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"No soy realmente bueno con las redes sociales, lo admito, pero supuse que tú si. Hasta ahora he descubierto muy pocas cosas sobre ti, además de tu residencia y que nos llevamos 4 años. Al parecer tienes un novio el cual es un completo idiota... ¿Por qué estás con el?, eres demasiado buena para alguien así.
Un segundo, ¿Que haces a fuera de tu departamento a esta hora? Te ves frustrada y bastante molesta, ¿El te hizo algo? Nunca permitiría que alguien te lastimara."
Dan ni siquiera se interesó el moretón que su novio le había causado luego de verla "Coquetear" con el mesero del restaurante al que habían ido, salió de su hogar para relajarse y olvidar un poco el dolor, apresurada caminó en busca de alguna tienda para comprar lo que sea, ni siquiera estaba hambrienta o con sed solo quería un momento a solas.
"He aquí mi oportunidad para encontrarme contigo, quizás debí esperar a tu regreso a la librería pero era demasiado tiempo para mi, necesitaba escuchar tu voz una vez más.
Sin que te dieras cuenta seguí tus pesados pasos, realmente el debió hacerte algo y estaba a punto de saberlo, tú destino fue una tienda donde recorriste cada uno de los pasillos sin mostrar interés en comprar algo al parecer, luego de algunos minutos agarraste un snack al azar y te acercaste a la caja registradora, tratando de llamar tu atención hice lo mismo."
—Serían 2,90.—Habló el muchacho frente a Dan.
Ella comenzó a revisar sus bolsillos, "Mierda" pensó notando que no había llevado su dinero.
—Gracias, ya no lo quiero.—Habló dejando de lado el producto.
—Yo lo pago.—Reconoció la voz de un hombre a sus espaldas.
—Oh, no hace falta.—Comentó nerviosa.
Pero el no hizo caso y pagó lo que ella había escogido, incluso si no se lo iba a comer, para Joe fue el momento perfecto para hablar nuevamente con ella.
"Me mostraste una sonrisa de agradecimiento y me invitaste a caminar a tu lado mientras salíamos de la tienda, te ves tan hermosa como cada día, realmente me habías enloquecido"
—Es bueno volver a verte...—Inició la conversación.—Lo siento soy una grosera, soy Seo Dan, puedes decirme Dan.
—Joe Goldberg.—Se presentó.
"Demonios, tú voz es demasiado dulce como tú y un momento... ¿Eso es...?"
—Disculpa mi curiosidad pero, ¿Qué te sucedió?—El mayor señaló aquel moretón.
—Oh... ¿Esto? No es nada.—Fingió reír aunque por dentro quería llorar.—Me golpeé con la puerta de entrada.
"Se que mientes, puedo verlo en tu mirada ese tipo te tiene atemorizada, ¿No es así? De todas formas, me aseguraré de que no vuelva a tocarte un solo pelo, no mereces alguien así en tu vida."
—Entiendo...
—Si.—Aclaró su garganta.—Que coincidencia habernos encontrado ¿Vives cerca?
—A unas 7 cuadras más o menos.—Por primera vez no dijo una mentira, el hecho de tenerla un poco más cerca era una gran ventaja.—Supongo que somos vecinos no tan lejanos.
—Estás en lo cierto.—Rio un poco mirando su edificio.—Aquí me quedo...
"Y volverás con el, realmente tengo muchas ganas de eliminarlo de tu vida para ser el único hombre al que ames."
—Lamento no invitarte a pasar después de lo amable que acabas de ser conmigo pero...
—¿Tu novio?
—Si, mi novio.—Suspiró.—Es un poco celoso y no quisiera meterte en un problema.
—No te preocupes.—Fingió una sonrisa.—Espero verte pronto en la librería, estaré esperando tu reseña del libro.
—Iré pronto.—Ella le devolvió una sonrisa sincera.
—¿Dan?
"Oh no"
—Cory.—Dan se volteó pálida.
El castaño la miró severamente y con tan solo eso la obligó a entrar, no tenía ganas de golpear alguien en frente de su residencia pero estaba seguro de que si lo volvía a ver lo mataría a golpes.
—Largo de aquí.—Gruñó.—Y reza por no volverme a ver porque será tu último día vivo.
"Una amenaza muy fuerte, quizás debiste pensarla un poco más... No te preocupes Dannie, te rescataré de ese idiota."
Joe no dijo nada, tan solo dio la espalda y se marchó. Por su parte Dan trató de encerrarse en el baño para evitar una discusión con su novio.
—¿Desde cuando te haz visto con el?—La sujetó del cabello con fuerza obligándola a caminar.
—¿Estas loco?—Chilló intentando soltarse.
—Cierra la boca.—Al estar en el cuarto la soltó.
Las piernas le temblaban, a pesar de las peleas, insultos y golpes que recibía no terminaba de acostumbrarse.
—¿Desde cuando me engañas? Maldita zorra.
—Juro que no es así.—Su voz empezaba a romperse.
Su mano fue a su rostro, sujetó su mentón haciendo fuerza en las mejillas de Dan obligándola así a verlo a la cara.
—Basura.—Habló con molestia.
Apenas Dan intentó abrir la boca para responder el hizo más presión obligándola a callar.
—No eres más que una pérdida de tiempo.—Dejó su rostro para dar unos pasos atrás.
La miró con decepción como si estuviera esculcando cada parte de su alma, pero sin más que decir le dio la espalda marchándose o intentándolo ya que apenas lo hizo, corrió abrazarlo por la espalda.
—Lo siento...—Se aferró a él, no quería perderlo, era el único que la hacía sentir especial y diferente al resto.—No quiero que te alejes de mi...
Escuchó una risa nasal de su parte antes de darse la vuelta y besar sus labios.
