Capítulo 8: Plan de acción.

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Luego de un par de minutos, el castillo terminó por colapsar por completo. La mayoría de los caballeros habían logrado escapar del lugar con éxito, usando varios jeeps, camionetas, y camiones pequeños disfrazados cómo autos corrientes para pasar desapercibidos. Lo único que quedó fue una gran pila de escombros con enormes cristales sobresaliendo de todas partes.

Gate, Rainbow y Rarity no podían hacer más que observar aquello con asombro, ocultos detrás de algunos árboles y arbustos.

Por poco y de no ser porque a todos les importaba más correr por su vida que preocuparse por unos adolescentes, posible estarían atrapados debajo de todo eso.

-¿Estamos seguros de que ese sujeto no nos quiere matar a nosotros también?- Dijo Rainbow, deslizándose de espaldas en el árbol hasta caer sentada, soltando una largo suspiro.

-¿Estás bien?- Preguntó Gate, algo preocupado.

-Je, odio admitirlo, pero eso de allá atrás no fue tan increíble como pensé que sería.

La chica de cabello arcoiris mostró una pequeña sonrisa, pero solo con eso no podía ocultar el hecho de que todo su cuerpo seguía temblando.

Rainbow era fuerte, de seguro después de un rato el miedo se le pasaría. Ahora, quien merecía más atención, era la chica de cabello morado sentada del otro lado con su rostro oculto entre sus piernas mientras se abrazaba a su misma, y que no había dicho una sola palabra desde que salieron del castillo.

Al verla en ese estado, el sentimiento de culpa comenzó a comerse a Gate por dentro. Tanto así, que dudó por un segundo en acercarse a ella, pero entonces Rarity levantó ligeramente su mirada. Aquellos ojos azules miraron al chico como si buscasen un poco de consuelo, hasta que ella estiró un poco su mano temblorosa hacia él, y él la tomó sin dudar.

-Rarity... De verdad lo siento. No sabía que esto iba a pasar- Se disculpó, su voz quebrándose en cada frase.

En ese momento, los chicos pudieron escuchar el sonido de ramas quebrarse. Rápidamente Gate y Rainbow se pusieron de pie, pero antes de que pudieran reaccionar, una alocada cabellera color rosa salió de entre los árboles para embestir al chico con fuerza.

-¡Qué alivio! Están bien.

-¡Pinkie!

Después de eso, Applejack junto a Fluttershy también aparecieron en el lugar y se alegraron de ver a sus amigos.

-Estábamos muy preocupadas por ustedes, que bueno que estén bien- Dijo Fluttershy.

-Igual nosotros, ¿Cómo se las arreglaron para no ser encontradas?- Preguntó Gate.

-Bueno, no fue sencillo. De no ser por Applejack, no lo hubiéramos logrado.

-¡Sí! ¡Debiste haberla visto derribar a dos de esos tipos usando un tronco! ¡Un tronco! ¡Fue increíble!

Applejack solo pudo sonreír algo nerviosa. Pero mientras la veía, Gate se fijo que ella llevaba varios moretones en sus brazos, lo que solo hizo que su sentimiento de culpa de incrementara.

-Chicas... yo...

Gate no pudo terminar lo que iba a decir, gracias a una séptima persona que apareció en el lugar. Detrás de ellos, Adam se hizo presente, y sin dejar que alguien dijera algo al respecto, el hombre de cabello blanco lanzó un golpe directo al rostro del chico que lo terminó tirando al suelo. Todo el mundo quedó en absoluto silencio. Y mientras Fluttershy y Pinkie se cubrían la boca sin saber qué hacer, Rainbow se paró firme frente a Adam, y Applejack y Rarity fueron rápidamente a ver el estado de su amigo.

-¡¿Cuál es tu problema, amigo?! ¡¿Estás loco?!

Rainbow miró directamente a los ojos color miel de Adam y le dió un fuerte empujón en el pecho.

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