C04. 18 abril - Londres

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Un grupo de cadetes se reúne frente a la puerta de comisaria, se encuentran tomando un pequeño descanso para fumar antes de ir a su hora de colación y aprovechando el momento para cuchichear un poco sobre sus superiores.

— Los inspectores están bastante guapos, ¿Verdad? —pregunta, una de las chicas dando una calada a su cigarro.

— Ni que lo digas, que parece serie de televisión con lo guapos que están algunos —se queja una pelirroja.

— Si, si, el inspector Cano está guapísimo —responde, otra de cabello rubio.

— Uff, la verdá a mí me ha gu'tao el inspector Volkov —comenta un chico, con una sonrisa coqueta.

— ¿Volkov? ¿Ese era el ruso altísimo, cierto? —cuestiona, de forma retórica, la primera chica— También es muy guapo, un poco mayor, pero como el vino.

— Nunca había conocido a alguien tan alto antes —agrega la chica rubia, con una mirada pensativa— Es bastante atractivo, tiene los ojos claritos y ¿Le has visto lo grande que tiene las manos? —pregunta, con una sonrisa pícara— Ya sabes lo que dicen de un hombre de manos grandes.

El grupo comienza a reír de manera traviesa, cuando un hombre con un mohawk rojo se les acerca.

— Disculpen —llama el hombre.

— Buenos días, señor, ¿Necesita ayuda? —pregunta el chico, una sonrisa coqueta pero amable para el contrario.

— Buenos días —le devuelve la sonrisa— Sí, estoy buscando al, umm... ¿Inspector? —duda por un momento— Al inspector Volkov.

Los cadetes se quedan mirando al hombre, está vestido con un crop top hoodie rosa y unos jeans negros bastante ceñidos hasta la cadera, dejando a la vista su abdomen trabajado, tiene cadenas colgando del cinturón y una botas de combate hasta media pantorrilla.

Se puede apreciar a través de sus lentes de sol que tiene los ojos pintados con un smokey eye y un delineado negro, acompañado por un rubor ligero en las mejillas. Hay un septum en su nariz, un piercing en la ceja y dos pendientes en cada oreja. Sus uñas largas y afiladas están pintadas de negro, con sus dedos llenos de anillos sosteniendo una gran bolsa de tela blanca con letras de colores.

Sin olvidar la brillante cresta roja que lleva.

El grupo se mira entre sí, preguntándose cómo está relacionado el serio inspector con un hombre tan extravagante.

— Bueno caballero, si me dice su nombre puedo ir a buscar al inspector —responde la chica rubia después de un momento de silencio— ¿Tiene una cita con él?

— Que va —niega con la cabeza— Ya quisiera yo —termina en un susurro entre dientes.

— ¿Cómo? —pregunta, la chica confundida.

— Que mi nombre es Horacio Pérez —dice de manera rápida— Tengo algo para él —agrega, alzando ligeramente la bolsa en sus manos.

— Okay, si espera aquí caballero, mi compañero ira a buscar al inspector.

El chico asiente efusivamente con la cabeza y corre hacia el interior de la comisaria, mientras el grupo se queda en un silencio ligeramente incómodo.

— Y... ¿Cómo han estado sus primeros días en la fuerza? —indaga Horacio.

— ¿Cómo sabe que son nuestros primeros días? —contesta la chica pelirroja con otra pregunta.

— Bueno, puedo ver por su vestimenta que son cadetes, por lo que no deben llevar mucho tiempo aquí —sonríe con amabilidad— Y tienen caras de energía y felicidad, por lo que definitivamente no es mucho, este trabajo agota rápido ¿Saben?

Volkacio: stream collectionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora