Caminos Cruzados

Capítulo 6: guerra silenciosa

—Ha pasado un tiempo. ¿Y bien? ¿Conseguiste lo que necesitamos?

Aquel sujeto en armadura plateada e imponente sentado en su trono, le preguntó a la chica que sus caballeros acababan de traer, pero al ver que está solo agachó la mirada, supo la respuesta.

—Lo suponía. No sólo vienes con las manos vacías, sino que también dejaste que tú compañero muriera. Aún cuando he puesto toda mi confianza en ti, no eres más que una inútil.

—¡No!

Sunset Shimmer se puso de pie rápidamente y con ira, a lo que los dos caballero que la escoltaron sacaron sus espadas hechas de luz contra ella.

—¡Yo hice mi trabajo! ¡Ya tenía la corona en mis manos, cuando otro de esos lunáticos con reloj apareció y tuvo que complicar todas las cosas!

—¿Qué has dicho?

Las palabras de la chica causaron una fuerte reacción en el sujeto, que le hizo ponerse de pie al instante.

—¿Qué? ¿Crees que eres el único sorprendido? ¿Que acaso no conocías hasta el más mínimo secreto de este mundo? Pues sí, Sapphire Gate no es el único del que deberías preocuparte ahora.

El sujeto dejó escapar una pequeña risa, y luego el visor de su casco resplandeció con intensidad.

—Je. Parece que no resultaste ser tan inútil después de todo.

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Luego de su encuentro con Adam, la vida  de todos continuó como si nada de eso nunca hubiera pasado. Desde entonces, los únicos hechos poco ordinarios que sucedían a su alrededor, fue ver a Rainbow Dash sacar un 60 en su exámen, y a Rarity tomar un trapeador para limpiar el piso de la cocina de la cafetería, luego de una pequeña discusión con la abuela Smith, sobre ciertos gustos culinarios.

Por primera vez, Canterlot parecía mucho más normal como nunca antes. Y aunque esto no tuviera nada malo, a Gate no le resultaba de la misma manera.

Desde ese día, no ha habido momento en el que no esté pensando en ello, lo que en concecuencia le trajo algunos problemas con su familia e incluso en el trabajo por pasar tanto tiempo con la mente en las nubes.

¿Pero cómo no iba a estar distraído cuando a su alrededor posiblemente estaba pasando algo muy malo como para que otra dimensión estuviese implicada? En primer lugar, la existencia de otro mundo debería ser imposible. Por años cientos de personas han estudiado las probabilidades y todas han llegado a un punto muerto en el que-

—¡Sapphire!— Gritó una señora Cake quién corrió para evitar lo que estaba por suceder.

—¿Eh?— Dijo un Gate con la mirada perdida, antes de volver a la realidad.

De pronto el chico se vio con una expresión de horror cuando se dió cuenta que estaba caminando hacia una mesa con varias malteadas y tasas de café en bandejas en ambas manos, pero por no detenerse a tiempo, terminó por echarle todas las bebidas encima a un grupo de chicas, quienes terminaron empapadas, sucias, y enfadadas con él.

—¡¿Qué es lo que te pasa?!.

—Ay, no, ¡De verdad lo siento, señoritas! Enseguida les traigo unas-