Los secretos de Keira.

Capítulo 22

Corrí a sus brazos, no podía creer que en serio era él, mientras corría me transportaba a años anteriores, cuando fue mi muro, fue mi fuerza y sigue siendo importante en mi vida. Tomé impulso y mis piernas se enredaron en su torso.

Mi brazos me obligan a no separarme pero teníamos que hacerlo, sus brazos aún delgados pero fuertes, su cabello más rubio que antes, sus ojos ya no eran verde claros, ahora eran oscuros, su sonrisa, la misma de siempre, una sonrisa triste y nostálgica.

“Te extrañé tanto guapa”, fueron sus palabras mientras dábamos vueltas. Perdió el equilibrio y caímos , fue cuando recordé que no estaba sola. Jacob me ayudó a levantarme del suelo y me acomodó el cabello.

-¿Estás bien?-asentí y volví a los brazos de Esteban.

-Lo siento amigo, te la voy a robar mucho en esta semana, la he echado mucho de menos-habló Esteban.

Iba a estar solo una semana, no me quería separar de él pero aún así me emocionó demasiado el hecho de que esté a mi lado.

-¿Te vas quedar solo una semana?-el solo asintió y me volvió a abrazar.

-Exacto guapa, debo volver pronto a mi casa ya que estoy aquí sin permiso-odiaba que no le prestaran la atención que él se merecía.- Así que disfrutemos mucho esta semana que no me quiero separar de ti otra vez.

-Jamás me separaría de ti lo sabes bien-volví a sus brazos.

-Esteban, te quiero presentar a Jacob- voy a su lado y lo abrazo- me cuesta decir esto, te va a sorprender y mucho, la verdad no sé cómo lo vayas a tomar, él es mi novio.

 Jacob me volteó a ver confundido, y las palabras de Esteban lo hicieron confundir más.

-¿Cómo que novio?, Espera, necesito contexto-sacude su cabello y me toma de las manos- Si estás con él por pena parpadea- su comentario me hace reír a lo contrario de Jacob- Lo voy a tomar como un sí.

Me pone a sus espaldas como si fuese un muro y comienza a alejarme de Jacob, aún confundido Jacob intenta sostenerme pero Esteban no le permitía tocarme.

-Guapa desde cuándo presentamos a los vaciles como “novios”

-¿Vaciles?-Jacob estaba muy confundido.

-Si, ya sabes, el chico o la chica con las que hacen cosas de novios sin ser novios-sus palabras hicieron que Jacob se pusiera pálido- pero claro los dos deben saber de eso.

-Keira, ¿Quién es?-Jacob ya se estaba cansando.

-Es de las mejores personas que pude haber conocido en mi vida- lo abrazo desde su espalda y él deja que Jacob se acerque a nosotros- Es de los mejores amigos que pude haber pedido. Vamos por un helado para él y te cuento todo.

Todo empezó cuando era nueva en Ecuador, mi mamá extrañaba mucho su país y a su familia así que fuimos allá. En el primer año que estuve en el colegio me cambiaron dos veces de colegio el primero era muy lindo pero no había muchas personas, se rumoreaba que iba a cerrar y pues mis padres decidieron buscar otro colegio. Fue en el cambio que tuve que conocí a Esteban, lo conocí cuando era un niño tímido y callado, mientras pasaba el tiempo fue abriéndose a mi, descubrí que no solo era el chico guapo y tímido.

Era un chico con falta de atención por parte de toda su familia, tenía un hermano el cuál él cuidaba. Se crió con su abuelita y aprendió a no tener relaciones estables porque pensaba que si las personas que prácticamente obligados debían estar para él no estaban con él, ¿Qué podría esperar de alguien más?. Fue cuando empezó su etapa de rompecorazones. Ahí estaba yo, ayudándolo a salir con varias chicas mientras le aconsejaba que era mejor dejar las cosas en claro con ellas. Al principio no me hacía ni el más mínimo caso pero cuando se enamoró perdió la razón, más bien su razón.