Capítulo 1

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Capítulo 1

Kelly

Faltaba solamente 1 mes para que empezará a vivir, o más bien, para irme a la universidad y así estar 4 años fuera de este infierno, podría hacer lo que quisiera sin tener pegado a mi culo a mis padres y sus súbditos, yo los llamaba así pero en realidad eran sus guardaespaldas.

Mi madre estaba dándome clases de costura, ya ves, en el siglo XXI y todavía hacían este tipo de cosas ridículas. Quería que fuera una señorita allá donde fuera y según su criterio, coser era de señoritas, aunque creo que todavía no sabe en qué siglo estamos..

- Kelly, concentrate, estás muy desconcentrada cariño - Dijo mi madre con esa voz dulce que me sacaba de quicio.

- Si no fuera esto tan aburrido, no estaría despistada- Gruñí

- Hija mía, te he dicho centenares de veces que debes tener buenos hábitos para el día que encuentres un buen hombre, sepa valorarte - Dijo y yo me quedé perpleja .

- Mamá, por favor, deja ya tanta tontería a un lado, por el amor de dios, estamos en el siglo XXI, no creo que a los tíos de hoy en día les importe que sepa coser una mierda de manta.

- Kelly, esos modales por jesucristo, yo no te he educado para que seas tan vulgar.- Dijo sobresaltada.

- Pues vete acostumbrando, guapa.- Le dije y acto seguido me fui a mi dormitorio donde solía estar siempre.


Tengo tantas ganas de irme de aquí y dejar de vivir la vida que quieren mis padres para mi , joder, yo no soy como ellos y eso salta a la vista. Ellos son formales, visten de etiqueta, les gustan esos bailes tan ridículos, tienen a sus súbditos pegados detrás a cada paso que dan, sus gestos son de lo más delicado por no hablar de su pelo, mi padre va tan engominado que algún día se le saldría los ojos de las órbitas y mi madre, se quedará calva de los recogidos tan tirantes que llevaba y después estoy yo, siempre con el pelo en una cola de caballo mal hecha, con mi ropa cómoda o jeans , con mis uñas sin pintar y con un piercing en la nariz que obviamente cuando se enteraron mis padres me lo hicieron quitar, aunque ellos no saben que cuando estoy sola me lo vuelvo a poner. En fin, soy el polo opuesto de ellos. Y parece que no se dan cuenta de ello porque siempre intentan cambiarme, como si lo fueran a conseguir JÁ !

Era mediodía y teníamos una comida, no pude negarme a ir por el bien de mi familia, que nos vieran unidos daba puntos en las elecciones de mi padre, madre mía, lo que tengo que aguantar.

- Kelly, solo falta un mes. Piensa solamente en eso - Me dije a mi misma en voz alta.

Después de esa aburridísima comida, mis padres salieron a pasear y yo me quedé en casa, como muchas veces hacía. Lo que ellos no sabían era, que justamente esta noche tenía que escaparme porque mi única amiga, si tenía una amiga, iba a dar un pequeño concierto en un bar no muy lejos de mi casa, la Casa Blanca.

Os estaréis preguntado cómo me escapo, pues bien, aunque según mi queridísimo padre era imposible, yo me las sabía todas, como buena adolescente que soy tenía mi escondite secreto. Una de las vallas del cercado estaba un poco levantada y me aprendí de memoria el horario de los súbditos que rodeaban la casa para así poder salir desapercibida, pues bien, cuando quería escaparme, solo tenía que esperar que fueran las 10:45 pm para irme por allí, ya que a esa hora, la zona no tenía vigilancia, además de utilizar una peluca y lentillas para no ser descubierta, claro.

Como era de esperar, llegó la hora y me fui.

Cuando llegué al bar, me sorprendió lo lleno que estaba, por dios, seguro que estaba más lleno de lo permitido. Vi a mi amiga Kelsey llegar al escenario y cantar con esa voz tan bonita.

Ella era la única amiga que tenía, nos hicimos amigas cuando teníamos 10 años, ella es la hija de nuestra cocinera y siempre que podía venía a jugar a mi habitación conmigo, hasta que nos descubrió mi madre y solamente nos dejaba hacer deberes juntas, nada de jugar. Desde entonces nos hicimos inseparables, tanto que mi madre le concedió a Kelsey una beca para poder ir al mismo centro de estudios que yo. Ahora, después de tantos años, nos íbamos a separar porque ella estudiaría música en la universidad de Berklee y yo medicina en Harvard, aunque mis padres desconocían que carrera iba a hacer, ellos creían que iba a hacer derecho, pero mi pasión desde niña era la medicina.

Cuando terminó de cantar, saltó del escenario y vino directa a mi.

- Kelly, muchas gracias por venir a verme - dijo dandome un abrazo

- Cómo iba a fallarte tonta, eres mi mejor amiga- Dije devolviendoselo

- Tía, has visto qué bueno está el batería, creo que me he enamorado - Dijo la muy ilusa

- Pero si no lo conoces de nada Kelsey, te han puesto ese batería porque el tuyo tiene gripe. - Dije riendome

- Tu siempre tan aguafiestas, ven anda, vamos a bailar un rato.- Dijo cogiéndome del brazo para así arrastrarme a la pista de baile.

Estuvimos bailando durante horas, se me pasarón super rápidas, cuando miré la hora me cague en todo, ya que, eran pasadas las 3 de la madrugada y siempre a las 3:30 entraba mi madre para comprobar que estaba dormida, si, parecía que vivía en una cárcel con vigilancia las 24 horas del día.

Maldije en 3 idiomas y me fui corriendo, no sin antes despedirme de Kelsey.

Fui tan rápida que no me di ni cuenta de que la peluca se había caído, cuando entré en un callejón oscuro. Me paré a recogerla y al girarme vi a 2 hombres riendo venir hacia mí con malas intenciones, me asusté y salí corriendo en dirección contraría, en cuanto lo hice, me choqué con cierto hombre moreno de por lo menos metro ochenta, me asusté mucho más al sentirme acorralada, pero todo disminuyo cuando vi que este último hombre, me defendía de esos hombres que querían hacerme daño.

Todo pasó muy rápido y en nada me vi metida en un coche de los súbditos de mi padre, no me digais como cojones estaban allí pero así era, y por una vez en mi vida lo agradecí.

En cuanto llegue a mi casa mis padres estaban enfurecidos esperándome en el salón de estar, me riñeron hasta el punto que me hicieron llorar, yo solamente quería divertirme como una persona normal a mi edad, sin tener que pensar en las consecuencias.

Peró algo me hizo mosquearme y dejar de llorar, ¿ Como me habían encontrado ?

- Nos has decepcionado, no te creíamos tan tonta como para estar fuera de casa a ciertas horas de la noche.- Comentó mi padre con gesto rudo.

- Si hija, en qué estabas pensando ?.- Dijo mi madre con tristeza en los ojos por el susto que le había dado.

- Yo solo quería ser normal, vivir mi vida sin tener que pensar en nada más .- Dije cabizbaja.

- Pues no será así , eres mi hija, la hija del presidente de los Estados Unidos de América y jamás tendrás una vida normal. - Dijo muy cabread

- Yo no elegí ser vuestra hija, no me podéis tener encerrada en esta casa como si estuviera en una prisión ! .- Dije chillando

- Estás castigada durante el més que te queda en esta casa, no podrás salir más y no podrás ver más a Kelsey. Tú misma te lo has buscado Kelly.- Dijo mi padre con una voz que me asustó.

- No te lo crees ni tú, estás loco si piensas que me vas a tener encerrada durante un mes, ni que fuera vuestra esclava por el amor de dios, soy vuestra hija, tengo 18 años y quiero vivir mi vida como me de a mi la gana. - Dije roja de la rabia.

- Mientras estés bajo mi techo, tendrás que acatar mis ordenes, te gusten o no. - Dijo mi padre enfurecido.

- Os odio, no sabéis cuánto ! .- Chillé y me fuí directa a mi habitación.

Había perdido la cuenta de cuantas lágrimas había derramado por culpa de mis padres, me sentía tan incomprendida que hasta dolía.

Me desperté chillando, había tenido una pesadilla en la que aquellos hombres me hacían cosas horribles.

Después de relajarme y intentar dormir, me vino algo a la mente,

¿ Quién era ese hombre que me salvó ? 

Mi sombra y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora