Valerin

Capítulo VI | Misterio Nevado

Recuerdo aquella tarde, estaba nevando, hacía mucho frío en la montaña.

Me preparé un chocolate caliente y para acompañarlo un buen trozo de pan dulce, me senté frente a la chimenea para disfrutar de mi delicioso aperitivo, me encontraba sola en el lugar, me aburrí y tomé un libro de la biblioteca de mi tío, salí al frente para leerlo y estar en contacto con la naturaleza y observar como caía la nieve, no sin antes abrigarme muy bien, porque si dentro del lugar era frío, fuera de él, la temperatura era apenas soportable.

Mientras cambiaba la página, mi mirada se levantó como por inercia, y observé a lo lejos entre los árboles un sujeto extraño, era alto y no podía verle el rostro pues llevaba una máscara, y por la nieve la figura era apenas distinguible, debí sentir miedo pero no fue así, no soy de temer a lo desconocido, al contrario, siento extrema curiosidad, así que decidí acercarme a él.

Tenía mi navaja favorita en el bolsillo de mi pantalón, como siempre, y si era una persona e intentaba hacerme algo, podía defenderme ya que sabía medianamente defensa personal y demás… Así que poco a poco, con más intriga que miedo, me acerqué a aquél extraño sujeto, y al estar frente a él, lo miré y antes de poder acercarme, desperté.

Me encontraba en el sofá de la sala, no tenía idea de sí había sido un sueño o realidad lo que pasó, solo noté que me dolía un poco el cuerpo, pensé en tomar una ducha caliente para relajarme, y así lo hice. Al salir del baño, me percaté de que en mi brazo derecho estaba una marca, parecía que me hubiese apretado alguien por ahí con fuerza suficiente para marcarme, no le presté mucha atención, aunque pensé en el extraño "sueño" que tuve, se había sentido muy real…

Pasando la noche, cerca de las 8, llegaron mis tíos, estaban exhaustos así que se fueron a la cama y quedaron profundamente dormidos de forma casi inmediata, la casa ahora se sentía con un ambiente pesado, pero preferí hacer caso omiso a eso, tal vez todo era parte de mi imaginación.

Fui por galletas y un vaso de leche tibia a la cocina. En lo que iba de regreso a mi habitación miré hacia un pasillo, donde al fondo, vi al sujeto de nuevo… Me mentalicé sobre que era mi imaginación y volteé, esperando que al volver la mirada al pasillo, ya no estuviese ahí… Pero no, al mirar nuevamente me percaté de que era muy real, él estaba realmente ahí, no era un sueño ni una alucinación, mucho menos un espejismo, no sé cómo demonios entró o que era lo que buscaba… Pero lo más extraño era que yo no sentía ni es más mínimo temor, sentía curiosidad, y a su vez algo familiar en él, opté por acercarme para verlo más de cerca, aún cargaba la máscara cubriendo su rostro, me acerqué más para quitarla y ver la identidad de aquel extraño sujeto…

Ya no tenía duda de que era real, podía realmente tocarlo, escuchar su respiración, y al quitar la máscara y verle completamente…

—¡Morthy! —Exclamé en un suspiro.

Parecía que tenía algo que decirme, pero cuando este iba a hablar, me llama mi tía desde su habitación.

—¡Valerin! —gritó mi tía desde su cuarto.

Luego de esto, se escucharon sus pasos acercándose hasta donde estábamos.

Voltee nuevamente hacia Morthy con emoción pero cuando miré, ya no estaba, un susurro pasó por mi oído claramente, era su voz dándome indicaciones para poder llamarle cuando lo necesitase…

Ella sale del cuarto y mi mirada seguía perdida en el espacio, aún sin poder creer lo que vi, y como única prueba de su realismo, aquél susurro…

Me hace entrar a la habitación para dormir, son cerca de las 9 de la noche ya, el tiempo pasó demasiado rápido mientras estaba paralizada viéndolo desde el pasillo… Casi media hora paralizada, y para mí, no habían pasado 5 minutos…

Finjo dormir, repitiendo una y otra vez en mi mente las instrucciones que me había dado Morthy, estaba ansiosa, emocionada, esperando ya que dieran cerca de la medianoche, y cuando llega la hora, me levanto cuidadosamente de la cama y sin hacer ningún ruido, salgo de la habitación…

La llamada…