La Determinación de un Maestro

Capitulo 32

Un Pokemón Muy Especial

-¿Qué diablos...?

Fue la única pregunta que se hizo el entrenador de Pueblo Paleta al ver a su pequeña Eevee, naturalmente, todos los presentes lo siguieron con la mirada encontrándose con algo bastante... Peculiar

-Ash... ¿Qué le paso a tu Pokemón...?

Tanto Macey y Casey le hicieron una pregunta simultanea al chico... Pregunta que él no podía responder... No tenía idea como, su pequeña de alguna forma había cambiado, ahora su pelaje del cuello, cola y cabeza, además de sus orejas eran diferentes, incluso la parte superior de su cuerpo era de un tono naranja fuerte que se degradaba al blanco a medida que descendía... Parecida a una de sus evoluciones...

-¿Un Flareon...? ¿Pero porque no fue una evolución completa...?

Ash estaba tan descolocado que la situación actual había pasado desapercibida para él, trataba de comprender el repentino cambio de su Pokemón, salió de sus pensamiento cuando su cuerpo brillo ligeramente hasta volver a su estado original y desmayándose en el proceso... Nuevamente era una Eevee común y corriente... Aunque eso de común podía estar en duda ahora

-Me pregunto cómo conseguiste ese espécimen...

Aquella mujer que había atacado había cambiado su expresión arrogante por una muy seria, se notaba a kilómetros su interés

-Déjame adivinar... -Ash aun de espaldas, sin verla podía notar su seriedad- Experimentaron con ella ¿Verdad?

-No tengo que responderte eso idiota –Respondió tajantemente tomando una de sus Pokebolas- Mi misión es atraparte, pero, si me entregas a ese Pokemón te dejare ir... -Mostro su Pokebola con una sonrisa- ¿Qué opinas?

-Hmmm... Opino que la palabra idiota está mal dirigida –Se giro a ella para ver en su rostro gran ira- ¿De verdad creías que te la entregaría así sin más?

-No, honestamente sabía que no aceptarías –Acaricio su cabello rojizo- Iba a usar esto para atraparte a ti, pero ya que estamos... -La mujer hizo una seña con dos dedos, casi de inmediato aparecieron cuatro reclutas, Ash frunció el ceño, dos de ellos tenían a Rose y los otros dos a Serena, ambas atadas de manos y amordazadas- Como ves, tenemos gente preciada para ti, así que hazte un favor y sálvalas –Rio-

El ambiente estaba silencioso, las personas ya no pasaban por aquel lugar por miedo, el inmenso silencio era opacado solo por la risa de esa mujer, pasaron segundos, minutos, no pasaba nada

-Bien, como no las quieres salvar... -Lanzo la Pokebola que tenía en mano- Liepard, prepárate para afilar tus garras...

-Bueno... -Suspiro y la mujer se detuvo a verlo- Sabes, yo no olvido a nadie... -La miro fijamente- Aldith... -Se cruzo de brazos- Esta algo difícil reconocerte sin ese pañuelo o lo que fuera en la cara, pero sé que eres tu...

-¿Ah sí? ¿Y eso de que te sirve? –Lo miro de forma altanera- Mi plan fue perfecto, no tienes salida...

-Bueno no, no sirve de nada –Sonrió ligeramente- Solo era una... ¿Distracción? –Aldith rápidamente volteo a donde estaban las chicas para ver que ya no había nadie, cuando volvió a ver a Ash, tanto Rose como Serena estaban con él y detrás de todos estaba Alakazam- Yo siempre tengo un plan de contingencia, Recuérdalo –La señalo- No sé como saliste de prisión, pero es hora de que vuelvas

El rostro serio de Aldith cambio por completo, temblaba ligeramente, denotaba... Miedo

-¡¡NO!! –Se podía jurar que su grito lo escucho toda la ciudad- No quiero volver, no voy a volver, el Líder Supremo me dio una oportunidad... me saco de allí... No puedo... Volver