En una subasta en la que Naruto iba a ser subastado, un noble de al parecer alto estatus lo compra convirtiéndolo en su concubino, el no sabia que la persona que lo había comprado era el Emperador quien lo quería para ser su concubino, tener sus hij...
Ahora mismo el emperador se encontraba cargando a su hijo quien se había quedado dormido en sus brazos una hora atrás, mientras hablaba con su concubino.
— Es idéntico a ti - murmuro el emperador mientras veía a su hijo.
— Tienes razón, pero tiene tu color de cabello - dijo el rubio mientras tomaba té en su taza.
— Si.. Perdón.. Por todo lo que te hice cuando olvide la memoria, no recuerdo nada de lo que hice en ese lapso de tiempo - dijo con la cabeza gacha el mayor.
— Bueno fuiste un idiota - soltó de la nada.
— Lo se - dijo con la cabeza gacha.
— Fuiste un ímbecil, idiota, que me quiso matar junto con mi hijo y me humilló frente a los nobles - dijo mientras miraba al emperador.
— Si, lo sé, Itachi me lo dijo..
La puerta de la habitación fue tocada.
— Adelante - dijo Naruto y Violet entro a la habitación.
La rubio hizo una reverencia.
— Gloria y bendiciones al sol de Konoha - dijo respetuosamente la mujer.
— Violet, me dirás qué haces aquí?
— Si amo, vengo por el príncipe Menma para llevarlo con el príncipe Itachi - dijo la sirvienta de forma educada.
— Está bien, puedes llevártelo - dijo con una sonrisa y vio al emperador frente a el - entregale a Violet a Menma.
El mayor no se quería separar de su hijo, pero al ver la mirada de su concubino decidió hacerle caso a lo que esté ordenó.
— Ten cuidado con el, si algo le pasa date por muerta - adviertio el emperador.
— Tenga por seguro de que daría mi vida por el príncipe, su majestad - dijo la mujer.
El emperador algo convencido con las palabras de la sirvienta la dejo ir, para así poder hablar con su concubino.
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Aquella peli rosa veía como su hermosa concubina y próximamente esposa, posaba frente al pintor, de tan solo verla le daban ganas de ir a besarla y acurrucarse con ella, sin duda alguna casa día se enamoraba más de ella.
— Su majestad la luna de Konoha, el retrato de su concubina imperial está terminado - dijo aquel pintor mientras hacia una reverencia a la emperatriz
— No, yo ya no soy la emperatriz, ahora solo soy una noble como cualquier otra - corrigió la mujer - quiero que me lo muestres - pidió la peli rosa amablemente y algo emocionada por ver el retrato de su amada.
— Pido una disculpa su ma- lady Haruno - se disculpo el pintor - aún no puede llevarlo a su habitación debido a que la pintura todavía se esta secando - dijo aquel hombre mientras se hacía a un lado para que la mujer pudiera ver la pintura.
Sakura al ver el retrato de su amada quedó fascinada y maravillada con este, Se veía tan realista que estaba segura de que la pintura saldría del lienzo en cualquier momento, definitivamente el morado me quedaba a su prometida.
— Y que tal? - pregunto el pintor.
— Está hermoso, se te pagará muy bien por la pintura - dijo la peli rosa a el pintor - puedes retirarte.
— Con su permiso Lady Haruno y Lady Hyuga - dijo el pintor para después salir de la habitación.
— Y cómo quedó? - pregunto suavemente la oji perla a su amada, mientras olía las flores entre sus brazos.
— Hermoso, quieres verlo? - pregunto la oji verde.
— Claro - dijo la concubina y se acercó a ver el hermoso retrato que le habían hecho.
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— Es hermoso - Murmuró la oji perla.
— Lo es porque tu estás en el - sonrió la oji verde y abrazo a su amada por la cintura.
La Hyuga se sonrojo al sentir los besos de la Haruno en su cuello sin embargo no dijo nada y dejo que continuará haciéndolo.
