Capitulo 8

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Sentados en la terraza de un bar de moda, intentamos sonsacar información al policía, que era amigo de Iván, pero no nos funcionó ninguna de nuestras tácticas.

El era un profesional y nos dejó muy claro, que no podía decirnos nada, sobre un caso abierto.

Lo que él no pensó, es que Iván era perro viejo y utilizaría la técnica más vieja del mundo para sacarle toda la información.

Las botellas de vino no dejaban de vaciarse e inmediatamente se reemplazaban por otras llenas.

Cuando Kike aseguró que no bebería más, Iván muy sutilmente lo hizo cambiar de opinión. Le mandó señales de coqueteo y se aseguró que a Kike le sudaban las manos por los nervios, haciéndolo beber para disimular.

《Sí,  yo sobraba en aquella mesa. Me fui en cuanto percibí las señales de Iván. Sabía perfectamente que ellos necesitaban intimidad.》

Hasta la mañana siguiente, no tuve ningún mensaje de Iván.

"Todo bien, tengo pistas. Nos vemos a las dos del medio día en el bar de siempre."

A las dos en punto, Iván me esperaba emocionado.

- ¡No te lo vas a creer! ¿Adivina quién tiene una pista sobre el posible paradero de Julia? -

- ¿En serio? ¿Y a qué esperas? Cuéntamelo ya. -

Iván me explicó lo que sucedió la noche anterior a excepción de los detalles íntimos con Kike y después trazamos un plan.

                          JULIA

Mientras se vestía con la ropa que el cirujano le había enviado, se preparaba psicológicamente para afrontar su nueva identidad, pero le dolía en el alma tener que dejar allí a las personas más maravillosas que había conocido en mucho tiempo.

Tras despedirse con llantos, abrazos y besos. Un porche panadera con los cristales tintados paró frente a ellas.

Del asiento del conductor, bajó un hombre de avanzada edad vestido como un chófer de antaño y la saludó muy educaamente.

- Buenos días, el señor lo espera impaciente. ¿Seria tan amable de subir al vehículo? -

- Por supuesto, ¿cual es su nombre? - contestó Julia muy segura de si misma.

- Mi nombre es Alfredo y estoy a su entera disposición. -

Aquel hombre, acompañó a Julia a la parte trasera y le abrió la puerta con mucha elegancia.

Y allí estaba, el responsable de la desgracia de Julia.
Era la primera vez que veía su rostro, puesto que el día de la fiesta no se quitó el antifaz en ningún momento.

Julia le ofreció una leve sonrisa y eso fue suficiente para que aquel hombre se sintiera satisfecho con la compra que había hecho.

- ¡Joule! Dame un abrazo, tenía tantas ganas que llegase este momento, que he contado cada minuto para reunirme contigo. -

- Gracias señor, yo también tenía ganas de verle de nuevo. - contestó Julia sin saber cómo dirigirse a él.

-Por favor hermano, llámame Peter como siempre lo has hecho. -

Y así comenzó a interpretar el mejor papel de su vida, dejando atrás a las chicas que tan bien  se portaron co  ella, en especial Ángela, la que no olvidaría jamás.

El camino fue muy largo, ella no sabía que hacer ni que decir, a diferencia de Perer, que no dejaba de hablar en ningún momento, intentando que Julia se relajara y haciéndole que estuviera lo más cómoda posible.

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⏰ Última actualización: May 02, 2022 ⏰

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