Campos de Oro

Capítulo 29 - Colocación de trampas

Yu Xiaocao aprendió a colocar trampas muy rápidamente porque estaba motivada. Al mediodía, ya podía hacer todos los pasos de forma independiente. Antes de que ella se diera cuenta, el grupo había entrado en la parte más profunda del bosque.

* ¡Bam! *

Una nuez dura cayó y golpeó la cabeza del Pequeño Shitou.

– ¡Yeouch! ¿Quién me golpeó? –. El pequeño Shitou sostuvo su cabeza y levantó los ojos para encontrar a la persona que lo atacó.

* ¡Bam! *

Otra nuez lo golpeó en la frente. Una ardilla gris ceniza asomó la cabeza a través de las hojas y miró a los tres humanos con curiosidad.

–Estúpida ardilla, ¿cómo te atreves a tirarme cosas? –. El pequeño Shitou recogió una piedra del suelo y la arrojó hacia los árboles. La ardilla, con otra nuez en sus patas, se lanzó a través de las ramas y desapareció.

Yu Xiaocao se inclinó y recogió el 'arma letal' del suelo y descubrió que era una avellana. Ella se rio, – ¡Shitou, ganamos el premio gordo! Este es un árbol de avellana, si salteamos estas nueces ¡sabrán realmente bien! Cuando terminemos de colocar las trampas, también deberíamos cosechar algunas avellanas para tener más variedad para comer durante el invierno.

El Pequeño Shitou no estaba interesado en la idea y se negó, – ¡No quiero! ¡Todo ese trabajo duro no nos beneficiará! ¡No vamos a ser nosotros los que comamos estas avellanas!

Zhao Han rápidamente repasó ideas en su cabeza y encontró una solución. –Si ustedes dos confían en mí, entonces pueden dejar las avellanas en mi casa. Siempre que quieras comértelas, haré que mamá te las cocine. ¡Ustedes pueden comerlas en mi casa!

– ¡Esa no es una mala idea! –. Yu Xiaocao sonrió con deleite. En el futuro, con el agua de la piedra divina, la cantidad de caza que atrapó no sería pequeña. Sin embargo, no podía llevarse el juego a casa, ya que no se beneficiaría de él. No tener un escondite para sus lances la había atormentado. Ahora, su problema estaba resuelto. ¡Era como si hubiera tenido sueño y hubiera aparecido una almohada de la nada!

Zhao Han corrió por el árbol de avellana extremadamente alto. Arrancó todas las avellanas maduras y las dejó caer al suelo. La cosecha iba demasiado lenta para el gusto de Yu Xiaocao, así que agarró una rama gruesa y comenzó a golpear el árbol de avellana. Hojas y ramitas cayeron a su alrededor.

Este árbol en particular estaba en el lado más viejo. Las avellanas que cultivó no eran muy grandes, pero la cantidad tampoco era pequeña. En cuestión de minutos, los tres pudieron recoger una canasta llena de avellanas.

–Afortunadamente, el hermano Han trajo una canasta hasta aquí. ¡De lo contrario, no sabría cómo llevaríamos estos locos a la aldea! – El Pequeño Shitou sonrió ampliamente, y sus ojos se entrecerraron en pequeñas medias lunas.

Cuando los tres volvieron por la misma ruta por la que llegaron, Yu Xiaocao mantuvo los ojos bien abiertos para buscar las trampas que habían colocado antes. Al ver eso, Zhao Han se rio entre dientes, –La captura de liebres requiere un poco más que eso...

Justo cuando las palabras salieron de su boca, Yu Xiaocao lo interrumpió con un chillido emocionado, – ¡Mira! ¿Qué es eso? ¿Es un ciervo pequeño?¡Tan lindo! – Esta trampa fue puesta personalmente por Yu Xiaocao. Era obvio que una criatura joven, apenas saliendo de la infancia, había sido atrapada por la cuerda. El animal tenía un pelaje de color amarillo ceniza, orejas puntiagudas que se curvaban hacia arriba, una nariz oscura y redonda y cuatro patas delgadas. El pelaje en su trasero y patas traseras era blanco y hacía que pareciera que llevaba un par de pantalones agachados abiertos, similares a los que se usan para aprender a ir al baño.