Libre

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La mujer se encontraba algo nerviosa y melancólica al llegar a la calle donde se encontraba la casa que antes rentaba su hijo, una serie de emociones se desbordaron mientras daba paso tras paso rumbo a esa puerta a la que parecían haberle cambiado la pintura para cubrir las huellas del pasado.

Todo era demasiado extraño, incluso irreal. Pero no pudo negarse cuando el mejor amigo de su difunto hijo fue a su casa para pedirle un favor, quizás era excesivo pedirle a la madre de Minho ir a ese lugar, aquel donde sucedió lo inimaginable hace meses, pero era necesario, incluso para la mujer que sonriéndole nerviosa a Jonghyun atravesó el umbral sintiendo una vibra en el aire.

Había estado pensando mucho en ello, y esta era la respuesta a sus constantes pesadillas, como si supiera algo, o lo sintiera, aunque no identificará la raíz.

-Esta es la casa del chico de quien le platique, él pidió verla solo así que si entra en la habitación podrá conocerlo.

Ella solo asintió apretando la correa de su bolsa, esa que le había regalado Minho en su último cumpleaños y atesoraba como nada en el mundo. Vio en la cocina a un joven quien al ver a Jong se abrazó a su cuerpo dejándola algo intrigada sobre lo que sucedería al entrar.

Giró la perilla tragando la saliva que se acumuló ingresando en una habitación que gritaba por auxilio en medio de un incesante frío. Cerró tras de sí mirando inmediatamente a un chico recostado en la cama que con cuidado abrió los ojos tratando de acomodarse para poder estar sentado.

-Hola, una disculpa, pero…

-No te preocupes, ya me dijeron lo que sucede, pero por qué un chico que no conozco quiere verme a mí.

Los labios de Lee estaban secos y llegados a ese día sentía dolor en todo el cuerpo, como si por cada minuto que pasará perdiera un suspiro de su vida.

Después de una pelea cuando despertó aquella tarde, Key no dejó de presionarlo para que hicieran todo rápidamente, al saber que lo importante era que Taemin conociera a la madre de Choi apresuró la búsqueda de la mujer, cosa que no fue fácil debido a su mudanza posterior al asesinato de su primogénito.

Tardaron alrededor de dos semanas en encontrar su paradero y un par de días más en convencerla, Jonghyun tuvo que ir diariamente a visitarla para lograr que fuera a esa casa. Así que durante tres emanas la salud de Taemin empeoró hasta el punto donde no podía moverse ni dormir siquiera.

-Permítame presentarme, soy Lee Taemin, yo, soy novio de Minho, su prometido.

El rostro de la mujer quedó sin expresión alguna, al menos hasta que comenzó a molestarse.

-¿Qué sucede contigo? Estando en ese estado y queriendo hacer bromas sobre mi hijo. Ojalá te mejores, pero no vuelvas a decir algo como eso. Creí que sería algo importante.

-Señora…la bolsa se la regaló Minho…usted dijo que no la quería…porque estaba muy grande…y el color no le gustaba…Minho se puso a llorar…hasta que usted comenzó a reírse.

El corazón de la mujer se detuvo por un segundo cuando el chico le dijo eso, lo recordaba perfectamente, esa tarde estuvieron por ir a devolverla, pero su hijo hizo tal berrinche que no tuvo más opción que guardarla en un closet sin intenciones de sacarla nunca, pero ahí estaba llevándola a todos lados.

-¿Cómo puedes saber eso?

-Porque soy el…prometido de su hijo. Minho…él es me pidió…ser su esposo…y quería presentarme…con usted.

-Él nunca me habló de un chico, yo sabría si él tenía pareja y quién era.

-Minho y yo…comenzamos a salir…cuando me mude a esta casa.

-Taemin, eso es imposible, porque si comenzaste a ser su pareja al mudarte aquí eso solo quiere decir que mi hijo ya estaba muerto.

-Minho no está muerto, al menos…no por completo…su espíritu está aquí, yo…me enamoré del espíritu de su hijo…

Media hora pasó en aquella habitación sin que alguno de los dos dijera nada, Taemin no quería incomodar más a la madre de su novio con tanta información. Minho por su parte permanecía al lado del menor sosteniendo su mano, era tan hermoso poder ver a su madre nuevamente, había pasado mucho que estaba olvidando poco a poco su rostro, se miraba tan tranquila, aunque con un poco de brillo reducido, y eso no le agradaba.

-Minho, dice que se ve algo apagada, como...un foco que está a punto de fundirse, si no se le ajusta al conector.

-¿Cómo puede decir eso? Siempre tan insensible ese muchacho, igual que su padre, y ahora ambos están muertos. Aunque supongo que él si pudo descansar en paz, nunca vino nadie a pedirme que fuera a visitar a un enfermo.

La sonrisa de Lee salió de la nada mirando a Minho que tenía la misma reacción en el rostro. Ante los ojos de la mujer todo parecía una broma.

-Taemin, cualquier otra persona diría que…

-Estoy mal de la cabeza…eso lo sé, pero, usted no es igual a ellos…incluso después de esto…nadie me creerá, me mirarán raro si hablo de ello, pero…justo ahora sucede y usted es testigo.

-¿Puedo decirle algo a Minho?

-Claro…

-Siempre pensé que me darías dolores de cabeza desde aquel día donde pusiste tu vida en riesgo para ayudar a ese niño, cada día era diferente, pero seguías con ese corazón tan noble y puro, yo creía que la vida te sonreiría mucho y serías muy feliz con un camino largo por delante. Pero después todo se cayó, tu tumba me lo deja en claro todos los días.

-Soy feliz madre, lo soy realmente, tanto que quiero presentarte a la persona que me da la felicidad ahora, no es la manera que quería, pero Taemin es a quien amo, por favor antes que pueda suceder algo toma su mano y quítale el anillo.

La voz de Lee se detuvo en cuanto terminó de decir eso, sólo estaba ayudando a Minho para comunicarse con su madre, pero su mensaje fue diferente al que pensó. No podía moverse debidamente así que solo pudo ver como la mujer asentía y se acercaba a su cuerpo.

-Minho, esto no es lo que…

-Taemin, es momento de dejarme ir, no vas a estar solo, tienes a Key, Jonghyun y a mi madre ahora. Yo fui muy feliz contigo, pero no voy a dejar que mi codicia termine por lastimarte más de lo que ya hace ahora.

De inmediato Taemin trató de moverse desesperadamente, pero su cuerpo no respondía, en cuanto sintió la mano cálida de la señora quiso ocultar la suya en un intento de permanecer atado al mayor.

-No, no lo haga, por favor.

La puerta se abrió dejando entrar a los dos chicos que corrieron a sostener al menor mientras la madre de Minho tomaba el anillo deslizándolo con calma de su dedo anular, lentamente, hasta que salió por completo haciendo que Taemin se desmayará en los brazos de su mejor amigo.

“Taemin, gracias por darme tanto de ti, incluso más de lo que debías, perdóname por no poder estar contigo, te prometo que en otra vida voy a buscarte hasta que logremos estar juntos, Gracias por amarme. Te amo por y para siempre.”

Sus ojos pesaban, era difícil respirar, pero más aún el moverse, un color nada conocido rodeo su perímetro asustándolo. El hospital era frío, tanto para obligarlo a mirar alguna fuente de calor y no encontrarla, Parpadeo al vislumbrar a Key dormido en un sillón preguntándose qué sucedió, o cuánto transcurrió desde que perdió el conocimiento.

-Minho, ¿qué sucede?

Trató de encontrarlo mirando a todos lados, sin poder encontrarlo, con miedo levanto la mano sintiendo como su corazón se agitaba sin poder parar. Ya no tenía el anillo puesto.

INCLUSO ASI...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora