Joaquín y Emilio tenían la relación perfecta, con 3 años de noviazgo cualquiera pensaría que estaban destinados a terminar juntos.
Pero cuándo a Emilio se le presenta la oportunidad de su vida no la desaprovecha, el problema es que a su paso deja a...
"¿A dónde quieres ir?" Emilio se había detenido en un McDonald's, para pedirle una hamburguesa al omega.
"No lo pensé cuándo lo sugerí" se encogió de hombros mientras limpiaba sus lágrimas en el dorso de su chamarra.
Emilio entonces pudo ver la mancha violeta impregnada en la piel dorada de Joaquín.
"Lo voy a matar" y Joaquín se giró sin saber que es lo que le pasaba al Alfa.
"¿De que hablas?" Preguntó al ver cómo Emilio traía un rostro colérico cómo si estuviera a punto se golpear el parabrisas con su mano.
"Fué Mauricio ¿Verdad?" Joaquín se miró por el espejo retrovisor sorprendido y luego tragó saliva.
"No, me caí" la verdad estaba en la punta de su lengua, pero tenía miedo de que Emilio lo juzgara, que se riera de él por conseguir tan mediocre Alfa cómo lo era Mauricio.
"Olvidas que pasamos 3 años juntos, amor" Joaquín se estaba comenzando a angustiar por el olor dulce de acacias haciéndose amargo "Sé cuándo mientes"
Joaquín se dejó llevar por sus emociones, se estaba destrozando a sí mismo cuándo sus sollozos fueron estrepitosos, tanto que el Alfa no dudó en acunarlo entre sus brazos.
"Lo siento, ya no somos nada y yo te estoy haciendo perder el tiempo"
"No, me encanta estar contigo Joaco" Emilio limpió las lágrimas de Joaquín y luego le entregó la hamburguesa.
"Entonces, que te parece si vamos a Roma" debería estar loco y demente, dejar el rodaje de su película cómo si fuera un adolescente a sus 24 años.
Karol lo iba a asesinar..
Y posiblemente Mauricio estaría enojado porque Joaquín abandonó su trabajo.
Pero la mirada de Joaquín tenía un brillo especial cuándo sugerío aquello que le hizo acelerar y tomar la carretera correcta.
El viaje había apenas comenzado, tal vez dejar los problemas atrás por un tiempo no le hacía mal a nadie.
Aunque Diego Valdez perdiera la cabeza cuándo Mauricio Mariscal le exigió saber a dónde había ido Joaquín.
Ó cuándo Karol había llamado mil veces a Emilio, pero éste traía el celular apagado.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
