-Epílogo-

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Habían pasado exactamente 5 años. Estaban en la época navideña el frío se notaba a kilómetros la nieve caía dejando una sábana blanca adornando las calles, Liv se encontraba caminando a la vieja cafetería donde inicio aquel amorío traía un suéter manteniéndola en calor junto con aquel gorro de lana cubriéndole de los copos de nieve que caían.

Solo estaba a unas cuadras para llegar, la cafetería había cambiado un poco con el paso del tiempo la habían hecho un poco hogareña y menos moderna.

Dylan se encontraba ya en la cafetería organizando y repasando todo estaba realmente nervioso quería que todo fuera perfecto para ella, eran las 8:18 de la noche y Liv aún no llegaba la había citado a las ocho en punto pero conociéndola ya sabía que siempre se tardaba aunque ella se apurara.

Acomodo la nota y fue a la cocina para la sorpresa principal.

Mientras tanto a Liv solo le faltaba una cuadra por llegar se había resbalado unas cuadras atrás el piso tenia agua se había congelado y cayo golpeando su trasero, abrió la puerta y la gente volteo por el sonido de la campanilla le sonrió y ella se las devolvió Mitchell uno de los trabajadores de la cafetería llevo a Liv a la mesa cosa que le había resultado extraña a ella.

Tras estos años había conocido a los trabajadores incluso a los dueños de aquella cafetería aparte de las personas de ahí ya la conocían al igual que a Dylan.

Liv miro en la mesa dos vasos de cafés y una nota — a pesar de que Dylan y Liv estuvieran juntos Dylan todo el tiempo le escribía notas románticas  —  que estaba aún lado estaba por desdoblarla y leerla cuando apareció Dylan con una rebanada de pastel de chocolate y recordó — Después de que había besado a Dylan trato de intercambiar su pay por el deliciosos pastel de chocolate de él pensó que no se negaría pero si, él le había dicho que mejor le iba a dar la mitad, Liv trato de partir su pay en dos pedazos pero algo le impedía era una pequeña caja larga miro a Dylan frunciendo el ceño ella solo la abrió y encontró un collar la mitad de un corazón detrás de él tenía una D, él le enseño la otra mitad donde tenía la inicial de Liv y así le pidió ser su novia poniéndole en el cuello aquel collar—.

—Hola amor — había dicho Dylan después de haberle besado los labios.

—Hola cariño — y así comenzó su plática entre risas y frases acarameladas.

Dylan trataba de no lucir nervioso pero Liv lo había descubierto algo estaba pasado.

—¿Sucede algo Dylan? — Liv le tomo la mano preocupada no había visto a Dylan tan nervioso.

Dylan sabía que era el momento saco la pequeña caja aterciopelada azul del bolsillo de su pantalón los nervios lo habían carcomido incluso tiro la caja cayendo bajo la mesa. Él se agacho y saco la cajita cuando la abrió sin que se diera cuenta Liv vio que no estaba el anillo. Volvió a mirar debajo de la mesa y no lo encontraba esto no podía ser peor su perfecto plan se había arruinado tendría que esperar. Cuando estaba por levantarse se golpeó.

—¿Cariño te encuentras bien? — Liv estaba preocupada jamás había actuado así.

—Si cariño solo espera un segundo — Ella había asentido aunque él no se había dado cuenta.

Había encontrado el anillo estiro su mano para tomarlo y lo logro lo puso rápidamente en la cajita y se levantó para tomar asiento. Arreglo su garganta un poco.

—Liv... mmm Liv tomarías esa hoja y a la cuenta de tres la desdoblarías — ella lo miro frunciendo el ceño pero al último asintió sonriendo.

Dylan había contado tres, Liv al leer lo que decía se quedó atónica no se lo había imaginado la hoja decía.

"Liv.

Hey Liv me estaba preguntando si ¿Te gustaría casarte conmigo y tener muchas minis Liv y minis Dylan con este chico del café?"

Liv hizo a un lado la nota y rápidamente se apagaron las luces y la gente que estaba sentada comenzó a prender las velas de su mesa solo eso iluminaba y una luz en especial para Dylan, él se arrodillo frente a ella y saco la pequeña cajita enseñando aquel anillo.

Liv solo asintió llorando Dylan le coloco el anillo para después abalanzarse a él llorando en su hombro.

—Tranquila amor, estaremos juntos siempre — beso su mejilla.

Comenzó a escuchar su canción favorita de ambos Ed Sheeran "Thinking Out Loud" y comenzaron a bailar lentamente mientras el local era iluminado por aquellas velas y las lágrimas de aquellas personas desconocidasy Dylan cantándole al oído aquella canción.

Y su historia seguirá.

Lo mejor de esto es que

Él la amaba

Y

Ella lo amaba

Ellos se amaban.

El chico del caféDonde viven las historias. Descúbrelo ahora