PAPÁ

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Dos días después, Paul fue en busca de Chūya para convencerlo de ir a Francia con sus padres. En verdad querían darle una buena educación y calidad de vida, pero Chūya se negaba a aceptarlo, su vida era en Japón y hay personas de ahí que ama.

— Por favor, hermanito. Mamá y papá estarán muy tristes si no vienes con nosotros. No les conté de Ryūnosuke, pero podríamos dejarlo con Fyodor, él es mi amigo y...

— ¡¡JAMÁS DEJARÍA A MI HIJO CON ESE ESTÚPIDO!!

Gritó de repente, confundiendo a Paul.

— ¿Qué te sucede? ¿Por qué odias tanto a Fyodor? Él es un buen chico, y está dispuesto a cuidar al bebé. Dice que no tiene experiencia pero podría esforzarse mucho...

Las lágrimas de Chūya salieron, las limpiaba pronto para no llamar mucho la atención. Paul seguía sin comprender. El rubio no sabía que Fyodor había abusado de Chūya, y Fyodor no sabía que el bebé que pensaba cuidar era su hijo.

— No quiero dejar a Ryū. Fyodor no es un buen tipo, es un aprovechado. En ese caso, mejor se lo dejo al sensei, él sí sabe cuidarlo.

— ¿Cómo sabes tú qué Fyodor no sería un buen cuidador?

— ¿No lo entiendes? ¡Fyodor se aprovechó de mí y de mi celo! ¡Fyodor es el que engendró a Ryū, y no lo quiero cerca de él!

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En la casita de Fyodor...

El ruso había invitado a Ryuma a "beber café" a su casa. Percibió su aroma de celo hace un momento y veía en Ryuma una oportunidad. Los Omegas eran bastante confiados y sólo pocos veían la maldad en el mundo, como Ryuma. Con su celo presente, eran más fáciles de convencer y caer ante provocaciones sólo por satisfacer esa necesidad, y Fyodor sabía esto.

— Sabes algo, Ryuma, los chicos pelirrojos son lo más atractivo para mí. Eres hermoso.

Lo hacía recostarse lentamente en la cama mientras lo desvestía. Ryuma estaba bastante sonrojado y su aroma era idéntico que el de Chūya, a excepción de ese pequeño toque de "Omega Madre".

🍼🐣🍼🐣🍼🐣

Ryūnosuke estaba haciendo pucheros porque Dazai no había comprado un juguete para él en la tienda departamental.
Derramaba lágrimas sin hacer un escándalo con su llanto, y se sujetaba de la gabardina de Dazai, caminando a pasito corto.

— Shen-shei... Quie-llo tyen chu-chu.

El castaño se detuvo y se dió media vuelta para luego ponerse a la altura del bebé azabache.

— Ryū, ese tren está carísimo, ¿ves a tu sensei con cara de rico? Podríamos buscar un tren más barato en otra tienda, vamos para allá.

Los ojitos de Ryū dejaron al lado las lágrimas, y brillaron con esa nueva propuesta.

— ¡Shí, shí! ¡Otio tyen!

Dió saltitos de alegría.

— Bien. Pasemos a comprar ese otro tren y después iremos a cenar a un restaurante.

— ¿Y mami?

— Él está ocupado con tu tío. Necesita convencerlos de que quiere quedarse en Japón, y no ir con tus abuelos a Francia.

— Shen-shei.

— Dime, pequeño Rashōmon.

— ¿Edesh mi papi, shen-shei?

Dazai sintió cómo su corazón se detuvo en ese instante, pero fue una agradable sensación.

EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora