La Familia Madrigal [Encanto Modern AU]

I'm exhausted by my heart

- ¿Estamos todos listos? - preguntó Pepa, emocionada.

- ¡Sí! - respondió toda la familia al unísono.

Para ser finales de junio, el viento soplaba con fuerza y las primeras gotas de lluvia comenzaban a caer, lo cual daba a entender que una fuerte tormenta se acercaba. Pero aún así, la familia estaba de muy buen humor, ya que llevaban prácticamente todo un año esperando aquellas vacaciones tan especiales.

Ahora, el viaje hacia la casa de verano comenzaba oficialmente y por tanto, las vacaciones daban comienzo también. Unas vacaciones que sin duda, serían inolvidables para toda la familia Madrigal.

- ¿Cuándo llegamos? - preguntó Antonio.

- ¡Pero si ni siquiera hemos salido de la ciudad! - rio Félix.

- Joooo me aburro...

- ¡No te preocupes! - le animó Camilo. - Podemos hacer un montón de cosas divertidas durante el viaje, ¿a que sí, Dolores?

Dolores no respondió. No les estaba ignorando, ni mucho menos, el caso es que ni siquiera había escuchado a su hermano hablar. En cuanto el viaje dio comienzo, se puso sus auriculares y silenció (otra vez) el mundo real.

- I'm so bored of waking up, I'm so-

- ¡Dolores! - interrumpió Camilo.

- ¿Eh? - dijo Dolores al tiempo que dejaba de cantar y se quitaba los auriculares para escuchar a su hermano.

- Decía que durante un viaje, se pueden hacer un montón de cosas divertidas, como no ignorar a tus hermanos, por ejemplo.

Pepa dejó escapar una risita desde el asiento delantero.

- ¿Qué pasa? Os aburrís, ¿no?

- Muchísimo... - se quejó Antonio.

- Piensa que ya queda menos para ver a Mirabel y a Luisa...

- No olvides a Isabela. - corrigió Camilo.

- Sí... - suspiró su hermana. - Y a Isabela.

- No entiendo qué te pasa con Isabela, antes os llevabais genial y de repente, un día, dejasteis de hablaros sin motivo. - dijo Camilo, no sólo con la intención de molestar a su hermana, también con la esperanza de así sacar algún tema de conversación interesante.

- No nos pasa nada, ¿vale? - respondió Dolores, algo molesta. - Y como vuelvas a sacar ese tema tendrás que darnos explicaciones sobre esa cicatriz que tienes en la mejilla.

Vaya. Lo de sacar tema de conversación no había ido como Camilo había planeado...

- ¡Vosotros dos, no empecéis! Durante estas vacaciones tenéis prohibido discutir, ¿de acuerdo? - dijo de repente su madre, que se dió la vuelta y fulminó a ambos con la mirada.

Entonces el sonido de un trueno retumbó en el cielo.

- Parece como si controlaras el clima con tus emociones. - bromeó Camilo, intentando cortar la tensión que de repente había surgido (en gran parte por su culpa).

- Muy gracioso. - dijo Pepa con sarcasmo.

Al parecer, a Antonio el comentario le hizo gracia, porque comenzó a reír sin parar.

- ¿Ves? ¡Te dije que los viajes podían ser divertidos! - exclamó su hermano.

Y así, conversación tras conversación, las dos horas de viaje pasaron volando.

- ¡Hemos llegado! - anunció Félix.

Aún llovía sin parar. Puede que no fuera un buen comienzo para sus idílicas vacaciones, pero nada ni nadie iba a estropearlas.

Todavía no eran conscientes de lo que se les venía encima...