Never let it go

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- ¡Mirabel! - exclamó Camilo al tiempo que corría a darle un fuerte abrazo a su prima.

A su vez, Pepa, Bruno y Julieta comenzaron a hablar de cómo les había ido hasta ahora (no sin antes haberse dado un buen abrazo, por supuesto).

A pesar de que se habían visto hace no mucho tiempo, nunca habían tenido una oportunidad así: pasar unas vacaciones enteras. Juntos. Como en los viejos tiempos...

Mientras, Isabela hablaba con Dolores:

- ¿Sabías que la semana que viene hay fiesta en la playa?

- ¿Y? - respondió Dolores, fingiendo que no le importaba.

- Yo voy a ir. Con Mariano, que por cierto también ha venido a pasar sus vacaciones en este pueblo, ¿lo sabías?

- Ajá...

- ¿Entonces vendrás o no?

- Tal vez... Me lo pensaré...

Por supuesto que iba a ir. Lo tenía más que claro. Además, ¿cómo iba a decir que no si Mariano se encontraba en aquella fiesta?

- Hum... Vale... Pues si al final decides venir, allí te espero a las nueve. Por la noche. El sábado que viene.

Dolores asintió.

Por fin toda la familia estaba reunida, bueno, casi toda.

Abuela llegaría a la casa dentro de un mes. No había dado explicaciones de por qué se había marchado o de qué estaba haciendo exactamente, lo cual era bastante misterioso. Nadie en la familia quería mencionarlo pero la verdad es que el hecho de que no pasara ese mes con ellos suponía más un alivio que una preocupación.

- ¿Podremos ver ya nuestras habitaciones? - preguntó Mirabel, emocionada.

- ¡Claro que sí! ¡Venga, seguidme! - dicho esto Pepa abrió las enormes puertas de la casa y, si ya su exterior era alucinante, el interior lo era aún más.

- Es enorme... - dijo Luisa.

- ¿Y vosotros vivíais aquí cuando teníais nuestra edad? - preguntó Camilo.

- Ya ves... - contestó Bruno.

~⛥~

- ¿Camilo...?

La 'nueva' habitación de Mirabel era preciosa, colorida y amplia. Al igual que el resto de la casa. Demasiado amplia, tanto que alguien que nunca hubiera puesto un pie en aquel lugar podría perderse fácilmente. Eso era justo lo que le acababa de ocurrir a ella. Nada más haber organizado y colocado su equipaje (a su manera), Mirabel salió en busca del resto de miembros de la familia. Pero comenzó a caminar sin rumbo y fue a dar a un pasillo desconocido, más oscuro de lo normal.

Avanzó lentamente, algo asustada, aunque muy en el fondo estaba pasándoselo en grande, ya era el primer día y una nueva aventura había dado comienzo.

Pero también tenía miedo. Mucho miedo, a decir verdad. ¿Por qué demonios aquel pasillo era tan oscuro?

- Un momento... ¿Qué es eso? - susurró Mirabel, aunque era consciente de que nadie más, a parte de ella podía escucharla.

Se acercó lentamente... Al final del pasillo, había un objeto con forma rectangular, bastante grande a decir verdad, el cual estaba recubierto por una sábana polvorienta.

¿Qué había ahí escondido?

Justo cuando estaba a punto de retirar la sábana y descubrir lo que se encontraba tras ella, su teléfono comenzó a sonar.

Era su madre.

- ¿Qué pasa mamá...?

- ¿Dónde te has metido? Te estamos esperando para cenar, Mirabel.

- Tal vez... Bueno, digamos que me he perdido. - rio Mirabel, algo nerviosa.

- Ay, Mirabel... Escucha, sigue mis indicaciones, ¿vale?

- Vale.

- ¿Dónde estás ahora mismo, exactamente?

- Pues... No sé... Un pasillo muy oscuro y que da bastante mal rollo... Hay algo con una sábana encima, tal vez...

- Sal de ahí ahora mismo. - el tono de voz de su madre cambió drásticamente en cuanto mencionó dónde se encontraba.

- Yo... Eh...

-Mirabel. He dicho que salgas de ahí. Ya.

Mirabel avanzó en una dirección al azar, pues su principal objetivo entonces era salir de aquel pasillo cuanto antes. Pasó un tiempo y por fin, tras dar varias vueltas pudo llegar al lugar dónde se encontraba el resto de su familia.

Julieta le dio un beso en la mejilla.

- Me estaba empezando a preocupar... - dijo su madre, esta vez con el tono dulce que habitualmente empleaba.

<<¿A qué viene ese cambio de humor tan repentino?>> se preguntó Mirabel.

- Bueno, ¿estamos listos entonces para la cena? - escuchó decir a su tía Pepa desde la cocina.

- Ahora sí. - contestó Julieta.

Y, durante la cena, Mirabel optó por olvidar lo que le acababa de ocurrir y disfrutar de la comida al igual que el resto.

Aunque en cuanto terminara, lo primero que Mirabel tenía pensado hacer sería contarle a Camilo toda la historia. Necesitaba saber más.

Vaya, sin duda iban a ser unas vacaciones de lo más interesantes...

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La canción que tiene Mirabel como tono de llamada es The feels de TWICE :3

La Familia Madrigal [Encanto Modern AU] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora