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Ante el caos de la ciudad, las autoridades no encontraron otra opción más que restringir la entrada y salida de Sebong. Los servicios de rescate hacían todo lo que podían para ayudar a los civiles, y llevarlos a zonas seguras.

A penas era el primer día, pero los estragos que provocaban esas criaturas ya se habían salido del control de todos.

En la estación de policía local no se encontraba ni un solo oficial, solo personal administrativo, ya que todos los demás iban de ida y vuelta escoltando a personas atrapadas o heridas. No se podían llevar al hospital, porque según sus fuentes, este ya estaba infestado de esas criaturas.

—Capitán Park— Llamó uno de los oficiales por la radio— Lamentablemente perdimos a siete de nuestros hombres en el distrito sureste al centro durante la búsqueda.

Soltó un pesado suspiro mientras observaba por la ventana del automóvil, en busca de cualquier tipo de movimiento.

—¿Hallaron sobrevivientes?— Preguntó, echándole una mirada a su compañero, quién conducía despacio pero constante en caso de que tuviesen que acelerar en cualquier momento.

—Si señor, un grupo significativo de civiles está siendo llevado ahora mismo hacia la tercer zona segura— Avisó el oficial desde el otro lado de la línea— ¿Nos movilizamos según lo acordado, señor? ¿Hacia el sur donde queda el Instituto Sebong y el distrito GangAji?

Se lo pensó un momento, considerando las alternativas y a como estaba la ciudad actualmente.

—Hasta donde sabemos, la mayoría de los contagios se propagó en esas zonas. No hemos tenido contacto con nadie de allí en horas...Yo digo que primero evacuemos a quiénes no se han infectado, para resguardar la mayor cantidad de personas posibles.

—Pero señor...

—Cabo Im, conozco el riesgo y las consecuencias que se darán con esta decisión— Aseguró, suspirando— Cumpla con lo pedido.

Con eso, cortó la transmisión, concentrándose nuevamente en su trabajo a mano.

Sin saber que el otro oficial no se quedaría de brazos cruzados.

*******

No está muy seguro de la hora, pero su estómago rugía exigiendo comida.

Así fue como se terminó despertando en la madrugada, con el estomago vacío y unos brazos que no le dejaban moverse.

Hansol suspiró cuando por fin logró librarse del abrazo de Seokmin, quién seguía profundamente dormido.

—What a cutie— Murmuró, disponiéndose a revisar el equipo que había preparado anoche. El sistema ya estaba cargado, así que podrían utilizar las bocinas de la escuela para contactar a Soonyoung, y también a Jun.

O al menos eso esperaba.

—Seokmin— Llamó, sin obtener respuesta, así que se acercó al mayor, sacudiéndole del brazo con su pie— Hey, Seokmin.

—¿Hmm?— Balbuceó, estirándose en el suelo— Tuve una pesadilla anoche— Hizo una ligera mueca de tristeza, que imitó el mayor al abrir los ojos— Ah...no fue una pesadilla.

—No...pero al menos ya podremos enviar el mensaje a tus amigos— Reconfortó, con una ligera sonrisa, extendiendo su mano para ayudarle a levantarse— Vamos.

*******

La noche anterior había hecho algo de frío, por lo que los seis habían dormido demasiado cerca para entrar en poco en calor.

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⏰ Última actualización: Jan 24 ⏰

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