Los colores de la Vida © [Parte 1 Y Parte 2]

capitulo 12

Pasaron los meses. La relación entre Antonella y Luca se hizo aún mucho más sólida, ya Luca se llevaba a veces a Antonella al trabajo para que lo ayude con otro punto de vista, el cual era muy diferente al de él, y disfrutaban mucho los paseo por la galería, todos los trabajadores para Luca estaban muy felices de que por fin estuviera una niña entre ellos.

Antonella se volvió muy importante y era obvio, sería la futura dueña de esa galería, tanto asi que la veían por la galería y era como si ella trabajara allí, podía tocar las pinturas, las esculturas y sin nadie que la regañara, colocaron señales y tarjetas en cada cuadro con la información de la pintura escrita en Braille por Antonella, y además ambos crearon un juego para asi aprender mucho más sobre el arte.

Un día Luca se lleva a Antonella para su galería, durante el trayecto para llegar ambos comenzaron a jugar:

-Leonardo da Vinci 1503- dice Luca.

-¡esa es fácil! es La Gioconda, mi turno- dice Antonella tocándose los labios- van Gogh 1889.

-La noche estrellada, periodo modernismo; mi turno, Edvard Munch 1893.

-¿Me puedes dar una pista?

-Solo una, expresionismo.

-No lo conozco- dice Antonella decepcionada.

-Ya llegamos señor- dice el chofer.

-Fue un movimiento cultural que surgió en Alemania a principio del siglo veinte, tranquila te daré un libro sobre eso- dice Luca poniendo un pie afuera del auto- ¡oh! Y si la conoces, es El grito.

-¡Si se cuál es!, solo no sabía el autor- ambos terminan de bajarse del auto.

Como el señor Luca tenía una junta de negocios deja que Antonella camine por ahí, en eso ella llega al salón de las esculturas, Antonella era muy pequeña en tamaño como para lograr tocar la nueva escultura del señor Luca, la cual estaba puesta sobre un pedestal de 1 metro de largo, pero nada sería obstáculo para que ella tocara esa ¡exquisita pieza! Como dijo Luca, asi que tomo una silla e intentando subir, se cae la gran escultura provocando un ruido espantoso que llego a la sala de junta del señor Luca.
Todos asustados salen corriendo a ver qué fue lo que paso y entre ellos Luca, al llegar a la sala estaba Antonella cubierta de polvo de yeso blanco que era de lo que estaba hecho la escultura y montada en la silla, el señor Luca asustado va adonde esta ella y la abraza, Antonella asustada le pide disculpas y no paraba de llorar.

-Está bien, solo era una escultura- Antonella le replica con lágrimas en sus ojos.

-si pero, ¡era tu exquisita pieza!- el señor Luca sonríe.

-podrá ser ¡exquisita! Pero lo importante es que no te paso nada.

Aunque la verdad, no solo era una escultura normal de esas que tú puedes volver a pegar, era una de las esculturas más valiosas de la galería, incluso el señor Luca si se sintió mal pero de todas formas no podía molestarse con Antonella después de todo, ese mismo día tuvieron que limpiar todo el yeso que estaba regado por toda la sala, y Luca le pidió a Gianna que se llevara a Antonella para la casa ya que tenía yeso en toda la ropa incluso en la cara.

-¡pareces un fantasma!- Le decía Luca para calmar sus nervios.

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Ya se aproxima navidad. El señor Luca decoro toda la casa con todas las luces posibles y con el arbolito más grande, le manda hacer unos vestidos de diseñador a Antonella para la navidad, y adorna la casa con las flores más hermosas, y las comidas más ¡exquisitas!. Era la primera vez que Antonella pasaba la navidad afuera del orfanato, se sentía un poco extraño. ¿Qué estará haciendo la hermana Bella?, ¿Cómo estará Dorothea?, ¿Annabel sigue siendo la directora?, esas y otras miles de preguntas se hacía Antonella.

Era la hora de los regalos, era el turno de Gianna, ella le entrega su regalo a Antonella, con toda la emoción Antonella abre su primer regalo, era un pequeño cofre que cada vez que se abría salía una hermosa canción, a Antonella le encanto su primer regalo y no podía esperar para abrir el del señor Luca, aun mas desesperada Antonella comienza a romper el papel del regalo, y cuando lo abre era una caja con diferentes pinceles, pinturas, hojas, marcadores, plantillas, y hasta espátulas.

-y este es otro regalo - dice Luca dándole una bolsita pequeña, cuando la abre era un hermoso brazalete con su nombre completo escrito en Braille, a Antonella se le pusieron los ojos chiquitos de la emoción, comenzó a llorar y abrazo al señor Luca con toda su fuerza igual a Gianna, ya se sentía parte de la familia, y que después de tantos años tenga el amor que le faltaba... el amor de un padre.

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Besos fantasmales 👻👻