C03. 20 abril - Love Shot

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Con un gruñido de dolor, Volkov arrastra su cuerpo por la tierra, el recibir un disparo en el hombro ha dejado todo su brazo incapacitado, por lo que lentamente se mueve hasta quedar en una posición sentada.

Su espalda se apoya contra uno de los contenedores, extiende sus piernas en toda su longitud y deja caer sus brazos sobre su regazo.

Apenas y logro abatir al sujeto antes de colapsar en el suelo.

Se siente mareado por la pérdida de sangre, su camisa rosa ahora teñida de rojo, comenzando por su hombro y extendiéndose rápidamente por su pecho, bajando por su brazo como un río rojo. Su cuello apenas puede soportar el peso de su cabeza, por lo que la inclina hacia atrás para apoyarla contra el contenedor.

Mira el cielo claro por un par de segundos, intentando enfocar su mente.

Habían estado siguiendo una 4x4 desde el cementerio del norte hasta que llegaron a la granja, donde comenzó el tiroteo y luego se separaron...

Y Horacio no está respondiendo a la radio.

¡Horacio!

Levanta con debilidad el brazo que no está herido para accionar el botón de su radio e intentar comunicarse con Horacio.

— Hache, responde... —llama por la radio— ¡Hache, por favor, responde! —solicita, ligeramente exaltado por segunda vez— ¡HACHE, RESPONDE! —grita, perdiendo el control ante la desesperación de no recibir respuesta.

Deja su mano caer bruscamente sobre su pierna, con cada segundo que pasa se siente más débil, su cabeza no para de dar vueltas por lo que no puede concentrarse y su cuerpo se siente entumecido.

Siente que sus parpados pesan veinte kilos y teme que cada pestañeo será el último antes de que no se abran más, la sangre sigue brotando de manera preocupante por su herida, agrandando la mancha en su camisa a medida que el tiempo avanza.

Puede sentir la conciencia escapando entre sus dedos.

Pero...

No...

NO.

Necesita levantarse, tiene que levantarse, ¿Qué es una herida más en su cuerpo, ya maltratado?, puede soportar más que esto, Horacio es más importante que una estúpida herida de bala.

Mira hacia la casa y trata de enfocarse para escuchar.

Todo está muy silencioso.

Le preocupa, está seguro que no abatieron a todos los sujetos y el silencio le pone la piel de gallina, mira el suelo frente a él, a unos cuantos pasos está el hombre al que abatió, quizás ya esté muerto o tal vez sigue vivo, realmente no le importa en este momento.

Sus frenéticos pensamientos son interrumpidos cuando, de entre los arbustos, ve salir a un conejo que se acerca dando saltos en su dirección.

— Hey... —dice con voz débil— Conejo, ¿Vienes a salvarme? —pregunta al animal.

El conejo lo mira un segundo antes de salir corriendo en dirección opuesta, probablemente asustado por su voz, suelta una risita divertida, seguro a Horacio le parecería gracioso que esté hablando con un animal...

¡Horacio!

Mierda, la pérdida de sangre lo está atontando más de lo que creía, con decisión, junta todas las fuerza que puede para intentar pararse, pero apenas y logra moverse.

Mierda, joder.

De repente capta un movimiento por el rabillo del ojo.

Su mirada se dirige de inmediato hacia la casa, con la esperanza de ver salir a Horacio, pero lo que ve en su lugar es una silueta vestida completamente de negro entrando en la vivienda, está muy lejos para saber quién es.

Volkacio: stream collectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora