Caminos Cruzados

Capitulo 10: la luz de la media noche

Un solo segundo tarde y Twilight hubiera sido gravemente lastimada de no ser por Adam al interponerse entre el Juggerknight y ella.

Con un fuerte puñetazo a la cabeza hizo retroceder a la pesada máquina, pero aún así, no podía bajar la guardia ni por un segundo cuando el príncipe apareció atrás suyo, listo para cortarle la cabeza.

Rápidamente se apartó de su alcance con un salto. La espada solo consiguió cortar por la mitad un árbol cercano, pero ahora Adam estaba demasiado lejos para proteger a Twilight, y ese desgraciado se metía en su camino.

En ese instante los dos caballeros centinela atacaron a Adam por los costados, sin embargo sus espadas no le hicieron daño alguno y solo pasaron a través de su cuerpo lodoso. Adam aprovecho esto para tomar las cabeza de ambos y hacerlas chocar entre sí, dejando grandes abolladuras, para luego mandarlos lejos con sus llamas.

Pese a eso, su peculiar anatomía no lo hacía completamente invulnerable a cualquier daño físico, y mucho menos cuando un puño del tamaño de su cabeza, con una fuerza similar a un camión, lo tomó por sorpresa y lo mandó a volar a las ruinas del castillo.

-Tú vienes conmigo- Dijo El principe, tomando a Twilight por el cuello.

No pasaron ni cinco segundos antes de que Adam regresara la batalla de un salto, embistiendo de forma brutal al príncipe con la cabeza de crashhopper.

Mientras estaba enterrado en las rocas, una estela pasó ante sus ojos y una vez más Adam atacó su abdomen más fuerte que antes.

-Si quieres matarme tendrás que hacer algo mejor que eso, niño- Dijo, mirándolo hacia abajo con superioridad mientras la luz de la luna yacía a sus espaldas.

-¡Adam, cuidado!- Advirtió Twilight al ver que un centinela se dirigía hacia él.

-¡Twilight, escóndete!

Adam saltó por encima de la cabeza del centinela antes de ser alcanzado por su espada. Ya estando a sus espaldas, acumuló toda la fuerza posible en sus piernas, y se lanzó hacia él en un abrir y cerrar de ojos, terminando en un montón de pedazos de metal y tornillos volando hacia todas partes luego de que Adam hiciera literalmente explotar todo su torso.

Sin perder el tiempo, el príncipe apareció atras de él para cortar la membrana detrás de las patas de crashhopper, lo que le hizo perder el equilibrio, y como consecuencia terminó siendo víctima de una patada en su costado.

De no ser por su duro exoesqueleto seguramente ahora estaría con sus órganos hechos compota, pero pese al dolor, Adam alcanzó a atrapar la pierna del principe entre su brazo, seguido de un resplandor verde, cuatro brazos con dos brazos retorció de manera antinatural dicha extremidad, obteniendo un grito de dolor que se cortó de repente al ser lanzado contra el piso.

Adam estaba exhausto para este punto. El daño acumulado en el lapso de tres horas comenzó a hacer efecto; su respiración ya no era la misma, su corazón estaba latiendo a mil y las quemaduras en su espalda estaba siendo cada vez más molestas.

-¿Qué pasa guardián?- Dijo el principe, mientras levantaba la cabeza del suelo- No pareces tan ágil como la primera vez que nos vimos, ¿O es que no puedes hacer las cosas tú solo?- Tras eso, él tomó su propia pierna con ambas manos para delvolverla a su posición original.

Adam quedó asqueado al ver tal cosa.

-¿Qué demonios eres?

-Soy mejor que tú. Y gracias al regalo que tú generosamente nos diste...

-¡Ya cállate!

Enfurecido, Adam aplastó el suelo con sus cuatro brazos, pero cuando se dió cuenta, el príncipe ya estaba detrás suyo, a lo que reaccionó rápidamente con un codazo a su rostro que fue detenido fácilmente por él con una sola mano, provocando que sus ojos se abrieron como platos.