CAPÍTULO XII

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LOGAN

Las palabras de Lluvia siguen en mi cabeza, dando vueltas sin parar y no entiendo que hice mal. Puede que ella no lo vea, pero no aguanto estar peleados, tengo que tenerla cerca.

Aunque me cueste aceptarlo, Lluvia a causado cosas en mi que no había sentido antes. Necesito que me mire y que me sonría al despertar. Que haga pucheros obligándome a ver sus series de amor. Que me llene con el olor de su pelo cada noche.

Y es que ya no se vivir sin ella. Puedo tratar de negarlo, incluso ocultarlo, pero esa mujer me gusta como ninguna otra.

Me gustas mucho, Llu.

Iba a decirle, pero dijo que siguiera con mi vida, que volviera al bar, a la vida que solía llevar antes de ella.

¿Quieres que me aleje de ti? ¿Qué vuelva a ser el fuckboy de siempre?

Quise preguntar. Las palabras se atoraron en mi garganta y me quedé en silencio. Mi mejor solución fue salir a buscar a esas chicas. Las chicas que no necesitaban mi amor ni mis cuidados. Las que solo querían sexo salvaje y nada más. Las que no son capaces de llenarme como lo hace ella.

Mientras las follaba solo podía pensar en ella. En aquel beso espontáneo que los dos deseábamos. En sus dedos sobre mis labios. En su mano entrelazada con la mía.

¿Para qué negarlo? Me estoy enamorando. Y no quiero perderla, pero tampoco quiero ilusionarme por nada. Así que mejor olvido todo esto y sigo mi vida como si estos dos meses no hubieran existido.

Estoy en la oficina. Le he dicho a Lluvia que no llegaría a dormir y no tengo otro lugar para quedarme. El frío del atardecer me acoge y pido un café a la recepcionista. Ella lo trae pero ni siquiera me mira.

Entonces recibo una llamada de Luanna. Me sorprendo porque no suele llamarme, pero recuerdo que mi madre está en el edificio y decido contestar.

— ¿Ahora qué? — respondo cortante y escucho un suspiro al otro lado de la línea.

— Logan, mamá se puso un poco mal. Estábamos de salida al centro comercial y tuve que devolverla a la habitación. Está preguntado por ti, dice que quiere verte.

La voz de mi hermana suena preocupada así que también me preocupo.

— ¿Está bien? ¿Le llevo algo? — ya empezaba a desesperarme.

— No, solo quiere que vengas y estés con ella. Te espero aquí. Adiós.

Terminó la llamada y sin pensarlo dos veces agarré mis cosas y salí corriendo. Mi madre es todo para mi, me muero si le pasa algo.

Iba a la mayor velocidad que podía y en poco tiempo llegué al edificio. Al entrar, Luanna no estaba en la recepción. Subí corriendo las escaleras hasta el cuarto piso. Saqué las llaves y abrí la puerta lo más rápido que pude. Entonces la preocupación se volvió mayor al ver todo aquello.

La iluminación era tenue y solo habían velas por toda la sala. Entré cerrando la puerta y caminé hasta la cocina. La mesa estaba organizada de una forma muy elegante y también habían velas aquí. Sentí unos pasos acercándose y volteé encontrándome con Lluvia.

Al verla me quedé boquiabierto. Llevaba unos pantalones de tela elástica ajustado, resaltando sus curvas, una blusa que no llegaba a su ombligo, con un gran escote, unos tacones no muy altos, y su cabello largo suelto llegaba a sus perfectas nalgas. Toda de negro, se ve espectacular, como sacada de una revista. Esta era otra versión de ella, sin dudas.

Pero, ¿para qué es todo esto?

— ¿Qué es esto, Lluvia? — ella sonrió y se acercó a mi, rodeó mi cuello con sus manos y me besó la mejilla.

— Es tu bienvenida. — se separó y sirvió vino en las dos copas que habían en la mesa — Espero que podamos arreglar nuestras diferencias con esta cena. — me ofreció una de las copas y la acepté.

— ¿No se supone que mi madre me estaba llamando? — aún estaba confundido.

— No te preocupes. Tu madre está con Luanna en su apartamento. Esta noche es para nosotros. Ahora, a lo que vinimos.

Estaba tratando de entender cómo se habían puesto de acuerdo para hacer esto. Pero definitivamente esta sorpresa me había gustado. Es como llegar cansado de trabajar y ser recibido por tu mujer con la cena lista y todo preparado para pasar la mejor noche de tu vida.

Quizás Lluvia había cambiado de parecer y quería seguir a mi lado. Y esto, de muchas maneras, me hacia muy feliz.

Ella se fue a la sala y yo la seguí. Nos sentamos en el sofá y pusimos nuestras copas en la pequeña mesita de centro. Nos miramos unos segundos y ella sonrió triste. Suspiró e hizo varias veces el gesto para hablar, pero no habló. Hasta que terminó su guerra interna y pronunció lo que quería.

— Logan, me cuesta mucho decir esto, pero tengo que hacerlo—

— Si no quieres, puedes simplemente no decirlo.— estaba poniéndome nervioso.

— No me interrumpas, ¿si? — asentí — Yo... quería pedirte perdón, otra vez, por todo lo que dije esta mañana. No quiero alejarte de mi, ni que vuelvas a ser ese chico que eras cuando te conocí... En realidad estaba hablando para mi misma, pronunciándolo en voz alta para sentirlo más real. No debo ilusionarme contigo.... Estos han sido dos meses excelentes, llenos de buena vibra y... y tú solo lo hiciste por ayudarme, así que no debo pensar otras cosas. Pero no tiene nada que ver contigo —

— ¿Qué no tiene nada que ver conmigo? — pregunté un poquito insultado — Todo, absolutamente todo, lo que tenga que ver contigo es mi problema. Yo soy la única persona que tienes y prometí no dejarte sola.— suspiré, ahora era mi turno — Lluvia, eres la chica más hermosa que he conocido. No te importó mi pasado, ni mi forma de ser. Fuiste mi primera amiga — ella echó a reír — es en serio, nunca antes había visto una chica como amiga.... Creo que por eso comencé a ver cosas en ti que no había visto en nadie. Eres atrevida, extrovertida, candente. Tienes carácter. Es admirable la forma en la que superas tus problemas. Eres una mujer increíble. Y eso es lo que me gusta de tí. — ya no había vuelta a atrás — Me gustas mucho, Llu.

Ella se quedó mirándome fijamente, sin pronunciar una palabra. Eso me puso los pelos de punta. No sabía si su silencio era bueno o malo, pero me estaba matando. Una lágrima corrió por su mejilla y la limpié con mi pulgar. Me miró con una sonrisa triste y habló.

— Logan, todo lo que me haz dicho es hermoso. Nunca nadie me había hablado así. Eres la única persona en mi mundo que me trata con cariño....— bajó la cabeza y jugó con sus manos en su regazo — Pero eres el único que no sabe la verdad. Quizás después de saberla tus sentimientos hacia mi cambien. Y no sé si es lo correcto, pero necesito que lo sepas todo, necesito contarte todo.

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Hola. Lluvia va a contar su verdad pero, ¿lo dirá todo? Está dando un súper paso al contarle a Logan. Y se acerca lo interesante.

Otra vez gracias a los que siempre están ahí siguiendo esta historia junto conmigo.
Besitos.

Gaby💚💚💚

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