Capítulo 13

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Un domingo normal en mi familia, Emmanuel en sus juegos, mientras que para Kilian y para mí eran el día de ver películas, esta vez estuvimos en su habitación, ese domingo fue diferente ya que no vimos películas. Más bien fue un maratón de Doraemon, ya saben. El gato cósmico y sus aparatos del futuro. Amábamos ver cómo Nobita aún con los inventos que le daba Doraemon, se complicaba más la vida.

Como siempre, yo abrazaba a Kilian por la espalda, después de lo que me pasó hace algunos años, tengo problemas con el contacto físico, fue Kilian con quién aprendí a sentirme segura y en completa confianza, para poder estar cerca de él, mi pierna izquierda lo rodeaba en la cintura, mientras que mi mano derecha era su almohada.
Kilian me enseñó que aún en la familia puede haber el lazo de una amistad y eso era Kilian, no era solo un hermano, era mi Doraemon, mi amigo, incluso hasta llega a ser como mi papá, pero siempre a sido él.

Fue él y siempre será él mi lugar seguro en quién puedo confiar. Mientras acabábamos de ver 15 capítulos seguidos de Doraemon, paro la pantalla y le indico que iré por Coca Cola, porque claro podernos estar todo el día sin comer, pero sin tomar Coca Cola, jamás. Pensé mucho en contarle sobre Jacob, pero algo no me dejaba hacerlo, ¿miedo?... No, con él nunca, ¿decepción?... Ni cuando me pelee en el colegio lo hizo, ¿egoísmo?... Tal vez él no me quería compartirme con nadie más.

Pero solo supongo cosas ya que aún no se la respuesta de Kilian, mi cuerpo se mueve solo y ahora de nuevo estoy en su habitación, está sentado hablando por teléfono, hago una señal, preguntándole quién es, cuando me dice con movimientos de labios.

“Es del trabajo”

Asiento y reviso mi celular, algunos mensajes, notificaciones de Facebook, comentarios de instagram y hasta una llamada perdida. Pero igual lo silencio y vuelvo a nuestro mundo, recojo la laptop y la asiento en mi regazo. Vuelvo a poner una hora entera de Doraemon, pero el sale de la habitación.

No tomo importancia solo que escucho un grito, es Kilian, salgo corriendo a ver qué pasa y para ver si está bien. Iba a bajar las escaleras pero el grito vino de mi habitación, Kilian había entrado en mi habitación. Él jamás entraba a menos a que necesite algo, pero siempre me pide permiso o cuando sabe que estoy ahí pero obviamente cuando se lo permito.

Él respeta mucho mi privacidad aún cuando yo no soy igual a él, si necesito algo, no me interesa entrar y recoger lo que necesite o si está o no, o si quiero estar ahí pues voy y me quedo en su cama, todos somos ordenados, pero siempre me repite. “Eres mujer y tú privacidad debe ser más grande aún cuando tú no seas la única mujer debes tener tu privacidad muy aparte de nosotros” se refería a Emmanuel y él.

Fue un golpe que me volvió a la realidad. Era Jacob, estaba en mi habitación y Kilian lo había visto, ahora sí ya me metí en problemas. Kilian estaba entre sorprendido y enojado, Jacob, era él, con su sonrisa y tranquilidad pasó a lado de mi hermano.

-Keira- estaba más enojado- explícame. Tienes 3 segundos, o le rompo la cara… - aunque no quería que actuara mal, no pude hablar- ¡Keira!...

-Hey, tranquilo- lo peor que pudo haber hecho Jacob fue meterse- solo venía porque necesitaba algo. 

-¡A la habitación de mi hermana!- gritar en lugar de hablar era nuestra herencia pero Kilian ahora no se controlaba y eso no era bueno- ¡Además, ¿Cómo entraste?!

-Kilian, basta yo te explico-  me mira y ve que no tiene porqué preocuparse. Así que se sienta en la silla de mi escritorio y se queda mirando.- Jacob, ¿Qué necesitabas?

-Te escribí pero no me respondiste- dijo mientras explicaba- necesito uno de tus libros.
Okay ese era un problema, pero Kilian no debía saberlo.

-Claro- finjo una sonrisa – Pero ¿Para qué?

Obviamente no me entendió.

-Tengo un trabajo sobre leer un libro que jamás lo haría- dice de lo más tranquilo- y todos los que tengo ya los he leído así que por eso vengo donde ti…

Los secretos de Keira. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora