C05. 30 abril - Falda

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Abre la puerta, entrando en la habitación, da una vuelta rápida y cierra de un portazo.

Comienza a quitarse la chaqueta mojada por la lluvia sin encender las luces.

— Que puto frío hace afuera —murmura— odio este maldito clima.

— Buenas noches, Horacio.

— ¡HOSTIA PUTA! —grita, asustado, pegando un salto y tirando las llaves, solo la suerte lo ayuda a agarrar la bolsa en sus manos antes de que toque el suelo— ¡Coño rus0 te he dicho mil veces que no me des esos sustos!

— Lo siento —se disculpa Volkov, con voz culpable, mientras se levanta del sillón para acercarse a recoger las llaves del suelo.

— ¿Puedes recordar que tengo una afección cardiaca? —regaña, colgando la chaqueta en el closet junto a la puerta— De todos modos, ¿Qué coño haces sentado en la sala a oscuras?

— Bueno, llegue y no estabas —explica, tomando la bolsa de sus manos para que se pueda quitar los zapatos de manera cómoda— Y me senté en el sillón a descansar un rato, creo que me dormí.

— ¿Día agotador? —pregunta, comprensivo, siguiendo su camino a la sala de estar.

— Uff de cojones, malditos payasos de mierda —se queja el rus0.

— Wow, dos insultos seguidos, Si que deben haber colmado tu paciencia —molesta, tomando asiento en la esquina del sofá.

— ¿Dónde andabas a estas horas? —pregunta el rus0 con voz curiosa— ¿Y estás bien, te vi cojear un poco cuando entraste?

— ¿Pero y este interrogatorio? ¿Estás preocupado de que me fuera a pasar el rato con alguien? —se burla el moreno, moviendo las cejas de arriba abajo.

— ¿Qué? ¡No! No, Horacio, por supuesto que no, yo jamás pensaría que me e- —carraspea— Que andarías, haciendo esas cosas —se corrige— Solo me preocupe, porque es tarde y-

— Ya, ya, rusito que te estaba molestando —le hace una seña para que le pase la bolsa que aún sostiene— Fui a la farmacia a comprar un poco de crema para la inflamación.

— ¿Qué paso? —pregunta preocupado.

— ¿Recuerdas cuando jugamos al tenis y me doble el pie? Bueno, me seguía doliendo, así que fui al hospital hoy en la tarde... y me dijeron que me torcí el tobillo —explica— ¡Pero es algo leve! —aclara, al ver la tensión en los hombros del otro.

— Horacio... —suspira— Lo siento.

— ¿Qué? ¿Por qué te disculpas? —interroga, extrañado.

— Si no te hubiera llevado a jugar tenis...

— ¡Hey, no! —interrumpe, enojado— Fue el mejor cumpleaños que he tenido en mi vida, ¿La pasamos bien o no?

— Si, pero-

— Sin, peros, la pasamos excelente y lo que paso fue un accidente —aclara— Como paso en la cancha pudo haber pasado incluso caminando por la acera, y no fue nada grave, así que no te culpes por esto ¿Okay?

— Está bien —acepta, finalmente ante la dura mirada que le dedica Horacio— ¿Pero eso no explica donde estabas?

— Ah, pues estaba en la farmacia comprando algo de crema desinflamatoria —explica.

— ¿A estas horas?

— Es que cuando llegue del hospital me quede dormido, jejeje —se ríe despreocupado— pero ahora me duele un poco la verdad, así que me aplicaré esto.

Volkacio: stream collectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora