¡no me toques!

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            ¤¤¤¤¤¤ CAPITULO 6¤¤¤¤¤¤

—Oye yyy ¿naciste negro? —le pregunte a lo que el me miró fulminante —no es por nada malo, es que hay gente que de por si nacen blancos y luego se van poniendo negros, el sonrío con ironía mientras negaba con la cabeza —oye no seas idiota solo estoy intentando hacer una conversación con usted.

—Y hablar de mi color fue lo primero que se le ocurrió, osea, ¿estudiaste? ¿Tienes famila? ¿Como llegaste a hacer lo que eres? ¿Hablame de tí?, no, eso es muy cliché, mejor pregunto algo mas random ¿naciste negro?.

—Eres un grosero.

—Y usted una estúpida —el se encontraba sentado en la mesa escribiendo algo.

—¿Que tanto hace en ese cuaderno?— me acerqué para ver y él inmediatamente cerro lo cerró— ¿no cree usted que esta muy viejo para los diarios?— pregunte atónita.

—No es un diario —negó.

—¿Ah no? —dije cruzando mis manos y afincado todo mi peso en un solo pie tipo modelo de pasarela —¿y porqué no quieres que la mire?.

—Porque no me da la gana.

—Es usted un imbécil y si yo quiero ver algo lo miro — estire la mano para tomar su cuaderno pero el tomo mi mano muy fuerte antes de que lo tocara.

—Dije que no la va a ver —me dijo con un tono autoritario y soltó mi mano de manera brusca.

—!oye! —me queje sobando la zona afectada de mi muñeca —eres un animal negro de mierda— gruñí muy enojada

—Genial, aparte de narcisista ahora es racista, no se ni porqué me sorprendo, durante estos dos días de castigo hacia mí lo único que ha hecho es gruñir, quejarse,bramar, insultar, tiene suerte de que la hayan puesto en mi cuidado porque otro ya le hubiera sacado el Cinturón como una niña. Porqué eso es lo que parece, una niña, váyase a llorar en la habitación porque esta secuestrada y déjeme en paz —espetó.

—No soy racista tarado de mierda y mucho menos narcisista, solo digo lo que pienso, cuando lo pienso.

—Que conveniente.

—Déjeme terminar imbécil,—lo callé enojada —si lo que quieres es mis lágrimas se va a volver polvo esperándola porque no se la voy a dar, me escucho, a mi me respeta y cuide mucho el tonito con el que me esta hablando, usted no me conoce y que sea la última vez que usted me ponga la manos encima.

—¿Y si no cuido mi tono que?— susurro audible y autoritario para ambos, se levanto de su silla de repente y camino hacia mi lentamente mientras que yo caminaba hacia atrás a su misma velocidad —¿que hará? — su voz se hacia mas profunda y fría — ya me canse de sus amenazas, tiene que entender de una vez que aquí usted es solo una reclusa y los reclusos obedecen y no exigen, usted lo que mas  hace aquí es exigir y no obedecer.

—Ah claro, es que aquí si no me matan de hambre, me van a matar de gérmenes —tengo dos días sin cambiarme de ropa, dos días en esta cochina casa, dos días fuera de mi vida y así ¿piden que no me queje? Deje y le pregunto ¿tiene usted hijo?.

El pensó antes de responder.

—No —dijo firme.

—Imaginemos que si lo estuviera, que estuvieras a una niña —el se tensó, ambos estábamos muy cerca uno del otro —y que esa niña fuera secuestrada y le estuviera pasando todo lo que me esta pasando a mi en estos momentos ¿como se sentiría usted?.

—Dos cosas —dijo señalándome un dos con los dedos —una, usted no es una niña y dos, mi hija sería mi hija y usted sería usted, no digas estupideces.

Mónica🍀 Frenada Necesito Arreglarla.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora