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—Han pasado solo dos meses desde que me dejaste Cory, y todas las noches pienso en ti, no puedo dormir, ni comer.—Dan lloraba frente a la tumba de su ex novio.—No hay día en el que no te extrañe, extraño dormir a tu lado, extraño tu voz, tu presencia... No soy nada sin ti.

Luego de dejar unas flores en su lápida se marchó del cementerio, en uno de sus brazos reposaba un libro "1985" se sentía avergonzada de no haberlo regresado antes pero no tenía fuerzas para salir de nuevo, para su suerte la universidad no intervino pues había finalizado su semestre y podía darse el tiempo para llorar desahogándose de su pérdida.

Al intentar entrar al lugar, un cuerpo chocó con el suyo haciéndola retroceder por el leve impacto, rápidamente se disculpó.

—¿Joe?—Habló notando al hombre.

—Dan, que bueno que estes aquí. Hace mucho que no te veía.

"Exactamente 12 horas."

—Si... Estos meses no han sido buenos para mi que digamos.—Suspiró.

—Te noto triste, ven te invito un café y hablamos.

—De hecho sólo venía a entregar esto.—Levantó unos centímetros el libro.

—Acabo de terminar mi turno de todas formas.

Dan entró rápidamente a la librería dejándolo con el hombre que remplazaría a Joe en ese turno, rápidamente corrió a la entrada donde Goldberg la esperaba.

—No me vendría nada mal hablar.

"Y te vuelvo a ver sonreír, tú simple presencia me hace feliz Dannie, ¿También te sientes así cuando estás conmigo?"

Luego de pedir un par de cafés para llevar Joe y Dan caminaron por las calles de New York charlando de lo que había sido de ellos en esos 2 meses en los que no se habían visto o al menos Dan no notaba la presencia de Joe siguiéndola a donde sea que vaya.

—Traté de hacer de su entierro algo digno, a pesar de... Todo.—Bebió un poco del café.—Quizás no fue una relación del todo sana pero, era todo lo que tenia y el único que me amaba.

—Los moretones de ese día, ¿El te los había hecho?—Preguntó el mayor observándola.

—Si, pero solo lo hacía cuando estaba enojado.—Murmuró.—Realmente era capaz de aguantar todo por su cariño.

—Alguien que te ama, no te lo demuestra con golpes.—El hizo una mueca de disgusto recordando así a su madre, el también había presenciado como la agredían cuando tan solo era un niño.

El quería protegerla, necesitaba cuidarla de cualquier cosa que pudiera lastimarla, Dan era su adicción y nunca nadie podría sacarla de su cabeza, su mente ahora esclava de ella.

—¿Te gustaría pasar?—Dan preguntó al estar frente a su departamento el cual a cada mes se le complicaba más pagar ya que Cory solía ser quien mantenía ese hogar.

—No... No quisiera molestar.

"Insísteme, por favor."

—Anda, no quiero cenar sola otra noche.—La asiática le mostró una sonrisa mezclada con una mueca, internamente suplicaba que aceptara.

—Ok ok, con tu permiso.

Ambos entraron al edificio donde la más joven vivía.

—Señorita.—La recepcionista la llamó, rápidamente ella se acercó recibiendo un par de sobres, simple correspondencia.

Pronto estaban en el ascensor conversando y riendo, por un momento ella olvidó su luto.

"Me alegra ser el único que puede devolver tu sonrisa, mi mundo necesita mucho de esa hermosa risa si me quieres vivo, justo ahora aprecio tus perfectas facciones, de reojo observo tu silueta e imagino cómo sería hacerte mía en este pequeño espacio. Quiero escuchar mi nombre salir de tus labios y satisfacerte de todas las formas posibles, te necesito."

—Lo siento, no tuve tiempo de ordenar este lugar del todo.—Se disculpó cuando finalmente llegaron al departamento.

Dejó los sobre sobre la mesa y se quitó su abrigo acomodándolo en un mueble, Joe acercó su mirada a la correspondencia y hubo uno que llamó su atención.

"Aviso de desalojo."

—¿Te gusta la pasta? Es mi especialidad.—Ella comenzó a buscar en la alacena lo necesario para preparar una cena.

—Te ayudo.—Se acercó a la cocina.

—No hace falta, puedo sola.

—Déjame ayudarte, sería un mal invitado si te dejara hacer todo sola.

Finalmente la había convencido, aquella tarde/noche pasaron hablando sin parar, por un momento sintieron que se conocían de toda la vida por la rápida conexión que hicieron, luego terminar de cocinar se sentaron a comer.

—¡Cielos! ¿Haz visto esa película?—Dan habló emocionada bebiendo un poco de vino.

—Sueño de fuga, es una película de culto.—Joe no había parado de sonreír en todo ese tiempo, se sentía comprendido por primera vez al parecer compartían muchas cosas en común más de las que el ya sabía.

"¿Realmente eres tú? ¿Tú eres la mujer que he esperado todo este tiempo? ¿Tú eres mi alma gemela?

Estoy loco por ti Dan, soy un loco enamorado..."

It's always you |Joe Goldberg.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora