leyenda en Asgaard el castigo de las serpientes, solo reservado para unos pocos, el peor castigo que te podían imputar. El calabozo para la más baja escoria. Según los cuentos antiguos, te atan desnudo a una roca, encadenado en medio de casi absoluta oscuridad, mientras que sobre ti, gotea lentamente el veneno de serpientes mortales. Así que ante tal decisión, lo miré sorprendido. ¿Era capaz de hacerme eso a mi?

Me jalaron hasta un lugar en lo profundo de las celdas. Oscuro, frío y sucio. Me encadenaron de las manos juntas sobre mi cabeza; los pies, uno en cada lado con más cadenas. Desnudo y boca abajo sobre una piedra fría que solo sostenía mi pecho. Estaba bajo, porque mis rodillas tocaban el suelo. No lograba ver de donde goteaba un líquido que ardía como brasa al rojo vivo. Lentamente sobre mi espalda, seguramente las famosas serpientes. Solo podía ver el piso húmedo.

Slave. [Thorki lemon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora