¿Hasta que punto el dolor puede o no ser soportable?
Para cuando Daniel terminó conmigo, estaban empezando las vacaciones, un momento que realmente fue muy conveniente, pues para nada quería ver a nadie, ni siquiera a mi propia familia, pero con ellos no tenía opción…
No salía mucho de mi habitación, afortunadamente mi baño era individual y para entrar a él, podía hacerlo desde dentro de la habitación, me bañaba hasta cinco veces al día, a veces hasta el doble… Realmente era en vano, no había forma de quitar esa sensación de mugre de mi piel, sentir sus manos tocándome… Me daban nauseas y vómitos, perdí casi veinte kilos en muy poco tiempo, comía solo lo necesario para subsistir, vomitaba la mayoría… Y para cuando mis padres se dieron cuenta de mi cambio de actitud, había pasado un mes…
Recuerdo que al decirles a mis padres lo que había ocurrido, después de que me insistieron para que les dijera, jurándome que iban a comprenderme y que no me juzgarían… Me llamaron mentirosa… Ellos conocían a Daniel, y él no era un violador, sería incapaz de dañar a un mosquito; quizás un zancudo era más importante que yo…
Fue algo totalmente contraproducente, ahora me aislaba más, ya ni siquiera quería comer en la misma mesa que ellos, solamente salía, tomaba mi plato, lo llevaba a mi habitación y comía la mitad, a veces menos… Lo demás, se iba por el drenaje.
¿Por qué?
Pues… Cada vez que comía en la mesa con ellos, me hablaban de Daniel… "Lo vimos caminando cerca de aquí", decía mi padre, "Me preguntó por ti, seguro quiere volver contigo", decía mi madre, "No seas tonta, no sé como pudiste gustarle, ojalá consiguiera yo uno así", decía mi hermana.
En eso estaba de acuerdo con ella, ojalá fuese sido ella quien fuese pasado por todo lo que yo pasé, quizás así sería ella la que cada noche llora sin consuelo, quizás así entendería lo difícil que es olvidar a alguien que te recuerdan diariamente…
Una tarde, al terminar de "almorzar" en mi habitación, fui a llevar el plato a la cocina, donde se encontraba mi hermana… Fuese preferido quedarme encerrada… Realmente fuese preferido haber estado muerta desde hacía ya tiempo.
—¡La niña salió a dar la cara! —Dice mi hermana en tono de burla. —Ya ni a tu familia quieres ver, ¿Acaso también te vas a alejar de nosotros y a inventar una violación? —Dice ella sarcásticamente, afirmando que todo era un invento mío.
No respondí, solamente di media vuelta y me marché, camino a mi habitación… Me tomó por las mejillas fuertemente con su mano y me pidió que la mirase cuando me hablara… Me solté y seguí caminando, no quería discutir con ella, no valía la pena hacerlo.
Nuevamente me sujetó, esta vez por un brazo, y estrelló su mano contra mi rostro con una fuerte bofetada… Pero para ser sinceros, no se comparaba con el dolor que había sentido con Daniel, por lo tanto, ni siquiera me inmuté, seguí caminando y me sujetó fuertemente por el cabello, ya me había hartado así que cuando la tuve de frente, escupí toda la saliva que tenía acumulada por las palabras que tenía contenidas y la arrojé por toda su cara, ojos, nariz, mejillas, y estoy más que segura que dentro de su boca también cayó un poco.
Intentó darme otra bofetada pero esta vez sujeté su mano, demostrándole que yo también tenía fuerza con que defenderme, la empujé al mueble y seguí caminando hasta mi habitación mientras a lo lejos escuchaba aún sus gritos; pero al pasar por la entrada observé como el cielo se oscureció rápidamente, cubriéndose de nubes de tormenta, pero sin una sola gota de agua.
Había un viento frío de muerte, y el clima anunciaba la tragedia.
Era hermoso… Inclusive me animé a dar un paseo al bosque, después de todo, ¿Que mejor combinación podía haber?
Era una tarde gris, eran a penas las dos de la tarde, pero parecían las seis; caminé y caminé por el triste bosque por horas, sintiendo como el frío penetraba por mi piel.
Dicen que ese es el frío de la muerte, y que anuncia la tragedia. Para mí anunciaba algo diferente… Descanso…
Estando en el bosque, tomé mi navaja y me decidí a acabar con todo ahí, donde nadie pudiese jamás encontrarme.
Justo antes de proceder a cortar mis venas, escuché una voz conocida, que tenía bastante sin oír.
—¡Valerin detente! —Me dice.
—¿Que haces aquí? ¿Como me hallaste? — Le pregunté.
—Eso no importa, debes detenerte. —Me dijo; parecía realmente preocupado así que decidí escucharlo.
—Tienes cinco minutos, y debes explicarme como me encontraste, ¿De acuerdo Dorian? —Le pregunté.
Dorian y yo estudiábamos en la misma escuela, él iba a pelear con el niño al que Morthy dejó huérfano, iba en el mismo año que yo pero en un salón distinto.
—Necesitamos tu ayuda… —Me dice Dorian
—¿Necesitamos? ¿Quienes? —Le pregunté. —Aún no me has dicho como me hallaste.
—Ella me trajo… Tienen un amigo en común según tengo entendido… —Dice Dorian al mismo tiempo que revela a su acompañante. —Se llama Ammyt, dice que un amigo suyo es tu acompañante, ¿Como se llamaba? Mart… Mert… Mort… ¡Morthy! —Exclamó Dorian.
Cuando pronunció su nombre, un extraño frío recorrió mi cuerpo, tenía demasiado tiempo sin saber de él.
—Necesitamos de la ayuda de ambos, es muy importante. —Dijo Ammyt.
—Hace mucho que no sé de él… Me dejó… O mejor dicho, le pedí que se fuera… —Le dije al demonio.
—¿No lo notas? —Me dijo.
—¿Notar que?
—Él está aquí. —Dijo Ammyt. —Hola viejo amigo. —Saludó mientras miraba al bosque.
—Hola, sé por lo que están aquí, y de ningún modo dejaré que metan a Valerin en esto. —Dijo la extraña figura que salía del bosque.
¡Era Morthy!
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Valerin
Mystery / ThrillerLa historia trata sobre Valerin Williams, chica de 18 años de edad que sufre de múltiples trastornos a lo largo de su vida, esta misma es quien nos relata su trágica historia, la cual ella describiría como "desgraciada"; nos cuenta como sufría de de...