Capítulo 24

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-¡No! ¿por qué siempre van a dónde saben que está la voz?… Si yo escuchase una voz jamás iría en esa dirección-Esteban veía una película de terror mientras que Elián lo estaba haciendo callar.

-¿Ian si va a regresar con las papitas?-volvió a preguntar Esteban.

-Ya basta, por favor Esteban déjame ver la película- Elián ya se había cansado tanto de que hable a cada nada.

-No pues, no fuera la primera vez que nos conocimos, ahí si suplicaban que les dirigiera el saludo-fue la respuesta de Esteban quien se acurrucó en su sofá y con una de mis cobijas.

-¿No tienes hambre?-el susurro de la voz de Jacob se hizo presente, me encantaba su voz, es como escuchar a mi banda favorita solo que esta te da más placer.- Es un ¿Si?...

-Solo tengo sed, me podrías traer una coca cola-me sonrió y me alejo de su lado para poder ir por lo que pedí. Sin querer sonreí al ver que fue directo a la cocina.

No quité la vista de la puerta por la que entró, pero sentí algunos ojos encima de mi, al voltear me encontré con Elián y Esteban burlándose de mi.

-¿Qué me ven?…¿Se les perdió una igual?- volví a sentarme y subí la mirada a la pantalla en donde se proyectaba la película.

-No-habló Esteban-pero… pareciera que Jacob se te va a perder si no lo ves.

Elián río y olvidó por completo el silencio que pedía para ver la ridícula película. Comenzaron y reír muy bajo mientras aparecía Jacob, me tendió la gaseosa y se acostó en mis piernas, fue ahí cuando detonó más su risa, la cual me tenía harta.

-¿Qué pasa?-me estaba cansando el hecho de no tener respuesta. -Van a hablar o les dejo de hablar por una semana-mi voz sonó mucho más amenazante de lo que quería que se escuchara.

Los dos se regresaron a ver mientras decidían cómo decirlo o al menos si debían hacerlo. Era como ver a los pingüinos de Madagascar cuando son bebés y salvan a Cabo. Así que Elián fue el primero en hablar.

-Que nos parece algo… espera busco una palabra que no te ofenda. -Esteban volteó sus ojos y lo “ayudó”.

-Solo que es algo “nuevo” el verte así- Entendía a lo que se refería así que pensé en dejarlo así, el que parece no haber entendido es Jacob.

¿Así cómo?-no quería tener esta conversación así que levante con cuidado la cabeza de Jacob de mis piernas y me fui con la estúpida escusa de “voy al baño”.

Ahí estaba yo en las escaleras escondida mientras escuchaba como hablaban de lo “nuevo”, al principio no dijeron nada porque pensaron que me había ido.

-¿Qué es lo nuevo?-inquirió Jacob.

-Mira, Keira, es un ser frío, no le gusta demostrar sus sentimientos.-Esteban empezó a hablar.

-Eres con el que más a puesto atención, créeme cuando te digo que Keira solo demuestra sus sentimientos mediante acciones.-aclaró Elián.

-No entiendo el por qué me dicen eso ahora-Jacob se escuchaba muy confundido.

-Keira sufrió mucho ¿Okay?, Los tres sabemos lo que ocurrió… Keira me contó que se abrió a ti y te lo contó, pero luego de eso al ver que volvía a tomar confianza se abrió a alguien-siguió contando Esteban, cada palabra hizo eco en mi mente.- Ella pensó que jamás alguien la iba a desear o ver de una forma diferente a como lo vió su oscuro pasado.

“Cuando dejó un poco de esa desconfianza creyó haber encontrado el amor, se ilusionó mucho con aquel chico, el problema fue que él jamás la quiso de otra forma, solo quería acostarse con ella”- el recuerdo de lo que pasó hace algún tiempo fue un flash. De inmediato e inexplicable, todas las noches en vela, todos los pensamientos en mi contra.

Los secretos de Keira. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora