-Décimo Quinta Mordida

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—¿Podemos siquiera hablarlo?

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—¿Podemos siquiera hablarlo?

—¿Hablar qué? ¿La manera en la que puedo encajarte los colmillos sin perforarte una arteria?

—MinHo...

—No, amor, no lo voy a hablar, hay muchas más especialistas, buscaremos alguien mas, nos haremos estudios...

—¿Podemos simplemente pensar que es una posibilidad?

—Lee MinHo.

—Lee Felix. Por favor, lo que ella me pide es que te ponga en riesgo, eso es lo que me pide. Y no me interesa si es una posibilidad, no.

—Tú jamás me pondrías en riesgo, jamás. ¿Oíste? Solo piénsalo, por favor amor, ¿No quieres marcarme?. —Pregunta tomando su rostro con cuidado. —No, Min, no llores, no lo tenemos que hacer solo piénsalo.

—¿Que va a pasar si te lastimo?. —Le pregunta. El Omega cuidadoso se sienta sobre sus piernas, con ambas de un lado, volteando antes a ver la cantidad de gente a su alrededor, para no llamar la atención.

Besa su mejilla y limpia las pocas lágrimas que se deslizaron por esas bonitas mejillas y admira un poco los oscuros y brillantes ojos de su pareja.

Esos ojos en donde se refleja la preocupación y el cariño. ¿Cómo temerle a alguien así? Con esa alma tan pura y manos tan gentiles que lo sostienen sobre su cuerpo.

—Jamás me lastimarías. —Le dice para después callar sus futuras palabras con un beso. —Ni siquiera intentes decir que sí, sabes que no lo harías, cariño, lastimar a alguien no está en tu sangre.

Une sus labios lentamente una vez más para tranquilizarlo a él y a si mismo.

—Es fácil para ti decirlo, tú no eres el que me va a lastimar a mí.

—¿Quien te ha dejado esa enorme mordida en el cuello, MinHo? Eso fue realmente peligroso, los omegas no siquiera solemos morder, pero fui un inconrguente y te enterré los colmillos, y todo salió excelente.

MinHo sonríe recargando su frente en el hombro de su Omega, sonríe llevando su mano hacia su marca acariciandola.

—Hablando de eso, tienes que volver a abrirla, ya pasó casi una semana.

—Jamas voy a dejar que se cierre. —Comenta y besa reiteradas veces su mejilla, la tersa y bonita mejilla de su alfa que es fácil de sonrojar. —La abriré una y otra vez llegando a casa... Si piensas en hacer lo mismo conmigo.

—Lixie.

—Solo piénsalo, ¿Bien?

—¿Podemos ir a casa ya? No me encanta que me estés tentando en público.

—Sí te encanta.

—Solo un poco.

—Solo un poco

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 ゚᩿ ⪩  MORDIDITAS ⪨ 𓈒 ˚𝗠𝗜𝗡𝗟𝗜𝗫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora