Capitulo 14

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El Peso de la Soledad

POV: Ash

Había pasado una noche terrible, desperté unas cuatro o cinco veces a lo largo de la noche, completamente empapado de sudor, solía irme a dormir con problemas en la cabeza, descansar me ayudaba a encontrarle solución a casi todo, pero esto, era algo completamente diferente, ni siquiera dormir o meditar para aclarar mis ideas funcionaba, me sentía descarrilado, trataba de pensar en otras cosas, pero siempre llegaba a mi mente Misty y cada una de sus palabras, yo no lo aceptaba, pero realmente me habían dolido esas palabras, a pesar de que era lo que quería que pasara, nunca lo espere de forma tan directa

Volé un poco con Charizard y paramos en un camino que me dirigiría a Ciudad Azulona en pocas horas, quería volar todo el camino para llegar rápido, pero aun necesitaba despejarme, decidí batallar un poco con los entrenadores que encontrara, quería ocupar mi mente en otra cosa

Peleaba batalla tras batalla, no sentía nada, ganaba siempre de un golpe, y ese impulso de aconsejar a los entrenadores al parecer se había esfumado, incluso pelee con cuatro entrenadores a la vez, fue en vano, gane de inmediato quedando en las mismas condiciones iníciales

A cada batalla que ganaba me sentía más frustrado por no tener una solución a algo que desde el principio yo mismo busque, algo que provoque, algo que sentía la necesidad de que pasara, pero en ningún momento creí que fuera a afectarme tanto

En medio de mi tormento tomé asiento en una tronco, estaba claro que las batallas no me funcionaban para nada, no había nada que me distrajera, o que al menos me evitara pensar en ella, me recosté y cerré mis ojos, simplemente me deje llevar

-Vaya, nunca espere verte en ese estado de nuevo

Esa voz me hizo levantarme de golpe, justo en frente de mi estaba aquel hombre que me aconsejo tantos años atrás cuando estaba solo y perdido en la miseria de vida que me quedaba, aquel hombre que me hizo replantearme toda mi vida, tomando el camino pacifista

-¿Qué haces aquí? –Le pregunte bajando la mirada, no tenía fuerzas para mirarlo a al rostro-

-¿Qué preguntas son esas Ash? Tienes un problema muy grande, siempre que los tienes sabes que estaré para aconsejarte, pude haber muerto pero eso no significa que te dejare solo después de todo lo que has logrado –Me sonrió- ¿Por qué no me cuentas que te molesta tanto?

-No me pasa nada, no te deberías preocupar –Gire mi cabeza hacia un lado, era obvio que no se lo iba a creer-

-Oh Ash, sabes, te has vuelto un gran muchacho, siempre ayudando, aconsejando, guiando, porque hay has pasado por ahí, siempre escuchando los problemas de los demás y encontrándole solución a todo para todos –Se detuvo un momento y luego prosiguió- ¿Pero y a ti? ¿Quién te escucha a ti? ¿Quién te ayuda con tus tormentos? Nunca me has contado tus grandes pesos, y tampoco te obligare a que me digas nada si no quieres, sin embargo Ash, llevas cargando demasiado aquí dentro –Se puso la mano en el pecho- Y aquí –Se toco la frente- No lo admites, te has vuelto muy cerrado, pero en el fondo necesitas a alguien, a alguien que te escuche, con quien puedas desahogarte –Se sentó a mi lado- Hace tiempo te aconseje que la mejor venganza es demostrar a los demás que se equivocaron al hacerte menos, eso no significo que tenias que evitar relacionarte con otros... Ash –Me miro y al fin me digne a mirarlo- La venganza te carcome por dentro, te destruye, tu tomaste el camino correcto, pero con una ruta alterna, la soledad, y eso es casi tan destructivo como la venganza, estar solo tiene sus ventajas, claro que sí, es innegable y nadie los pone en duda, sin embargo, déjame decirte esto, estando solo y sin ayuda de nadie puedes alcanzar poderes increíbles, pero el verdadero poder sale a la luz cuando quieres proteger a alguien contra viento y marea, esa es la cúspide que todo entrenador desea alcanzar

La Determinación de un MaestroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora