Los colores de la Vida © [Parte 1 Y Parte 2]

Capitulo 9

—¡Buongiorno Luca!- dice Gianna, la asistente durante muchos años del señor- ¿Cómo le fue su paseo con la niña?- el señor Luca toma otro trago de vino tinto, y le responde un simple, “creo que bien”-  y entonces… ¿Qué piensa hacer?- el señor Luca agitado le responde.

—¡como que!- dice Luca y repitiendo la misma pregunta para Gianna- pues nada.

—Por esa clase de actitud es que está usted solo- dice Gianna con ambas manos cruzadas- Antonio, esa es la clase de compromiso que usted necesita, debería estar pensando a quien le dejara todo esto- Gianna señala toda la gran casa-  acuérdese que hemos estado hablando mucho de esto, y de repente llega una dulce niña que lo envolvió. Y sabe ¿Por qué?, porque usted necesita ser padre.

—No me gusta que me llames Antonio  y no me presiones por favor Gianna.

—Solo le recuerdo lo que usted me confeso, solo dele una oportunidad a la pequeña, mire todo lo que le puede enseñar- el señor Luca se sienta muy pensativo en su sillón.

—Hai ragione - dice el señor Luca con un nudo en la garganta- prepárame el auto, voy al orfanato- Gianna sonríe y de inmediato le avisa al chofer.

El señor Luca toma una gran bocanada de aire pensando si esto sería lo correcto, se baja del auto muy nervioso, se arregla su lujoso traje  y se dirige a la puerta del orfanato, y por segunda vez toca la puerta y lo atiende la hermana Dorothea, ella sorprendida otra vez con el señor elegante lo hace pasar y muy ansiosa empieza a interrogarlo.  Después de hacerle todas las preguntas le dice al señor Luca que espere un momento, Dorothea sube apenas un escalón y grita:

—¡hermana Annabel! ¡El señor despampanante vino a hablar con usted!- le sonríe al señor Luca diciendo-  un momento por favor- mientras sube las escaleras para avisarle a la hermana Bella sobre quien había llegado.

Al llegar a la habitación estaba Bella con Antonella, ambas en la cama y Dorothea le susurra: ¡Bella!, acercándose a donde están ella y haciendo gestos con las manos. Le cuenta que el señor Luca había vuelto y esta vez pidió hablar directamente con Annabel, a ambas les cambio el rostro ya que era una buena señal que volviera otra vez. A los minutos llega la hermana Annabel diciendo:

—¡Antonella mi niña!- se le salen lágrimas de felicidad-  ¡te vamos a extrañar muchísimo! El señor Luca pidió la custodia de adopción- todas saltan emocionadas pero a la vez un poco triste porque no volverán a ver a la pequeña Antonella- Bella, ayuda a Antonella a empacar sus cosas- ordena Annabel mientras sale de la habitación para hacer los papeles.

La hermana Bella no tenía palabras, solo le salen lágrimas de felicidad, todas las hermanas y las niñas se despiden de Antonella mientras ella baja por las escaleras, al llegar abajo estaba el señor Luca con los papeles en la mano y se los mete adentro del traje, Bella se despide de Antonella:

—te voy a extrañar muchísimo- le susurra Bella en el oído mientras se dan un largo abrazo.

—nunca olvidare tu dulce voz Bella- le susurra en el oído.

Bella al despedirse le entrega la pequeña maleta con las cosa de Antonella al señor Luca con una enorme sonrisa, Antonella le extiende la mano al señor Luca y él la toma con  fuerza.

En ese momento el señor Luca sintió como el corazón se le estaba agitando, él nunca había experimentado eso desde que había tomado la mano de su única y  primera esposa.

Ambos salen del orfanato y se dirigen al auto, durante todo el trayecto Antonella no le quito la mano al señor Luca, lo que para él era muy raro, él nunca estuvo tomado de la mano de alguien más por mucho tiempo. El señor Luca sabía que ahora su prioridad en la vida iba a ser la felicidad y el bienestar de Antonella por el resto de su vida.

Antonella ya dejo de ser la niña huérfana, ahora era una de las herederas más importantes en toda Italia, y su nombre cambio drásticamente a Antonella Isabel  D´ Agostino.

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Ahora se viene lo chido 😎

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