¿Quién eres?

62 10 4
                                    

El tiempo pasó rápidamente ese fin de semana, entre cajas y más cajas Taemin junto a sus padres se dedicaron ferozmente de dejar el lugar lo suficientemente adecuado para el chico, no faltaba poco para que este saliera de la carrera y era lo mejor que se encontrara en un sitio cercano. Además que la renta de este fue demasiado barata como para dejar ir tremenda oportunidad.

Mientras que el carro de los padres de Taemin se marchaba esa tarde este decidió ir a comprar unos víveres extra, tenía al menos dos días para conocer bien la zona y así al regresar a clases no tendría problema con ubicarse. Dejo la casa bien asegurada o eso creyó porque en cuanto salió sonriente alguien ya estaba dentro mirándolo caminar.

Minho no sabía qué hacía ahí exactamente, no sabía lo que sucedía pero quería averiguarlo, lo único que pedía era poder descansar en paz después de tan fatídica noche donde le arrebataron la vida, ¿no podía solo morir y ya?

Sin muchas ganas se dedicó a ver las decoraciones que el chico nuevo coloco, no eran de su total gusto pero no podía decir más, este chico no lo veía, aunque pensándolo bien la otra vez lo miro y pidió piedad. Quizás podría hablar con él y saber quién era y por qué desde que este entro en su antigua casa él tuvo que regresar.

Taemin por su parte seguía pensando que todo fue un sueño, de esos que tenía cuando era pequeño pero superaba con facilidad, aunque este parecía ser tan real que por un solo segundo se dijo que si volviera a pasar se armaría de valor y golpearía a lo que sea que fuese ese ser. Pero no siempre estaba ese Taemin valiente que el mundo creía porque justo cuando entro a su casa miró como una espalda ancha miraba detenidamente sus fotografías con amigos y familiares.

Respiró tranquilo dejando las bolsas sobre la mesa de la cocina tomando una escoba que tuvo al alcance, se acercó a paso lento y decidido al cuerpo que metiche abriendo los ojos en grande cuando este se giró enfocándose en sus ojos respectivamente, un frío recorrió el cuerpo de ambos hasta el punto de que se quedaron estáticos sin hacer algún movimiento brusco.

-Hola-

Se atrevió a decir Minho que solo hablo por impulso aunque seguía dándole miedo que alguien pudiera mirarlo. Taemin no dijo absolutamente nada, solo levantó más las manos impulsando su cuerpo para golpear al chico, sin embargo la escoba lo atravesó estampándose contra el suelo sin cuidado alguno.

-¡Oye eso pudo haberme matado!-

Los ojos de Taemin eran todo menos lo que debían en ese momento, había golpeado a un fantasma de verdad, quizás en otro momento había saltado de alegría pero ahora solo quería llorar.

-Eres...eres...-

Ni las palabras podían salir de sus labios sin atorarse en el intento, el chico miro como el castaño retrocedia hasta chocar con una pared mientras él se levantaba de su lugar y se aproximaba a él para tratar de tranquilizarlo.

-Respira no quiero un acompañante tan rápido.-

Minho se dedicó a hablar hasta que se cansó de hacerlo sin resultado alguno, estiró las manos sabiendo que no podría tocarlo, pero para su sorpresa quedo sujeto a las mejillas del chico asombrando a ambos.

-Me estás tocando...me estas tocando...-

-Callate que no lo entiendo-

Murmuro el alto soltando su rostro separándose lo suficiente para poder entender las cosas que sucedían, el menor intentó golpearlo pero lo pudo, él lo tomo del rostro y fue como si estuviera vivo. Tan raro.

-¿Quién eres?-

Preguntó Taemin tratando de tranquilizarse un poco, no todos los días tenías frente a ti a un fantasma real como para desaprovechar la oportunidad después de pasar por el miedo.

-Choi Minho-

-Espera ¿el estudiante que dejó a Kit aquí abandonado?-

-Yo no deje a nadie abandonado-

-Dejaste a Kit sólo hasta que yo llegué y comencé a cuidarlo, no sé de que hayas muerto pero es tonto que estés aquí ahora asustándome por hacerme cargo de él, o qué se yo.-

-Yo no lo dejé porque quisiera, a mí me asesinaron aquí hace meses, a quien debería reclamarle algo es a ti, no deberías usar algo que es mío.-

-¿Quién quisiera usar algo de un muerto?-

Gritó el menor mirando a ese ser molesto aunque muy en el fondo completamente asustado.

-Ese anillo es mío así que quítatelo.-

Exigió Minho tomando su mano molesto tratando de quitarle el anillo del dedo anular sin éxito alguno, Taemin por su lado también intentó hacerlo sin poder lograrlo.

-No sale...-

Susurró el castaño mirando confuso toda la situación sintiendo cálidas esas manos que tenían acunadas las suyas.

-Ese anillo no es tuyo así que quítatelo lo antes posible.-

-Puedo preguntar ¿para quién era?- preguntó el menor mientras trataba aún de quitarse el anillo con agua tibia.

-Para la chica que me gustaba...mi ahora ex novia.-

Realmente todo estaba patas arriba en la vida de Taemin y la muerte de Minho, porque aunque no lo vieran ahora ese anillo era sin duda lo que los unía hasta que estuviera en los dedos de la persona que correspondía y un poco más. Dicen que los muertos no mueren en paz hasta que terminan los pendientes que dejaron en la vida, Minho tenía dos y necesitaría a la única persona que lo podía ver para poder irse al fin.





Después de tanto logre actualizar esta historia, espero poder publicar algo nuevo más rápido, va algo lento pero vamos paso a paso. Nos leemos en la siguiente actualización.

INCLUSO ASI...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora