Sultan Mehmed "El Cruel" 5/?

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Los jenizaros ya se encontraban reunidos en los jardines de Topkapi, listos para la ejecucion de las sultanas traidoras.

Todos le temían al nuevo sultán, pues habia hecho lo que nadie se habia atrevido, en venganza por la muerte de su esposa y hermanos, había acusado de traición a miembros de la dinastía y ese dia los ejecutaría públicamente.

Pero no era solo eso, los borraría de la historia, los deshonraria asesinandolos a sangre fría, sin piedad alguna.

Las sultanas se miraron entre si, sabían que ese era su ultimo día con vida y Mehmed, en un acto de compasión con Şahrazad, le había permitido verlas para despedirse de ellas.

— Mi heroe, por favor reconsidere todo esto. — ella suplicó.

— Sultana, es una decisión tomada, son traidoras, deben ser ejecutadas por eso. — Mehmed la miró, le tenia cierto aprecio, después de todo a ella si la consideraba parte de su familia y por supuesto, ella no tuvo culpa alguna en la muerte de su esposa y hermanos. — Le permitiré despedirse de ellas.

La mujer asintió, tomando el rostro de su tan amado sobrino para acariciar su mejilla y después salir de los aposentos.

Los guardias sacaron a todas las sultanas de los calabozos, llevándolas hasta el jardín, donde el sultán Mehmed y su hermano, el Gran Visir Selim, ya se encontraban.

Todas fueron hincadas frente a su majestad, quien las veía con el mas profundo odio en el, recordando la conversación con sus hijos, por ellos haría esto, ellos debian saber que su madre había sido vengada.

— Se les ha acusado de traición al imperio, de complicidad en la muerte de los príncipes Mustafá, Abdullah y Bayezid, además de ser las principales responsables de la muerte de la esposa del sultán, la sultana Hasret. — comenzó Selim. — Su castigo es la ejecucion por los cargos ya mencionados.

Asintió hacia los verdugos, quienes se acercaron con una soga a las sultanas.

— ¡Mehmed, soy tu hermana, soy tu sangre! — gritó Raziye. — Soy hija del Sultán Suleyman, no puedes hacerme esto, soy de la dinastía.

La mirada fría del Sultán se posó en ella, haciendo que cada parte de su cuerpo se entumeciera por el miedo.

— Yo soy el sultán Mehmed Khan, hijo del Sultán Suleyman y su Haseki la sultana Hürrem, yo soy la dinastía, yo soy el imperio. — su tono de voz fue aumentando mientras mas palabras salían de su boca. — Soy el sultán del mundo, ¿quien va a impedirme que te ejecute ahora mismo?

Gritó mirando a todos los presentes, haciéndolos temblar de miedo también, pues si Suleyman era imponente, Mehmed era capaz de atemorizar a cualquiera con solo una mirada, no habia piedad en el, no habia compasión, no había rastro de perdon.

— ¿Quien va a impedírmelo? — gritó nuevamente haciéndolos estremecer, mientras el jefe de los jenízaros se arrodillaba ante el, demostrándole absoluta lealtad.

Todos siguieron su ejemplo, arrodillándose frente a el, nadie ni en sus sueños mas locos se atrevería a desafiarlo.

—¿ Lo ves? — miró a Raziye. — Ejecutenlas ahora.

Ordenó con voz fría, no hubo gritos de su parte esta vez, solo fue una orden, una que heló la sangre de todos ahí.

— Mehmed, ¡deseo de Allah que si la desgracia caiga sobre ti, nos has privado de la vida, no serás bendecido! Tu gobierno estará maldito, no conseguirás la felicidad jamas. — gritó Hatice con todas sus fuerzas al sentirse casi asfixiada por la cuerda en su cuello. — Serás recordado como el sultán cruel, la gente no te recordará mas que por tu crueldad.

— A mi me recordaran sultana. — soltó Mehmed al verla cerrar sus ojos.

Mehmed les dio una mirada a todos antes de regresar a sus aposentos, pues ese mismo dia partirían a Buda, comenzarían las conquistas del Sultán Mehmed.

Entró a los aposentos de su madre y observó a las sultanas ya ahí, todas lo esperaban para despedirse.

— Me leon, que Allah te otorgue la victoria y vuelvas con bien. — Hürrem acarició su mejilla, mientras el tomaba su mano y la besaba.

— Cuida de mis hijos madre. — pidió ante el asentimiento de la mujer.

— Mi heroe, que Allah te proteja. — la sultana Şahrazad tomó su mano para besarla, mientra el asentía y sonreía.

Sus hermanas repitieron la misma acción, tomando su mano y besándola, dándole buenos deseos.

— Osman mi leon. — Mehmed lo tomó en brazos. — Debes proteger a tus hermanos.

— Lo haré padre, voy a cuidarlos a todos. — el niño asintió con convicción. — También a Ahmed, no te preocupes.

Todos sonrieron ante las palabras del niño, menos Ahmed, quien hizo un puchero enojado.

— No padre, yo voy a cuidar de Osman, soy mas fuerte. — el niño sonrió.

— Ambos cuidaran de sus hermanas mi héroe. — Mehmed besó su frente.

Los niños asintieron conformes con las palabras de su padre, mientras se miraban con una sonrisa.

— Ayşe, Hümaşah, mi cielo y mi sol. — besó la frente de cada una.

— Te vamos a extrañar padre. — sonrió la pequeña Ayşe, mientras Hümaşah asentía.

— Yo a ustedes mis amadas sultanas. — después se acercó a Aysun, besando su frente también. — Mi rayo de luna.

La niña sonrió ante el apodo cariñoso y lo abrazó, besando su mejilla también.

— Padre, debes traerme un regalo cuando vuelvas. — Melek se adelantó mirándolo con una sonrisa, Mehmed no pudo evitar sonreír tambien, su hija era idéntica a Hasret, a pesar de su corta edad, era quien mas le recordaba a ella. — Algo azul.

— Te prometo que así será mi angel. — sonrió, besando su frente, para despues salir de ahi, no sin antes darle una ultima mirada a sus hijos.




~~"Ha llegado el momento de avanzar y olvidar."~~



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