Capítulo 3

11 0 0
                                    

Entras al baño con dolor de cabeza. Estas abrumado por toda la información que acabas de obtener, no solo viste a un doble tuyo, sino que también un chico loco te dio una carta de amenaza que no tenía sentido.

Te mojas la cara intentando despejarte, con cuidado te secas con la manga de tu sueter y te sorprendes cuando vez a un policía salir del baño.

¿Qué hace un policía en la escuela?

Tragas saliva repasando tu memoria hasta dar con algo ilegal que hayas hecho, ¡Oh dios! ¿Estará por las incontables muertes que has causado en tus libros? ¿Será por la poca estabilidad que has dejado en tus lectores? ¿Tu doble?

Empiezas a hiperventilar nervioso, sin saber que hacer y te tallas el sudor en tus pantalones, tienes una cosa en claro y es salir de ahí, pero estás tan nervioso que chocas con él y la nota cae.

¿Cuantos paros cardiacos vas a sufrir a lo largo de tu vigésimo cumpleaños?

Piensas que te va a reprender y que estás acabado, te empiezas a imaginar miles de escenarios donde podrías sobrevivir en prisión.

Hasta que lo ves palidecer.

- ¿Quién te ha dado esto? -Lo miras confundido y algo asustado ante su actitud, sobre todo cuando se acerca y te pone ambos brazos sobre tus hombros y te sacude en busca de una respuesta.

-Eh... Me esta lastimando.

-No tengo tiempo para bromas, chico, ¿Cómo has dado con esta nota?

-Eh, un chico me lo ha dado alterado. Mencionó algo de ser su próxima víctima. ¿Qué quiere decir?

-Eso no importa. Soy el comisario Damián Barrios y te mantendré a salvo. Tienes que venir conmigo.

Lo miras confuso y decides:

A) Aceptar su ayuda. Dirigirse al capítulo 5.
B) Decirle que gracias, pero que estarás bien. Dirigirse al capítulo 4.


 Dirigirse al capítulo 4

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Elige tu historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora