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El corazón de Minghao iba palpitando de forma muy apresurada.

Intentaba calmarse a sí mismo internamente para no entrar en pánico y no caerse del maldito borde del edificio.

No habían muchas cosas de las cuáles sostenerse, por lo que un paso en falso provocaría una fea caída, y aunque sobreviviera a ella, el patio estaba infestado de esas criaturas, que parecen solo multiplicarse conforme transcurría el tiempo.

—No me sigas tan de cerca— Le pidió a Mingyu, quién iba siguiendo sus pasos— Puede que tenga que retroceder.

El más alto asintió, esperando a que se moviera un poco más para seguir avanzando.

Habían logrado rodear el costado Este del Instituto, y llegaron al Norte, pero aún debían llegar hasta su salón que por cierto estaba un piso más abajo.

Sinceramente no había pensado como bajar desde allí en el momento que decidió que esta sería una buena idea. 

—¿Deberíamos regresar?— Preguntó Seungcheol, al notar que había dejado de avanzar.

—No, no— Aseguró, buscando algo que podría ayudarles— Déjame pensar por un minuto...

Había una especie de tubo más adelante, del cuál podrían deslizarse, pero dudaba que pudiera soportar sus pesos. Miró por la ventana que tenía enfrente también, con la esperanza de que hubiese algo que les pudiera ayudar.

Bingo.

Era un aula, y aunque esta no tuviese nada, por la puerta abierta se podía ver claramente una manguera de incendios. Desde el año pasado se había hecho una colecta para el equipo de emergencia de la escuela, por lo que está seguro que es de calidad y podrá ayudarles a bajar.

—Necesito entrar allí— Declaró, y de reojo pudo notar las expresiones incrédulas de los otros dos —Hay una manguera en el pasillo, con eso bajaremos.

—No sabemos si esas cosas rondan por el pasillo— Advirtió Mingyu, frunciendo su ceño— Es peligroso, Hao...

Observó nuevamente el pasillo de adentro, y al no escuchar nada, decidió hacer otra cosa imprudente.

—Solo cierren la puerta de la izquierda, yo sé lo que hago— Dijo, y sin esperar una respuesta, deslizó la ventana para abrir, saltando en un movimiento fluido y rápido a correr hacia la otra puerta.

—¡Mier...! Minghao...— Su amigo masculló, apresurándose a acatar lo pedido— ¿Que demonios?

Asomó su cabeza levemente por la puerta, pero metiéndola y cerrando abruptamente al ver como algunos grupos de zombies se encontraban a ambos lados del pasillo.

No parece que se hayan percatado de sus presencias, sin embargo, esto volvía su trabajo de tomar la manguera mucho más difícil de lo que pensó, contando que el pasillo era más ancho de lo que recordaba.

Debía ir muy rápido de ida y vuelta si no quería que lo atraparan.

—Minghao, déjalo, encontraremos otra forma de bajar— Dio como consejo el mayor, colocando una mano sobre su hombro— Dijimos que nos cuidaríamos, así que no te dejaré arriesgarte tan tontamente.

Su convicción se contrajo levemente ante las palabras de Seungcheol.

Realmente solo lo conocía de vista antes, y tampoco es que haya pasado mucho tiempo con él, solo algunas horas, pero solo ese tiempo bastó para ver como era alguien leal que protegía a sus conocidos.

Como lo hizo con Joshua, y como lo hace ahora con él.

Aún así, aunque esté conmovido por la preocupación del mayor y de la promesa que quiere seguir, él sabe que para poder continuar, se deben tomar algunos riesgos.

Instituto Sebong [SEVENTEEN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora