En la Sombra del Pasado

Confesión

—Hikari despertó y lo primero que notó es que Mitsue no estaba en su cama, luego de unos segundos se sentó en la cama y con la mirada hacia la soleada mañana que veía por la venta de dijo a sí misma—

-No se si fue buena idea decirle mis sentimientos a Mitsue, quizá en este momento ya se lo esté diciendo a Kohaku ¡Demonios! Sarada ¿Dónde estas cuando te necesito?... basta no le daré más vueltas a esto, si sigo así ni siquiera podré ver a la cara a Kohaku, me daré una ducha y saldré a caminar y quizá encuentre algún lugar donde pueda entrenar.

(...)

-No creí que quisieras entrenar hoy Mitsue

-Lo necesito, mi técnica de agua puede ser mucho más fuerte.

-Lo sé... pero hay un problema

—El pelinegro hizo un sello de manos y controló el agua que utilizaba la rubia para atacarlo haciendo que esta le atacara con una gran presión, pero justo cuando iba a tocarla la técnica se convirtió en brisa—

-No estás nada concentrada

—La rubia calló sobre sus rodillas al pasto aún sintiendo la brisa del ataque de Hiro—

-Lo siento yo...

-¿Que pasa contigo últimamente? Tú... no eres la misma

-No lo sé... supongo que me falta talento

-Mitsue... olvídate de Kohaku

-¿Que?

—Hiro se sentó en la grama para poder ver a los ojos a la rubia—

-Kohaku es mi mejor amigo, sé todo... sé lo que sientes por el, sé que se lo dijiste y no tuviste la respuesta que esperabas, pero no puedes dejarte caer por eso

-¿Desde cuando lo sabes?

-Cuando tomó su decisión de marcharse, desde ese momento entendí cuando fue que tú cambiaste, Mitsue... Kohaku es grandioso y por lo que sé según las mujeres atractivo, pero tienes que darte cuenta que tú también lo eres, tienes muchas cualidades y cualquier hombre estaría feliz de estar a tu lado

-Cualquiera menos el...

-El no... pero...

—La ojiazul levantó su mirada y se encontró con los ojos negros de su compañero viéndola fijamente—

-Yo si... y no puedo permitir que sigas sufriendo, que te sigas acomplejando y menos que te sientas de menos porque alguien te rechazó.

-Hiro...

-No digas nada, no quiero oír tu respuesta, por qué se lo que dirás, te lo dije no para que me correspondas, lo hice para que sepas cuánto vales, debo irme, nos veremos pronto —Dijo poniéndose de pie y marchándose de aquel lugar—

(...)

—Por cierta calle de la nube Hikari caminaba observando algunos de los negocios de aquel lugar, pero uno llamó fuertemente su atención, un local de Armas—

-¿puedo ayudarle?

-Disculpe, solo observaba

-Tú eres... ¿Hikari?

-Ehh ¿Si? ¿como sabe mi nombre?

-Sonora tonto pero basta con ver tu aspecto y además de tu atracción hacia las armas, eres la hija de los Hyuga, me presento soy Mare y pues diseño armas ninja para la nube.

-¿Enserio? Me parece grandioso que se dedique a esto

-Para alguien de tus habilidades, puede servirte esto en tu colección