¤¤¤¤CAPITULO 2¤¤¤¤
Subí al auto y le di la dirección a mi chofer.
—Esta usted muy bonita señorita —el chófer me piropeo raspando su garganta.
¿Pero que se creia para tan siquiera dirigirme la palabra?.
—Solo maneje Hernández, para eso le pago—crucé los pies para que no descubriera mi secreto.
Hernández empezo conducir para llegar al destino de la señorita Mónica. Todo estaba bien, callado, relajante, la chica empezo a teclear su celular hasta que sintió algo.
—¿Que paso Hernández? —dijo ella arreglándose.
—No se preocupe señorita, solo perdí el control.
— pues no pier- —la palabras no acabaron cuando otro movimiento brusco sucedió.
—Maldita sea —el hombre susurro acelerando —nos están siguiendo.
—¿Nos están que? —dije poniéndome nerviosa, mire hacia atrás y efectivamente, había un auto siguiéndonos.
—Deme el arma —fue lo primero que se me ocurrió.
—¿¡Que!? —Hernández grito sorprendido.
—¡Que me de el arma, joder! —grite intentando tomar su arma.
—No le daré el arma, su novio me mataría —se negó.
—Mi futuro esposo te mataría si supiera que morí por su negligencia, deme la maldita arma Hernández.
Hernández no tubo mas remedios que darme el arma. La sobe y por el vidrio de atrás tire la primera.
—¡Pero que hace! —grito ante el primer disparo —hara que nos maten.
—Usted solo maneje —baje una ventanilla y saque medio cuerpo para intentar dispararle a una goma del auto de atrás —¡fuck! —grite cuando fallé nuevamente —busque una carretera dónde halla mas autos —entre sentándome para sobar mi arma nuevamente.
—Eso intento señorita, siéntese y póngase el cinturón de seguridad.
—Estoy ayudando —aunque el auto se encontraba en completo silencio nosotros hablabamos fuerte.
Volví a sacar mi cuerpo cuando Hernández gira en una curva y hace que me caiga de lado pegandome con el asiento del copiloto.
—Sea más delicado —bramé.
—Ah, quiere que valla a pasos de bebé cuando nos están siguiendo —volvió a girar y mi cuerpo nuevamente se fue de lado.
—Eres un salvaje.
—De nada, al parecer la quieren viva.
—¿Que?.
—Ellos, no disparan, solo nos siguen.
—¿Porque creen que me siguen a mi y no a usted?.
—Yo soy un pobre diablo, usted es la adinerada aquí.
—Y cree usted que eso lo priva de que sea un hombre problematico que lo hayan encontrado y que ahora lo quieran matar con una hermosa mujer dentro.
—¿Hermosa mujer dice? —dijo en tono de burla —pero si usted se caracteriza por ser una mujer irritable e incompetente.
—¿Me dijo incompetente? —hable un poco molesta.
ESTÁS LEYENDO
Mónica🍀 Frenada Necesito Arreglarla.
RomancePORTADA TEMPORAL. Mónica. Sus manos agarraron mi polla y empezaron a masturbarme, era increíble mi imaginación, porque sus ojos estaban deseosos mirando fijamente mi glande, su boca aguada y lista para devorar. -Perdóname jessie, no fue mi intenció...