CHELSEA
Socializar, ¿A quien no le gusta hacerlo?
Exacto, a mi. No sé cómo hablar con personas que no conozco, como entablar una conversación, no me creo lo suficientemente interesante para que quieran saber de mí.¿Y saben dónde somos más propensos a socializar? En una fiesta.
Tengo una especie de relación amor- odio con ellas. Solo voy a estar sentada, disfrutar la comida y ver cómo los demás bailan y se divierten.
En conclusión: no son lo mío. O bueno, lo eran...
Rosa me había estado insistiendo durante esta semana para ir a una fiesta que organizará una universidad que está aleada con nuestra preparatoria, ¿Para qué? Para que los alumnos de último año conozcan sus instalaciones y puedan convencernos de estudiar ahí.
Ella y yo saliendo de la escuela, nos dirigimos a mi casa, para preparar las cambios que vamos a tener y que maquillaje ponernos. Era viernes, fin de semana y mis últimos días de descanso para retomar mis entrenamientos.
- Tenemos que tener dos cambios - me explica, mientras subimos a la habitación - uno casual y cómodo para estar por el campus, caminar, ver las instalaciones. Y otro formal para la fiesta que harán en la noche.
Entramos a la habitación y dejamos caer las mochilas al suelo, como si pesaran una tonelada. Ha sido semana de exámenes, proyectos, ensayos. Mucho estrés.
Me recuesto en la cama, soltando todo el aire de mis pulmones. Mientras que Rosa va directo al clóset, y rebusca en su interior para buscar ropa adecuada para mí.
- Rayito, como es posible que no tengas ropa - dice simulando indignación.
- ¿Y todo lo que está ahí que es?
- Bueno es ropa, pero nada de esto es para una fiesta. Solo tienes ropa deportiva y lo demás...
Meciona son disgusto, y cierra las puertas de color negro del clóset.
- Hace tiempo le vi a Hannah un vestido precioso. A ti se te vería espectacular. ¿Puedes ir a buscarlo? - inquirío.
- No sé de cual vestido hablas - me doy una pequeña vuelta para quedar boca bajo y ver a mi amiga - podemos entrar a buscarlo. Todavía no llega del trabajo.
Asiente y me pongo de pie para ir a su habitación.
No he hablado con Hannah, a pesar de la pequeña discusión de aquel día. Para mí significa mucho, la importancia y prioridad que tiene a su familia. Cómo minimiza mis problemas a "son cosas de una adolescente descuidada".
Entramos a su habitación, es parecida a la mía, solo que las paredes son de color azul, un ventanal un poco más grande que el mío, los muebles son de un color grisáceo y el piso es de madera pulidas.
Vamos directo al clóset, que está lleno de diferentes prendas de ropa, pero acordes a su edad. Nada de gusto para mí.
Puede que sea más grande que yo, pero tenemos la misma estatura, un metro sesenta y cinco.
En el fondo del clóset están los vestidos en sus fundas, Rosa toma tres y los coloca sobre la cama. Me pruebo los primeros dos, que son vestidos largos, corte sirena, brillosos y muy elegantes. Demasiados para la ocasión. Abre el último, y queda paralizada, pálida, confundida y con una mueca de susto.
Pues adentro de este, si, se encontraba un vestido blanco, muy precioso... El único detalle, tenía manchas de sangre y salpicaduras, la parte de baja llena de lodo, seca. Revisamos el interior de la funda y se encontraba un arma, un mapa y la foto de un tipo.
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¿Lo puedes ocultar?
AcakHannah ha pasado los últimos 10 años investigando sobre el "accidente" que le quitó la vida a su prometido. Han sido años de sufrimiento para ella, de ocultarse y ser muy discreta en su investigación. Lo que pasó no fue un accidente como le hicieron...