Capítulo 10. Al final todos somos egoístas.

2 1 0
                                    


"Si hay algo seguro en esta vida, si la historia nos ha enseñado algo, es que se puede matar a cualquiera"

Al Pacino (El Padrino III)


Freya.

–Tú me obligaste a escribirle.

Estaba mirando mi pantalla del móvil, el "escribiendo..." del estado desapareció y me quedé más ignorada que la publicidad de YouTube.

–Lo dejaste tirado, debías hacerlo – Lily había ido directo a casa cuando le avisé que ya estaba de vuelta y lo primero que me obligó a hacer fue escribirle a Camilo.

–Pues ya ves, no le importa – me dejó en visto y me iba a escribir algo, pero... ¿por qué no lo hizo? 

Ya estoy sonando como una paranoíca, lo he dejado plantado, obvio que no tiene que contestarme, además no tiene ningún deber conmigo, pero la verdad esperaba que me diera la oportunidad de explicarle y volver a verlo, me dijo que lo llamara cuando me habó por el móvil de Víctor.

–Mírame chica, te lo voy a decir por experiencia, no escojas al chico malo, al de la moto; además este Camilo es un papasito – Lily me arrebató el móvil y se mordió el labio inferior – de seguro ya está durmiendo.

Trató de quitarle importancia.

–No tengo que escoger a nadie, por Dios, que películas te montas.

–Es que es muy fuerte amiga... la moto, la chaqueta negra, los "ojitos de yo no fui"... pero ¡no!, esos chicos no, ¡Red Flag!

–¡Lily, reacciona! que no, que no tengo que elgir, Camilo tiene novia y Víctor es un idiota, además no se traen nada conmigo, tranquila.

Se levanta y suspira, un poco decepcionada.

–Lástima lo de la novia, seguro es una vívora.

Asentí.

–Siempre lo son, y él con su carita de ángel. Pero bueno cuéntame por qué te fuiste sin decirme, por poco me da una embolia.

–No pasó nada – le quité de vuelta el teléfono, la última vez que se lo dejé terminé en una cita sin saber.

–Sí, claro, y por qué no mejor me das un diploma de tonta. ¡Anda chica, dime!

Lily es demasiado insistente, si no le cuento me tendrá loca toda la noche y se queda a dormir en casa, es mucho tiempo para mi paciencia.

–Encontré un caso muy extraño entre los archivos de papá – decidí omitir el cómo la encontré, además ya ella sabía que muchas veces le robaba cosas para inspirarme.

–Entonces...

–Tenía que ir a hacer unas preguntas y...

Me interrumpe.

– Y te decidiste ir, así de momento, sin avisar y dejaste al chico plantado en la mesa, salímos corriendo como locos detrás de ti ¿sabes, no?

–Lo siento, no debí hacerlo, ví la oportunidad y no lo pensé.

–Vale, lo único que te pido es que no te enamores del chico de la moto, no al Travis Maddox, ni Hardin Scottt en tu vida, ¿son sexys? Pues sí, pero nos convienen.

Está como una cabra, ni por la cabeza me ha pasado algo así, no tengo tiempo para dramas amorosos, pero la verda es que los chicos están indudablemente buenísimos, supongo que debe ser de familia.

¿Quién eres tú?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora