Crimen y Castigo

¿Quién eres?

La noche era fría y la luna creciente, por lo que no entregaba la luz necesaria para una batalla, pero aún así, con un bosque abundante por un lado y un cerro alto en el otro, el soukoku debía pelear. Como siempre, Dazai planificó los detalles y Chuuya era quien debía ir al campo de batalla. Lograron derribar los seis aviones que venían tras ellos, pero aún les quedaban dos usuarios de habilidad y Chuuya ya parecía agotado.

-Sé que estás allí -gritó Dazai.

Fyodor saltó de un árbol a solo tres metros de él, quien se encontraba muy alejado del pequeño, ya que, según su plan, su compañero debía matar al más débil primero y luego usar corrupción por seis segundos para eliminar al último. No importaba que su cuerpo estuviese débil, era lo único que se podía hacer.

-¿Acaso ellos vienen contigo?

-No, en cinco minutos más vendrá aquí la Port Mafia. Solo quería conversar.

-Con Mori, supongo.

-Exacto.

-¿Para qué?

-Se lo diré a él, si quiere te lo contará.

-...

Fyodor solo quería hacer un trato con Mori y Dazai acabar con dos usuarios de habilidades indocumentados que eran, a corto plazo, un peligro potencial para Yokohama.

Se oyeron carcajadas junto con gritos y explosiones.

-Tsk! -Dazai se quejó de inmediato- Ya comenzó el desastre. -Dió media vuelta y se dirigió a Chuuya, caminando lentamente, sin importarle que ya habían pasado casi nueve segundos.

El ruso se quedó mirando la escena pensando "¿no debería apurarse?, según tengo entendido, la anulación de Dazai es vital para su compañero". Vió luces que venían al lugar y volvió a su posición inicial, pero no estaba en sus planes que Mori se hubiera ido antes, por lo que solo decidió observar, después de todo ver algo que no apareciera en los informes robados lo convencería de que todo esto no fue inútil.

Uno de los tres automóviles se detuvo por un momento.

-Sí -dijo Dazai a alguien dentro mientras veía como el segundo auto se iba-. Yo tengo planes, así que vayan sin mí.

El tercer automóvil nunca se estacionó "¿Acaso no se llevarán al enano?" pensó.

Al parecer, para Fyodor sí fue todo en vano, por lo que bajó del árbol para adentrarse en el bosque. ¡Bam! ¡Bam! Dos balazos lo detuvieron solo por curiosidad preguntándose "¿Está matando a su propio socio?". En realidad Dazai se aseguró que el primer hombre estuviera realmente muerto, ya que le pareció verlo moverse, pero todo esto el ruso nunca lo sabría.

Pasado un minuto, oyó un motor estacionarse cerca del cerro, se acercó aún más al lugar y vio pasar rápidamente una motocicleta conducida por una chica rubia, y abrazándola, una persona con una gabardina color arena.

Al salir del bosque y llegar al terreno de combate, contempló dos cuerpos tirados a plena vista y al fondo, a los pies del cerro, una pequeña silueta negra. No dijo nada, solo miraba esta última contando los segundos en su mente que se había demorado su "compañero" en anular su poder. "Wow, es mucho tiempo para dejar activo un poder tan destructivo en este cuerpo" pensó estando ya al lado.

El abrigo negro estaba en un rincón tirado con sus guantes, Chuuya sentado con su cuello encorvado que parecía molestarle para respirar, su cabello muy enmarañado y su piel llena de sangre que comenzaba a secarse. El ruso se agachó para tomarlo en brazos como si un marido llevara a su, ahora esposa, a la habitación nupcial, solo que en vez de un cuarto lujoso, era el piso de tierra y césped en lo profundo del bosque. Dobló la ropa para dejarla junto a Chuuya, quien entreabrió sus ojos para ver, bajo la poca luz tenue, un sombrero blanco que parecía hecho de algodón, una piel muy pálida y el brillo de unos ojos púrpuras, intentó hablar, pero no tuvo fuerzas ni para abrir la boca.