Recuerdo

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La noche cayó sobre aquella casa pequeña, aún más sobre el nulo jardín que tenía al frente donde pequeños brotes se liberaban con el miedo de secarse precipitadamente como su anterior yo. Si bien, la casa nunca se identifico como un lugar verde, debería llamar la atención de su habitante que la ligera naturaleza rechazará permanecer en su suelo, como si fuera una advertencia, pidiéndole, casi a grito que se alejará o terminaría igual.

Dentro de las paredes, resguardados de la inminente realidad, estaban los jóvenes tratando de saber qué sucedía realmente. En tanto Jonghyun permaneció sentado en la silla de la cocina mirando la mesa, Minho sonreía porque esa manera de actuar no se iba de su mejor amigo después de todo.

Por otro lado, en la habitación de Taemin, Key lo miraba desde la cama abrazando la almohada sin entender la razón por la que tuvo que cancelar su cita de la tarde para ir donde su amigo.

-Bueno Taemin, ya estamos aquí, deberíamos darnos prisa, así que suéltalo.

-Esta mañana, cuando iba a comer el anillo se movió solo un poco, pero no estoy alucinando, en serio se movió. Minho puede comprobarlo.

Su mano jugó con el anillo ahora que podía mostrándoselo a Key quien incluso se levantó ante tal hecho tomando su mano.

-Taemin, no sé si lo olvidas, pero solo tú puedes verlo, aunque él esté diciendo que sí yo nunca lo sabría.

No quería sonar tan seco al decir aquello, pero en ocasiones llegaba a cuestionarse todo lo que sucedía, una y otra vez, al menos hasta que su mente se agotaba y terminaba asegurado que ocurría y no debía interferir más de lo debido. 

-Perdón, supongo que fue por la emoción, como decía fue extraño, me levanté y Minho se preocupó porque vomité, pero no hubo nada fuera de lo cotidiano.

-Espera un segundo, ¿cómo que vomitaste? Cuando me llamaste esta mañana dijiste que solo era un ligero mareo, cosas como esa debes decírmelas inmediatamente, no puedes sentirte mal y solo decirle a Minho cuando sabes que él no puede hacer nada.

-Key, no lo digas de esa manera por favor.

Lee no sabía por qué su amigo le estaba hablando de esa manera, siempre lo había cuidado, y claro que se molestaba a veces, pero ahora era como una mala combinación.

-¿Qué no diga qué? Taemin, tú lo sabes, él lo sabe, si te sucede algo dentro de está casa nadie lo sabrá hasta que venga yo, son novios y lo entiendo, pero hay cosas que él puede hacer, y cuidarte no está en ese margen.

-Key, espera…

-Lo siento Tae, pero debía decirlo, no fue la manera, pero espero entiendas mi punto.

Lo entendía, pero quería negarlo, aunque sea un poco más, escuchar las palabras de Key solo lo hicieron sentir peor de lo que estaba en la mañana.

-Él me ama Key, lo hace, y si amarme es lo único que puede hacer dentro de todos los límites que tiene, estoy bien con eso, no puedo salir de cita con él, no puedo presentártelo formalmente, ni a mis padres, pero así estoy feliz, me conformo con eso.

-¿Qué haré contigo pequeño enamorado? Ni siquiera con tu ex actuabas así, ese maldito fantasma te hizo algo definitivamente, suéltalo, ¿qué te dio para que estés tan satisfecho con tan poco? Hasta donde sé no se puede tener afecto físico con un ente.

No quería pensar mal, pero las mejillas sonrojadas de Taemin le hicieron imaginar lo que no debía, y aún así no podía idealizarlo del todo, no había manera en que un humano tuviera sexo con un fantasma. Ahora tendría qué pensar demasiado durante los siguientes días, si se lo contaba a su novio estaba seguro que habría una discusión de las posibilidades.

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