En una subasta en la que Naruto iba a ser subastado, un noble de al parecer alto estatus lo compra convirtiéndolo en su concubino, el no sabia que la persona que lo había comprado era el Emperador quien lo quería para ser su concubino, tener sus hij...
Era el día en el que Naruto debutaba en la sociedad aristócrata como ahora un mayor de edad, desde temprano se había levantado para ver a su bebé, ducharlo etcétera. Ahora mismo estaba al pendiente de su bebé mientras algunas sirvientas de confianza estaban alrededor de su hijo viéndolo con ternura y halagando su belleza.
— Amo no cree que es hora de que empiece a alistarse para ir a la fiesta de debut? - pregunto Kaede.
— Tal vez no vaya, tengo que cuidar de Menma - dijo sonriendo mientras veía a las sirvientas jugar con los dedos de su hijo, que se encontraba en brazos de su Nana.
— Amo, todas nosotras podemos cuidarlo! - dijeron las sirvientas con emoción.
— Gracias por ofrecerse pero tengo que cuidarlo yo, después de todo es mi hijo - dijo el chico negando.
— Pero amo no puede perderse el debut de mayoría de edad de todos los nobles e incluso el suyo! - se quejo una sirvienta.
— Claro que puedo no estoy obligado a ir - le sonrió a la sirvienta.
— Pero-!
El llanto de un bebé se hizo presente en la habitación y todas las sirvientas dirigieron su mirada al bebé que lloraba en los brazos de su Nana, y empezaron a tratar de calmarlo pero el bebé seguía llorando.
— Violet tráelo, es su hora de comer - dijo el rubio con una suave voz y la Nana no tardó en obedecer al rubio.
— Aquí tiene amo - dijo la Nana entregándole el bebé al rubio.
— Gracias Violet - agradeció el rubio, para después desabotonar un poco su camisa dejando libre su pezón y pegar a su bebé para que tome leche.
— Amo porque no contrata a una nodriza? - pregunto una de las sirvientas.
— Porque yo puedo alimentar a mi hijo con mi leche - dijo mientras veía a su pequeño hijo succionar su pezón.
— No le es incómodo darle leche? - pregunto una sirvienta.
— No, no lo es, cuando sean madres posiblemente lo entiendan - dijo el rubio sonriendo a las sirvientas.
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La fiesta de debut de aristócratas había iniciado y Naruto estaba en el palacio esmeralda cuidando de su bebé, no tenía pensado ir a la fiesta, no después de que el emperador lo olvidará, no quería poner en riesgo a su bebé.
Estaba platicando con sus sirvientas con una sonrisa, cuando de repente una sirvienta entra de golpe a la habitación asustando a todos y haciendo que el bebé llore.
— Que ocurre?, Por qué entras así a la habitación del amo?! - grito una sirvienta.
Naruto al escuchar a su hijo llorar se acercó a la cuna de este y lo tomo en brazos para calmarlo.
— Guardias imperiales vienen a llevarse al amo!, El emperador ordenó que lo llevarán frente a el! - grito la sirvienta alterada.
Todas las sirvientas se alarmaron e inmediatamente fueron hacia su amo.
— Amo debería huir de aquí! - decían las sirvientas.
Ellas sabían de la perdida de memoria del emperador y sabían que si este no lo había venido a ver es porque se había olvidado por completo de el y de el príncipe.
— Por orden del emperador el concubino imperial Naruto Uzumaki será llevado ante el! - grito un caballero entrando a la habitación junto con otros más.
El bebé al escuchar el grito de aquel hombre, estalló en llanto, los guardias llevaron su mirada a aquel llanto y vaya sorpresa que se llevaron al ver un bebé en brazos del concubino que supuestamente estaba en cinta.
— Principe tranquilo no llore - dijeron unas sirvientas hablándole al bebé.
— Ya hicieron llorar a nuestro príncipe! - grito una sirvienta enojada.
— Ahora nuestro amo tardara en volverlo a dormir! - grito otra sirvienta.
— Son unas bestias sin modales!, no se entra a la habitación de un doncel gritando! - grito otra sirvienta.
Todos los caballeros se encogieron un poco ante los gritos de las sirvientas, nunca los habían insultado y regañado tanto, ni siquiera su maestro de espada.
— Chicas tranquilas, ellos no tienen la culpa de sus actos, fue orden de Sasuke que me llevaran frente a el - dijo Naruto a su sirvientas tratando de calmarlas.
— Pero amo! - se quejaron unas cuantas.
— Iré - dijo Naruto volteando hacia la Nana de su bebe para dejarlo en sus brazos.
— El príncipe también vendrá con nosotros! - dijo el líder de la orden de caballeros en un tono firme - es una orden!
Naruto ante eso se iba a negar, pero al escuchar que era una orden no tuvo mas remedio que cargar a su bebe en brazos y caminar hacia la salida de la habitación, solo con Violet detrás suyo. Las sirvientas se iban a quejar pero solo basto una mirada del rubio hacia ellas para que se mantuvieran calladas.
— Vamos - dijo Naruto con su hijo en brazos, empezando a caminar tras los caballeros.
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Todos los aristócratas reían hipócritamente unos a otros en aquella fiesta, muchachos nobles se acercaban a las jovencitas nobles recién debutadas en la sociedad para coquetear con ellas y tener mas conexiones. Las puertas del gran salón fueron abiertas y todos los presentes llevaron su mirada hacia esta, un grupo de caballeros entraron al salón y venían escoltando a una persona.
— Gloria y bendiciones a su majestad el emperador, el sol de Konoha - dijeron los caballeros haciendo una reverencia frente al emperador.
El emperador solo les dio una mirada desinteresada y les indico que podían dejar de hacer reverencia. Vio al chico rubio que lo veía desde lejos con una sonrisa, su corazón se acelero por alguna extraña razón y se sintió confundido, ¡¿Por que le pasaba eso?!.
— Sasuke, me llamaste? - le pregunto con una cálida sonrisa el rubio a el pelinegro.
— Cuantas veces te tengo que decir que no me llames por mi nombre, soy tu maldito emperador no tu maldito amante o amigo - dijo toscamente el emperador al rubio.
Todos los nobles e incluso las concubinas presentes empezaron a susurrar cosas "No el era la adoración de el emperador?", "No se supone que el emperador lo declaro como su concubino imperial y lo quería para ser emperatriz?", esos y más susurros se escuchaban en el salón.
— Su majestad no le hable así a su concubino - susurro Kakashi a el emperador.
— Acaso quieres morir? - pregunto el emperador a el rubio.
Naruto no respondió, pero tampoco bajo la cabeza, al contrario puso una cara de confusión.
Que lindo
Fue lo que pensó el emperador, haciéndolo sentir mas confundido.
— De que hablas?, no entiendo lo que dices - dijo el rubio ladeando la cabeza.