Campos de Oro

Capítulo 49 - Pensamientos

– ¡Comer! ¡Comer! ¡Comer! ¡Toman medicinas y también comen carne! ¿Cómo se supone que vamos a apoyar todo esto? Soy tan vieja, pero raciono mi comida y mi ropa. ¿Para quién crees que estoy escatimando y ahorrando? Una cosa es no recibir ningún beneficio, ¡pero también me culpan de todo! Yo... los cielos... deberías llevarte a esta anciana, ¡ah! Dejaré de ser una monstruosidad para algunas personas entonces...–. Madame Zhang se sentó en la cama kang mientras se golpeaba la pierna y tiraba de las partes carnosas de sus piernas. Ella aullaba incesantemente, pero no se podía ver una sola lágrima.

En la familia Yu, este tipo de acto se podía ver cada pocos días. Yu Hai estaba agotada mental y físicamente y ya no tenía la energía para igualar su 'actuación'. Silenciosamente dejó los cuencos de estofado, se volvió y salió de la habitación. La vista de su espalda parecía especialmente desoladora y deprimida.

Tan pronto como se fue, Madame Zhang actuó como si un interruptor de su megáfono se hubiera apagado y se quedó en silencio al instante. Ella frunció el ceño con furia y sus ojos triangulares miraron fijamente hacia la puerta. Su boca se curvó hacia abajo en un ceño fruncido.

Se dio cuenta de que el Viejo Yu había terminado uno de los tazones de estofado de carne y estaba a punto de agarrar el otro. La anciana se apresuró a arrebatar el cuenco y comenzó a comerlo en grandes tragos mientras hablaba con el Viejo Yu: –Padre de Dahai, ¿por qué tengo la sensación de que el Segundo Hijo está un poco fuera de lugar hoy? ¿Quiere rebelarse?

–¿Por qué estás hablando de rebelión? Si su hija se hubiera desmayado por enfermedad y sus padres se negaran a darle dinero y en cambio le causaran problemas, ¿no haría que el cielo se cayera con su temperamento feroz? Otras personas también tienen temperamento. Cuando el Segundo Hijo se vuelve terco, ¡ni siquiera tres bueyes grandes pueden apartarlo de sus puntos de vista!

El Viejo Yu deseaba seguir limpiándose la boca y saboreando el sabor de la carne del tejón. Claramente había alguien en casa que era un buen cazador, sin embargo, no habían podido ni siquiera obtener el más mínimo sabor a carne en los últimos meses debido a la confusión interna. ¡¿Cómo era esto todavía posible?!

–¿Cómo puedo decir eso? ¿La hija de quién se había desmayado por enfermedad? ¿Estás diciendo que mi hija no es tu hija? ¿Cómo puedes maldecir a tu propia hija? ¡Tienes que arrodillarte en el suelo y pedir perdón! No nos culpes a nosotros, Buda, fue solo un desliz, no nos culpes, no nos culpes... –. La señora Zhang juntó piadosamente sus manos y comenzó a inclinarse a izquierda y derecha.

Esa noche, Madame Zhang dio vueltas y vueltas en la cama kang incesantemente como si fuera un panqueque que se voltea en la estufa. No importa lo que hiciera, no podía quedarse dormida por alguna razón. Golpeó al Viejo Yu que roncaba fuerte y parloteó preocupada: –Viejo, ¿crees que el mocoso del Segundo Hijo tuvo que gastar mucho dinero esta vez? Vieron a un médico del Salón de Medicina Tongren y regresaron con muchos medicamentos.

El viejo Yu se dio la vuelta con impaciencia, con la voz apagada cuando respondió: –No soy médico del Salón de Medicina Tongren, ¿cómo se supone que voy a saber si los medicamentos son caros? Deja de parlotear sin parar, si no quieres dormir, ¡eso no significa que otras personas no quieran dormir! No importa cuánto dinero hayan gastado, ¡no tiene que preocuparse, ya que ni una sola moneda de cobre tendrá que salir de usted!

La señora Zhang lo empujó una vez más con todas sus fuerzas y dijo: –¿Qué quiere decir con que el dinero no viene de mis manos? Salí a comprobar y Segundo Hijo atrapó muchos animales hoy. Incluso cuando se estima en el extremo inferior, el juego podría venderse por un par de cientos de monedas de cobre. Si no debiera dinero, ¿no irían a mí todas las ganancias de su venta?