16 || Calcined fur

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16 || Pieles calcinadas

16 || Pieles calcinadas

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-Muévete. - la empujó haciéndola casi tropezar con unas ramas.

Ella se aguantó las ganas de soltarle unas palabras para sus adentros.

-Ahí adelante hay una hilera de minas - les señaló el lugar exacto -, si entrias no puede ser por el camino de la puerta, está todo minado, tenéis que cruzar por un lateral, hay ya os habrán visto pero no les quedan a penas balas. - dicho todo aquello se giró por completo al hombre cubierto por pinturas y esperó a que cumpliera su parte.

No sentiría remordimientos o culpa por esa gente, de hecho, esperaba que tuvieran una muerte lenta y dolorosa a manos de esos barbaros.

Por ella que se masacraran mientras estuviera bien lejos.

-No se puede confiar en ti, traicionas a los tuyos.

-Ellos nunca fueron "los míos" - repuso levantando las manos amarradas.

-A la gente como tú se les llama traidor. - habló una mujer de melena rubia y pintura de guerra, llevaba con el calvo todo el tiempo, había notado que no se separaban demasiado.

-Yo prefiero superviviente - rectificó -. No tienen ninguna posibilidad, y muchos lo saben.

En cuanto dijo aquello Tristan se acercó y de forma brusca y violenta agarró sus muñecas cortando las sogas.

-Lárgate. - la chica se tocó las zona adolorida y no dudó en obedecerle, la sangre correría en breves instantes.

Bellamy aguantaba en su puesto con Roma y Miller hasta que la cosa se empezó a torcer, los terrestres empezaron a salir de todos lados y los chicos sintieron la verdadera amenaza, había llegado el instante de luchar de verdad

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Bellamy aguantaba en su puesto con Roma y Miller hasta que la cosa se empezó a torcer, los terrestres empezaron a salir de todos lados y los chicos sintieron la verdadera amenaza, había llegado el instante de luchar de verdad.

Eran más fuertes, más agresivos, más implacables.

Tumbaron a Bellamy, Roma huyó, Miller luchaba contra otro una vez se agotaron las balas, y el enemigo no dejaba de avanzar a toda ostia arrasando con todo lo que tenía por delante.

Octavia llegó en el momento justo para salvar a su hermano, pero todo se torció cuando una flecha atravesó su pierna.

-¡No! - la sujetó - ¡Miller, replegaos! ¿Puedes andar? - la chica negó aturdida por la reciente sensación, le llevó un tiempo entender que su pierna había sido ensartada por una flecha enemiga - Te llevaré tras la muralla.

𝐉𝐔𝐒 𝐃𝐑𝐄𝐈𝐍 𝐉𝐔𝐒 𝐃𝐀𝐔𝐍! → 𝙹𝙾𝙷𝙽 𝙼𝚄𝚁𝙿𝙷𝚈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora