Mónica🍀 Frenada Necesito Arreglarla.

La estrella de adan

              
             ¤¤¤¤¤ CAPITULO 9¤¤¤¤¤

Alonso

Estaba jodido, me encontraba en un bar, sentado y tomándome unas copas, mi camisa tenía los primeros botones desabotonado y mi pelo parecía un nido de pájaros de lo desordenado que estaba. Tome mi teléfono cuando una llamada me entro.

—Hola —dije cuando descolgué el teléfono.

—¿Encontraste el anillo de zafiro? —la voz del otro hombre se escucho en la linea.

—Si no lo haces pronto tu querida novia va a sufrir las consecuencias.

—No la toquen, ya les dije que lo ando buscando —maldita piedra de zafiro.

—Solo tenías un trabajo alonso, llevarle la estrella de adan a mi esposa.

—Me asaltaron.

—No me acuerdo de que hayas devuelto el dinero que te dimos por ese encargo.
— no respondí —bien, encuentra la piedra y todo volverá a ser como antes, además que necesito pedirle el matrimonio a mi novia con ese anillo.

—Cuando lo encuentre no volveré a trabajar para ustedes jamás.

—De aquí solo sales muerto —amenazo.

—Me tendrán que matar entonces—colgué el teléfono en un acto de rabia —¡maldita sea! —le pegue a la mesa levantándome para irme.

—Señor —una camarera me freno—disculpe pero tiene que pagar esos tragos que se tomo.

—Ok —saque mi alma y le dispare en la cabeza armando un desorden en el club
— que el diablo te los pague por mi— le lancé un beso en el aire y sali de ese maldito lugar.

Ese anillo, ese maldito anillo me acuerdo que se lo había dado a Mónica. Pero no se dónde lo había guardado.

—Te tengo una sorpresa le sonreí.

Estábamos en una terraza, solo nosotros dos, era de noche y las luces que colgaban mas la luz de la luna se veian maravillosas, su vestido blanco holgado y su pelo que bajaba por sus senos la hacian ver maravillosa.

—¿Otra? —ella sonrío mostrando sus diente —ella se encontraba sentada frente a mi, me levante suspirando de la emoción y me arrodille frente a ella

— ¿Te quieres casar conmigo? —ella puso sus manos en la boca de la emocion y detrás de nosotros unos mariachis cantaron mientras tocaban

Asintió, asintió lanzándose a mi y abrazándome.

—Te amo —murmuró ella con lágrimas en los ojos — te amo mucho —le coloque el anillo y nos besamos en un beso tierno y suave, sus labios se abrieron dandole paso a los míos, la sensación era cálida y placentera, sentía y saboreaba cada parte de su boca.

— Yo te amo mas cariño —le dije cuando nos separamos y le di un beso en la frente.

Días después le pregunte a Mónica por el anillo, mi plan era dárselo y hacer que se emocione, robárselo y que ella crea que lo perdió haciéndola culpable de perder tal pieza cara y devolverle el anillo a quien le pertenecía, pero la estúpida me dijo que lo había guardado muy bien.

—Amor ¿dónde esta el anillo que te regale? — le pregunte viéndole el dedo vacío

—Lo guarde — mi rostro se desencajo y gotas frías de sudor bajaron por mi espalda

—¿Do-dónde? —  pregunté nervioso

—Esta muy bien guardado alonso, no te preocupes, investigue y me di cuenta de que la piedra era de zafiro y la que me regalaste era la estrella de adan valorada en 100 millones de dólares, no la quería perder, así que la guarde.

—Pero quiero saber dónde la guardaste
— le dije con falsa calma.

—Esta en un lugar muy secreto que solo yo se — me dio un beso en los labios.

Estábamos en la sala sentados, ella tenía una margarita, su ropa esta vez era un enterizo corto de color negro holgado de tela y unas sandalias altas que le quedaban divina. Su pelo como siempre suelto y espectacular.

—Pero y yo no puedo saber — me levante con ella y la seguí a la cocina.

—Ummm no — se giró tomando mis manos y poniéndolas en su cintura mientras que colocaba sus brazos encima de mis hombros, con sus manos acariciaba mi pelo de atrás.

— ¿Por que? —lo que para ella parecía un juego para mi era la muerte.

—¿Por que quieres saber?  — sonrío con seducción mirando mis labios —al fin y al cabo es mi anillo.

—Tienes razón —dije siguiendo su juego para que hable —pero si algún día sufres de amnesia yo te recordare dónde esta el anillo.

Ella echo una carcajada tirando su cabeza hacia atrás.

—Entonces un día antes de sufrir de amnesia te diré donde esta el anillo.

—Y como sabrás que tendrás amnesia el día anterior.

—Intuición —dijo pensando.

—¡Intuición! —reí con falsedad.

—Si, intuición —me dio un pequeño beso en los labios —porque no vamos a la cama y jugamos a hacer el amor.

—Primero tienes que decirme dónde esta el anillo — la bese devuelta.

—Ummm ¿con que en esas estamos?.

—Solo se buena conmigo — le puse cara tierna.

—Si tu eres bueno conmigo y me follas.

—Dame una pista — le pedí.

—Ummm, Dos adultos queriendo ser niños.

—¿Que? — ella sonrío de medio lado — dame una pista real.

—Y quien dijo que esa es falsa.

Quería hablarle de nuevo pero ella atrapo mis labios en un beso salvaje y yo no era quien para decirle que no al sexo.

Pare mi auto frente a su negoció, una tienda de maquillaje "external beautty" ese era el nombre de su marca y bien que le salia porque era una de las mas reconocidas al nivel nacional e internacional.

Con las llaves que tenía Abrí la puerta, estaba cerrada ya que era domingo y las empleadas no trabajan ese día, entre a su oficina para buscarlo. Pero era inútil ya que no aparecia por ningún lado, abrí cajones, desordené mesas, quite cojines y nada. No fue hasta que me fije en un cuadro *dos adultos queriendo ser niños* había un cuadro de nosotros dos puesto en la pared frente a su escritorio, puse una silla y me subí ahí para quitarlo con la esperanza de encontrar algo.

—Maldita sea — grite cuando me encontré con una pared lisa —debería dejar que te maten por perra — dije en un acto de enojo volviendo a poner el cuadro en su lugar.