Entre tú y yo

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Las flores, o lo que quedaba de ellas estaban a segundos de secarse fuera de la casa de Lee. Habían pasado solo dos días después que Key salió a buscar más información, pero Jonghyun no lo visitó como su amigo prometió, se sentía algo abandonado a pesar de tener a Minho a su lado. Después de aquella revelación, ambos chicos no volvieron a tocar el tema volviendo todo incomodo en el aire. Claro que estaban felices, solo era el egoísmo personal que se mantenía firme en permanecer juntos. Solo que ninguno quería decirlo y enfrentar con ello la necesidad de actuar.

Afortunadamente ese día, Taemin estaba fuera de casa debido a una consulta con el médico tal cual le pidió Key que hiciera, los resultados no fueron algo que esperara ya que se sentía mal pero no supieron decirle exactamente lo que tenía. No era ni fiebre ni algo más grave, aún así le recetaron algunos medicamentos para los síntomas por separado.

El celular de Taemin sonó cuando este estaba subiendo al autobús con dirección a su casa, quería ver a su novio. Su intención era hablar con Key tal cual este pretendía casi gritando al otro lado de la línea, pero como si fuera una mala pasada, la comunicación fallaba tanto que Kibum se sentía frustrado, cada que le pedía a su mejor amigo no ir a casa y este preguntaba qué era lo qué quería decirle.

Dándose por vencido, Key terminó por llamar a su pareja que algo asustado atendió a su llamado.

-¿Qué sucede Key?

-Necesito que vayas por…

Pero no pudo decir nada más, la mujer que estaba hablando con él le pidió que colgara, tenía algo importante que decirle.

-Demonios, lo siento, solo recuerda ir a visitar a Taemin, te llamo cuando termine con esto.

-De acuerdo, iré a más tardar mañana. Te amo.

Murmuro antes de cerrar la llamada mirando algo extrañado el celular, quizás era mejor regresar la llamada, pero la práctica estaba en marcha y debía regresar.

El autobús llegó a la parada dejando bajar a Taemin que bajó con algo de dificultad, de la nada un mareo le llegó obligándolo a recibir ayuda para poder sentarse en las bancas. Entre las pastillas que le habían dado no tenía nada para ello, pero tal vez en casa sobraría una que otra. Con algo de esfuerzo entro a la casa, soltando tan pronto pudo la bolsa con medicamentos, así como una caja con comida para llevar.

Minho salió de su habitación tratando de averiguar que buscaba para poder ayudarlo y hasta que el menor le dijo como se sentía se apresuro a ir al baño para decirle si ahí estaba. Sin embargo, el frasco de pastillas se encontraba en la cocina por lo que tardaron un poco más, mismo tiempo donde el mareo se volvió más potente. Tan pronto tuvo las capsulas en sus manos, las tragó dejándose caer en el suelo de la cocina mirando el techo cerrando los ojos.

-¿Te sientes mejor?

Abrió los ojos teniendo a Minho parado a su lado provocándole una sonrisa pidiéndole que se recostara a su lado. Este acató su pedido acomodándose sin dejar de verlo.

.Ahora sí, el médico dijo que no sabía lo que tenía, parece que estoy condenado. Key va a soltar el grito de su vida cuando le diga de esto.

-Él se preocupa por ti, claro que se va a alterar si sabe que no saben lo que tienes.

-Eso lo sé, pero tengo miedo de su reacción, solo hace un par de días estaba quejándose de tu condición para conmigo, y ahora que he empeorado va a ser peor. Es muy bueno conmigo, pero a veces exagera.

Con cuidado Minho ayudo al menor a levantarse para ir a la cama donde al fin descansaría debidamente en lugar del frio suelo. Al estar dentro de las mantas suspiró mirando a su novio que tenía la mano dentro de estas apretando su mano de manera coqueta.

INCLUSO ASI...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora