EL NOVIO DE MAMÁ [SOUKOKU]

BEBÉ RYŪNOSUKE

PARTE II.

[Tiempo Transcurriendo]

Mientras Dazai estudiaba para ser un maestro de niños pequeños y guardería en otro lugar fuera de Yokohama, Chūya caminaba regreso a casa con bolsas de sus compras para su bebé. Traía de todo.

Una bañera que cargaba con ayuda de su habilidad, ropa, guantes y gorros miniatura, pañales, corta uñas para bebé, biberones, leche, y otras cosas más que sabía que le serían útiles. Debía estar preparado.

Las personas lo miraban raro y otros incluso se reían de él. Chūya era el único Omega embarazado en la universidad de Actuación, Modelaje y Artes escénicas dónde asistía. Se sentía incómodo y avergonzado, pero no tenía una solución en mano más que esperar que la criatura naciera y llevarlo a una guardería.

Diariamente, escuchaba comentarios en la universidad como:

"¿Crees que podrás ser un buen modelo con esa panza de sandía?"

"Los Omegas son los peores en la actuación"

"¡Ríndete! Con un mocoso nunca lograrás terminar la universidad"

Todos esos comentarios hicieron más fuerte a Chūya.

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Creía que tenía ochos meses de embarazo, hasta que sintió unos terribles dolores de parto justo a la medianoche. Estaba solo. Llamó a la ambulancia, quien lo auxilió y trasladó hasta el hospital más cercano, precisamente al hospital de Mori y fue atendido por otro doctor, quien le dijo que el niño ya tenía los nueve meses en el desarrollo y no ocho, a lo que Chūya llegó a la conclusión de que Dazai era el padre, tras muestras de ADN.

Ougai había regresado a Yokohama antes que Osamu, el castaño se quedó en el otro lugar debido a sus estudios, pero ya estaba culminando y no tardaría en volver.

— En efecto, el pequeño Ryūnosuke es mi nieto, es el hijo de mi Osamu-kun.

Dijo Mori con seriedad, angustiado y un poco decepcionado de su hijo. ¿En qué momento esos dos hicieron un bebé? Si él siempre los estuvo vigilando. No encontraba respuesta.

— E-Eso me pone muy feliz, suegro...

— ¿Por qué tenías dudas? ¿Acaso estuviste con alguien más?

— Un Alfa desconocido se aprovechó de mi celo un mes después de que Dazai se fuera. Yo... Ya tenía esos síntomas antes de que ese Alfa me hiciera eso. Es verdad... Mi Ryū es hijo de Dazai y yo... Lo detesté todo este tiempo.

Un tranquilo bebé azabache yacía dormido entre sus brazos, era demasiado chiquito a comparación de otros recién nacidos, y había tenido dificultades en sus pulmones al nacer, pero afortunadamente ya se encontraba mejor, sano, sintiendo el calor de su padre Omega que le había dado al vida.

Chūya lo miraba con cariño, un par de lágrimas derramaron de sus ojos. Sonrió.

— ¿Crees que fue bueno lo que hicieron, Chūya-kun?

Chūya volteó con una sonrisa. Sabía que Mori no estaba enojado aunque quisiera aparentarlo. Tenía sus brazos cruzados, mirando fijamente a Chūya y al bebé. 

— Dazai estará muy feliz. Dazai siempre quiso un bebé, pero a Ryū no se lo voy a vender.

— Vender nunca fue la mejor palabra. Osamu-kun volverá pronto a Yokohama, está por terminar sus estudios, y tú le darás la noticia. Ambos deben hacerse responsables del niño. Estoy seguro de que lo harán bien.

Posó una de sus manos sobre un hombro de Chūya, a manera de apoyo.

— Gracias.

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Dos semanas después...

Chūya sabía que Dazai venía en camino de regreso a Yokohama, el mismo Dazai le había llamado avisándole. Era la oportunidad de darle la noticia sobre Ryū, una agradable sorpresa.

Bañó al azabache, y lo vestía con la ropa que más le gustaba para Ryū, ansioso por la llegada de su Alfa predestinado.

Ryū miraba a Chūya con atención, lamiendo una de sus manitas mientras terminaban de vestirlo.

— Mi amor, papá está viniendo a Yokohama. Te agradará mucho.