CAPÍTULO IX

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Desperté un poco aturdida. La cabeza me daba vueltas y tenía unas náuseas horribles. Miré a mi alrededor para saber donde estaba. Esta no es mi habitación, esta es la habitación de Logan. ¿Qué hago aquí?

Entonces recordé. Ese aliento asqueroso, sus manos tocándome, él forzándome a...

No, no, no. Esto no pasó de verdad, fue solo una pesadilla.

El recuerdo de su mano cubriendo mi boca mientas me penetraba bruscamente y mis ojos llenos de lágrimas de puro dolor, me dio unas náuseas incontrolables y fui corriendo al baño. Saqué todo lo que tenía mi estómago y luego me lavé la cara y las manos para salir otra vez.

Me tumbé nuevamente en la cama arropándome con las sabanas. Ya era de día, así que Logan debía estar por ahí. Aún envuelta en las sábanas salí de la habitación para buscarlo. No estaba en la cocina, ni en la sala, ni en el pequeño balcón. No estaba en casa.

Supuse que debía estar afuera, pero me aterraba salir y encontrarme con... Ni siquiera lo imaginaré. Mejor me quedo aquí y espero a que regrese. Voy otra vez para la cama cuando escucho la puerta abrirse. Por instinto me quedo quieta. Todo mi cuerpo se tensa y mi respiración se vuelve irregular. Quien sea que haya entrado no emite ningún sonido y eso me altera aún más.

En contra de todos mis miedos decido girarme y me encuentro con la única persona que podría ser. Él camina hacia mi y yo me quedo quieta, pero mi respiración ya se va normalizando.

- Buenos días, Llu - su rostro no muestra felicidad, sino tristeza y preocupación - ¿Cómo estás?

Mal. Acabo de recordar que anoche abusaron sexualmente de mi como hace muchos años, dejandome el cuerpo lleno de moretones y arañazos, y estaba muriendo de miedo de que fuera esa persona quien hubiera entrado.

- No sé. Me siento un poco mareada - camino hacia él y pongo mis manos sobre su pecho para mirarlo a los ojos - Gracias por dejarme quedar y por estar conmigo en éstas. No es tu obligación así que, te lo agradezco mucho Logan.- su mano subió a mi mejilla e hice una mueca de dolor porque aún ardían todos los arañazos que habían en mi rostro.

- No me tienes que agradecer. Siempre puedes contar conmigo y espero que lo tomes en cuenta. No te sientas obligada a contarme nada. Solo te voy a pedir que si pasó lo que yo me imagino, vayas a denunciarlo ahora mismo.

- No, denunciar no servirá de nada. No te preocupes por mi. Solo te pediré que no me dejes sola, tengo mucho miedo de que él vuelva y... - mi voz se rompió y lágrimas empezaron a llenarme los ojos - No quiero pasar por esto otra vez.

- Tranquila. Siempre voy a estar contigo - me abrazó y de alguna manera sus brazos parecían mi único lugar seguro - No dejaré que vuelvan a hacerte daño. Te lo prometo - besó mi frente y ya no contuve más mis lágrimas. Lloré en su pecho dejando salir todo el dolor y la rabia que había en mi, mientras él acariciaba suavemente mi cabello. No sé si es apropiado pero esta sensación de familiaridad, de que puedo contar con él, de que es la única persona que me queda, me hace sentir mejor. No quiero irme de sus brazos.

xx

Pasaron semanas y todas las marcas de suciedad se borraron de mi cuerpo. Él no había vuelto a venir por mi, pero aunque hubiese venido no me hubiera podido siquiera tocar. Desde aquel día, Logan no se despegó de mi ni por un segundo, ni en la empresa, ni en el edificio, ni siquiera cuando voy al baño. He estado en su apartamento porque no ha querido que me quede en mi habitación sola y lejos de él. Así que la cerré y llevo dos meses viviendo con Logan.

La verdad aún tengo pesadillas con lo que pasó, por mucho que ya haya vivido esto, cada vez es más doloroso, y sé que no hubiera podido superarlo, o al menos intentar superarlo, sin la ayuda de Logan. Saber que no estoy sola y que alguien me cuida, ha ayudado mucho. Él ha sido incondicional y con su cariño me ha sanado las heridas. Me ha hecho reír, ha cocinado para mi, ve mis películas favoritas conmigo, sin contar que me acogió en su casa como si nos conociéramos de toda la vida.

Hoy tuvimos que ir a la empresa para unas reuniones de algunos clientes interesados en las viviendas que se ofrecen en el centro de la ciudad. He aprendido mucho de esto y me está gustando. Además de que el trabajo me sirve para no pensar en mis miedos e inseguridades.

Estamos en la sala viendo una serie que le gusta a Logan. Ya cenamos y en un rato, por lo menos yo, iré a dormir. Estoy muy cansada y solo quiero dejar que mi mente se apague por un buen rato. Las pesadillas me hacen despertar asustada a mitad de la noche y ya luego no puedo volver a dormir.

Miro a Logan y está con la cabeza recostada hacia atrás y los ojos cerrados. Con cuidado me levanto del sillón para ir hacia él y sentarme a su lado en silencio. Él se mueve un poco pero no despierta. Entonces empezó a hacerle cosquillas y se sobresalta dejando escapar la risa. Forcegeamos y cuando me doy cuenta ya estoy acostada en el sofá y él está encima de mi.

Dejamos de reír y sus ojos encuentran los míos. Una mirada llena de ternura me congela por completo porque nadie suele mirarme así, solo él. En ese momento vuelven a mi esas ideas locas de desear sus labios, que están entreabiertos. Trato de no pensar en eso, pero cada vez me veo más tentada a hacerlo y él parece notarlo porque se va acercando con cuidado a mi. Instintivamente mis ojos bajan a su boca y abro un poco la mía.

Dejo atrás el pensamiento de no desearlo. No me puedo seguir negado que me muero de ganas de que me bese. Él se ha portado tan bien conmigo y es tan guapo, tan sexy. Estos dos meses me ha costado mucho no perder el control y lanzarme hacia él. Me da miedo pensar que quizás solo quiere sexo y nada más, pero si así fuera, estoy dispuesta a correr el riego.

Sus labios rozan los míos y siento un escalofrío que recorre todo mi cuerpo. Besa mi labio inferior con delicadeza y lo que siento es inexplicable pero, se siente jodidamente bien. Cruzamos miradas por unos segundo y luego vuelve a besarme. Esta vez sin restricciones, sin reservas, pero de una manera dulce y suave que hace que nazcan las mariposas en mi estómago.

Pone una de sus manos en mi cintura y con la otra se apoya en el sofá. Yo subo las mías a su cuello y sigo el ritmo de sus labios. Es como si estuvieran hechos a la media. En pocos segundos nuestro beso se fue volviendo más profundo, más intenso. Por primera vez sentía ganas de ser suya. De que él borrara con besos y caricias todas las marcas y los defectos de mi cuerpo. De que solo él me hiciera sentir estas sensaciones tan increíbles.

Ahí, mientras nos besábamos con ternura y pasión, descubrí que no sirve de nada tratar de alejar éstas ideas de mi mente. Ahí supe que estaba loca por Logan y lo repetí una y otra vez en mi cabeza para no olvidarlo:

Me gustas, Logan.

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Hola, este capítulo es en especial para Maiví, otra de mis amigas. Beistos Mei

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